Cuando el pueblo más civilizado que existió votó a favor de condenar a muerte al hombre más sabio que había producido occidente (Sócrates), el joven Platón comenzó a sentir un fuerte rechazo por la Democracia.
Toda la obra de Platón debe leerse a la luz de esta condena.
Platón ipropuso 2 enseñanzas distintas.
Una pública, la que ocurría en la Academia (llamada así porque estaba en los jardines dedicados al héroe mitológico Academos).
Allí cumplían ciertos ritos religiosos y aprendían geometría, música y astronomía, consideradas propedéuticas.
Esa parte pública de la enseñanza filosófica continúo durante siglos. La Academia funcionó desde el siglo IV aC. hasta el VI dC (cerrada por Justiniano a pedido de los cristianos, que la consideraron difusoras de ideas incorrectas para la "verdadera" religión).
La Academia fue una verdadera usina de pensamiento libre.
No se seguía la "línea platónica". A lo largo de 10 siglos hubo muchas ideas distintas que dominaron según los períodos, pero siempre se aceptó el debate abierto con todas las ideas.
A pesar de eso, se supone (hay pruebas documentales, pero son de períodos posteriores a la época de Platón) que el filósofo, además de abrir el debate en la Academia al público culto, se reunía con un pequeño círculo para hablar de ideas que no debían alcanzar el estado público.
Según estos documentos, Platón desconfiaba que los problemas importantes y las ideas revolucionarias pudieran exponerse en público porque la mayoría era incapaz de comprenderlas; y guiada por su ignorancia podría perseguirlos y asesinarlos, como había hecho con Sócrates.
Por eso se habla de una enseñanza exotérica -abierta a todos, externa- de la filosofía platónica y otra esotérica -cerrada para el núcleo de los capaces de comprender las ideas complejas y lo verdaderamente sagrado-.
De estas enseñanzas esotéricas no ha quedado escrito nada.
Lo que llamamos Filosofía es lo que Platón dio al público ("publicó") en vida.
De los debates con los discípulos más sabios, los elegidos (entre los que se supone estuvo Aristóteles), no ha quedado nada publicado.
Si existió cumplió férreamente con el pacto de que fuera secreto.
Esta desconfianza de Platón con el estado de la mente de la época (pensar que la mayoría es estúpida) ha sido constitutiva de una gran parte de los pensadores desde entonces (aunque para nada de todos; hay algunos que creen que el saber reside en las masas).
Otro punto que ha quedado en la tradición del pensar es saber que hay 2 ámbitos distintos para hablar de lo que se piensa: un ámbito público en el que se puede debatir lo que se cree que la gente tolera, y un ámbito privado en el que se puede hablar de todo, pero sin difundirlo.
Los pensadores provocativos (yo me sitúo en esta línea) constantemente están tentando de ampliar los límites de lo que se puede pensar.
Es una forma de ganar libertad para todos y de lograr ampliar un poquito (MUY POQUITO) el círculo de los que se atreven a pensar todo.
Igual, cualquiera que se dedique a pensar sabe que hay cosas que cada época impide hablar en público.
En las casi 7 décadas de vida que tengo esta última es la más censora: no solo no se puede hablar de casi nada interesante, sino que si no pensás igual a la mayoría te destruyen.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Entre esta noche y el 13 de agosto comienzan las internas.
Las internas consisten en que cada fracción de un partido dice que la otra fracción está compuesta por nazis y comunistas, y que hay que votarlos a ellos porque son los únicos democráticos, lindos y buenos.
Después del 13 de agosto, los que ganaron las internas pasan a decir lo mismo que en las internas pero sobre los candidatos de los otros partidos: los otros son nazis y comunistas, y los de cada partido que habla son democráticos, lindos y buenos.
Y los boludos los votamos.
Por eso este año votaré en blanco.
Me da lo mismo quién se quede con mi voto.
Gane quien gane perderemos todos.
(Menos los que ganan)
Yo me siento mucho más "escritor" que "periodista" (me he pasado la vida escribiendo literariamente, tengo miles de esas páginas publicadas, tengo un libro propio y colaboraciones en otros 25 libros), pero el día del periodista me saludan 200 personas y el del escritor ninguna.
En realidad NO SOY NADA.
Hago cosas que no se encasillan. Nadie sabe qué demonios pienso.
Siempre me gustó no ser encasillado, pero una cosa es "ser algo" (estar atrapado en la cárcel de la identidad) y otra dibujar luces, hacer poesía, inspirar.
Eso hago. Aunque no tenga nombre.
Si tengo que ponerle un nombre, digo "escritor".
Simplemente porque me he pasado la vida escribiendo literatura.
Nadie se equivoca más que la gente que está a punto de ganar.
Napoleón dijo justamente pensando en eso: "No interrumpas a tu enemigo cuando se está equivocando."
Recuerdo que el mantra de Cambiemos (esa era la etiqueta en aquellos años) fue, desde su ajustado triunfo en 2015 hasta su amplia derrota en 2019: "No vuelven más".
Ahora están analizando con el mismo grado de miopía.
Y les va a ir parecido.
Yo creo que los cupos son discriminatorios, pero desde hace 40 años la gente progresista sostiene que son esenciales para que las instituciones acepten gente que no puede cumplir con las normas de ingreso (por ejemplo, notas altas para ingresar en la universidad).
¿Qué opinás?
Creo que pierdo por goleada porque a la mayoría de la gente le gusta que le regalen las cosas.
Esforzarse para poder conseguirlas es visto como algo de viejo choto o de machista.
Lo que me llama la atención no es que los progresistas no se preocupen por la injusticia de quitarle lugares a gente capaz para dárselos a aquellos que no están a ese nivel (y dejar a los otros a la intemperie), sino que realmente disfruten haciendo eso.
Lo llaman "justicia".
Voy a contar muy sucintamente uno de los casos que conozco muy bien porque no quiero aburrir con la multitud de atropellos y sin razones a los que recurre el Poder Judicial cuando debe intervenir en temas que se califican bajo el rótulo de "perspectiva de género".
Un conocido comenzó a salir con una chica problemática en lo psicológico. Apenas la vimos todos (decenas de personas) supimos que iba a ser un problema para él.
Un problema grave.
Pasó lo peor: a la segunda cita quedó embarazada.
Las soluciones progresistas cuestan un dinero que jamás sale de sus bolsillos.
Una persona progre se conmueve con gente que duerme en la calle, pero nunca lleva un homeless a vivir a su casa.
"Adopte un homeless" sería una política creíble, si ellos los adoptaran primero.
Propongo una ley que obligue a los jueces que no desalojan una propiedad ocupada a que se lleve a vivir a su casa al ocupante o que le pague un albergue.
La ley también debería decir que los periodistas que se conmueven con los homeless tienen la obligación de darles techