El caso de Ana Carolina, la psicópata adolescente que estranguló y calcinó a sus padres adoptivos
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Ana Carolina López Enríquez nació en febrero de 1996 en México. Fue puesta en adopción desde muy pequeña. Su madre biológica tenía VIH y su padre no tenía trabajo y vivía en la calle.
Así fue cómo el matrimonio compuesto por Efrén López Tarango, de 65 años, y Albertina Enríquez Ortegón, de 45 años, acogió a la pequeña en su casa de Chihuahua.
Para Efrén era su séptima hija, ya que tenía seis hijos de una pareja anterior a Albertina.
Aquello hizo que Ana Carolina no lograse sentirse integrada en su nueva familia y que comenzase a acumular cierto resentimiento hacia sus hermanastros, a los que veía como unos caraduras que solo buscaban a sus padres para sacar dinero.
Quienes conocieron a Ana Carolina la describen como una chica tranquila, reservada, inteligente, aunque poco sociable. De hecho, aquella personalidad un tanto introvertida la llevó a aislarse y a no expresar sus sentimientos.
Tampoco ayudó el bullying sufrido durante su etapa escolar, donde la apodaron “Anita la huerfanita”, un apelativo que detestaba y por el que empezó también a desarrollar cierta inquina hacia Efrén y Albertina.
Ana culpaba de todos sus males a sus padres,pese a que estos la consentían con regalos,cenas caras,viajes y muchos caprichos.Llevaba una vida de lujo “Nunca le negaban nada” cuenta uno de los nietos de Efrén. Sin embargo aquello lejos de ayudar a apaciguar su rencor lo alimentaba
Nadie se dio del mal había arraigado en Ana Carolina.“Era una persona normal cien por ciento La conocí desde bebé. Todos estos años de estar con ella,lo que le puedo decir es que no tiene nombre lo que hizo. No lo entiendo. Era muy tierna”, asegura Margarita, la que fue su niñera
Aquella apariencia inofensiva escondía un carácter malcriado que descargaba contra sus padres a modo de gritos y peleas sinsentido. Incluso se volvió cruel con su perra Ambar, otro indicativo de la acuciante y emergente psicopatía de la joven.
Ante estos hechos, Efrén y Albertina tomaron una decisión: enviarla a un internado en Estados Unidos. Pero antes le concedieron un último viaje, Venecia.
Casi un año antes de los crímenes, Ana Carolina empezó a trazar un plan para eliminar a sus padres. Necesitaba salir de aquella supuesta jaula de cristal en la que se encontraba y ser libre, al fin.
Para ello buscó a su novio José Alberto Grajeda Batista, con el que llevaba pocos meses. Al plan también se unió un amigo del novio, Mauro Alexis Gómez Zamarrón, el segundo cómplice y cooperador necesario para ejecutar los asesinatos.
Si finalmente salía bien lo pactado, Ana Carolina cobraría la herencia para poder casarse con José Alberto y comprarse una casa juntos.
El viernes 3 de mayo de 2013 fue la fecha elegida por Ana Carolina para matar a sus padres. No lo hizo al azar, sabía perfectamente que los viernes la asistenta no estaba y que su padre jugaba a los bolos toda la tarde hasta la hora de cenar.
Por lo que podría estar sola con su madre y así después arremeter contra el padre.
Así fue cómo Ana Carolina escondió a sus cómplices en la casa y cuando llamó a Albertina para que le ayudase en la cocina,
Mauro aprovechó para estrangularla con un cable mientras la mujer perdía la vida mirando de frente a su hija. Acto seguido, le inyectaron tres jeringas de veneno para ratas en el pecho y en la yugular y escondieron el cuerpo hasta la llegada del padre.
En cuanto Efrén entró por la puerta, la adolescente llevó a cabo la misma operación que con su madre: lo engañó llamándolo a la cocina para que José Alberto lo estrangulara y le inyectaron veneno en la yugular.
Una vez perpetrados los crímenes, los tres asesinos se limpiaron las manos con cloro, robaron dinero de la casa y se fueron a cenar unos hotdogs. Al regresar, continuaron bebiendo cervezas y charlando animadamente.
Durmieron en la casa y, a la mañana siguiente, limpiaron la escena del crimen, envolvieron los cuerpos en bolsas de plástico y los subieron a una camioneta.
Los jóvenes pusieron rumbo al Periférico Lombardo Toledano, de Chihuahua, y durante el trayecto pararon para comprar trece litros de gasolina que metieron en tres botes de plástico.
Tras encontrar una zona baldía próxima al parque acuático Sapo Verde, arrojaron los cuerpos al suelo, los rociaron con gasolina y lanzaron una cerilla. Aquello prendió tan rápido que parecía una rudimentaria pira funeraria
Luego de eso regresaron a la ciudad, la pareja dejó a Mauro en su casa y Ana Carolina y José Alberto se marcharon de compras a una joyería; se probaron anillos de compromiso, comieron en un restaurante y, por la noche, se fueron a una fiesta.
Horas más tarde, la policía encontraba los cuerpos calcinados de dos personas, todavía por identificar, junto a un muro de hormigón ennegrecido por las llamas. Por la posición de las manos y los pies, atadas a la espalda,quedaba claro que las víctimas no habían podido defenderse.
De hecho, ni siquiera esperaban el ataque. Según los investigadores, la expresión de sus facciones no manifestaba sorpresa ni terror. “Estaban en un ambiente de confianza cuando los mataron”, afirmó David Ochoa, analista criminal de la fiscalía encargado del caso.
En cuanto a la autopsia, esta reveló la edad aproximada de los cadáveres y permitió identificar a la mujer gracias a una de las prótesis que portaba en sus caderas.
Mientras tanto, Ana Carolina acudió a la comisaría a denunciar la desaparición de sus padres. Se mostraba completamente consternada cuando acudió a las autoridades, a quienes explicó que no sabía el paradero de Efrén y Albertina desde hacía varias horas.
Para iniciar la investigación por desaparición, los agentes se entrevistaron con posibles testigos. Entre ellos, el novio de la joven, José Alberto, quien no pudo aguantar la presión y terminó confesando. “¡Ya no puedo más, necesito un psicólogo!”, pidió a los agentes.
A partir de ahí, el novio relató pormenorizadamente los crímenes y el papel de Ana Carolina en ellos.
Durante el interrogatorio ante los agentes de la fiscalía, Ana Carolina aseguró no arrepentirse de los hechos cometidos.
Cuando le preguntaron si estaba arrepentida de su acto contestó:
“Sí y no. Sí porque ya no me voy a poder casar con mi novio. No, porque ya no aguantaba a mis papás”
“Vamos a suponer que no te hubieran atrapado. ¿Cómo te veías?”, le preguntó uno de los oficiales. “Yo, feliz”, contestó. Y, pese a estar bajo dependencias policiales, haber matado a sus padres la hacía sentirse “libre”.
Tras estas impactantes declaraciones, la adolescente sumó un nuevo relato: supuestos abusos sexuales, malos tratos y humillaciones sufridos a manos de su padre y que su madre consentía por miedo.
“Yo quería amor y ellos solo lo compraban todo con dinero, pero nunca mostraban su cariño con humildad. Nadie va a entender lo que yo aguanté muchos años; no lo hice porque sí, tuve mis motivos”, explicó
Antes del juicio, la menor fue sometida a un informe psicológico, que resultó tan esclarecedor como sorprendente. Los expertos concluyeron que Ana Carolina, pese a su juventud, tenía el nivel más alto de psicopatología en la escala de crímenes violentos del FBI.
Es decir, un nueve de nueve. Y que, además, tenía signos de sadismo sexual, falta de empatía y remordimiento, y distanciamiento paulatino con sus padres. El agente Ochoa lo tiene claro: “Quien mató a estas personas no tenía alma”.
La justicia mexicana condenó a Ana Carolina a 14 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio agravado y fue trasladada al Centro Especializado en Reinserción Social para Menores Infractores, de donde salió en libertad cinco años más tarde tras un comportamiento“ejemplar”
La polémica decisión de la puesta en libertad de la adolescente psicópata, en marzo de 2018, se debió a la reforma de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes Infractores,
que decretó aplicar cinco años de cárcel como pena máxima para los menores delincuentes en el país.
De este modo, Ana se vio beneficiada por la nueva legislación,pidió la disminución de la pena y, tras su concesión, quedó en libertad.Desde entonces, nada se sabe de la joven.
Aquí dejo el hilo de hilos por si les interesa más contenido 🧵 del caso no hay casi imágenes por eso están tan repetidas.
Antes de empezar a hablar sobre el museo, primero debo hacer reseña sobre quienes fueron Ed y Lorraine Warren, que dudo que no sepan quienes son pero igual hablaré sobre este increíble dúo
Ed y Lorraine Warren fueron dos investigadores estadounidenses de fenómenos paranormales. Ed Warren fue un demonólogo y autor de varios libros. Lorraine Warren fue una médium y clarividente
Esta foto, esconde una de las historias más perturbadoras que existen. Se trata de Travis Alexander momentos antes de ser brutalmente asesinado por su ex
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Travis Alexander fue un conferencista mormón asesinado por su ex el 9 de junio de 2008. El principio del fin de su historia comenzó un año antes de su muerte, cuando inició un romance con Jodi Arias, una hermosa chica con el sueño de ser fotógrafa.
Ambos se conocieron en una convención en Las Vegas, Estados Unidos, y de inmediato se enamoraron. Aunque él vivía en Mesa, Arizona, y ella en Palm Desert, California, la distancia no les impidió continuar con su relación.
Josef Fritzl secuestró, encerró y violó a su hija por 24 años
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Este caso es de los más enfermos que he visto, pues como sale en el título este hombre violó a su propia hija durante 24 años, lo mas perturbador fue que esto ocurrió en el sótano de su casa y su esposa y sus otros hijos jamás sospecharon
Josef Fritzl, el padre de Elisabeth Fritzl, lo tenía todo planeado antes de secuestrar a su hija. Construyó durante seis años un sótano en su propia casa, en donde ni su esposa y sus hijos tenían permiso de acercarse.
Los experimentos psicológicos más perturbadores de la historia
Parte.1
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1. El Pequeño Albert (1920)
Año 1920. Universidad Johns Hopkins, Baltimore, Estados Unidos. John B. Watson, psicólogo estadounidense con enormes contribuciones en la teoría científica del conductismo, planteó un experimento que, a día de hoy, no podría realizarse de ningún modo.
¿La razón? Experimentó fobias en un bebé. Para el experimento, conocido como “El Pequeño Albert”, seleccionaron a un bebé sano de 9 meses que no tenía miedo a los animales, pero sí que mostraba rechazo y temor a los sonidos fuertes.
Experiencias paranormales que le han sucedido a mis seguidores
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Hace unos días hice este tweet, hace tiempo que quería hacer este espacio porque me gustaría interactuar con mis seguidores y desde que lo publiqué pues el dm no ha parado,he leído miles de experiencias y me he quedado impresionado así que he decidido hacer un hilo con ellas
Obviamente no las pondré todas porque son un montón pero este será uno de muchos hilos sobre este tema. Así que, si quieres puedes compartir tu experiencia el objetivo es que interactúenos todos y tal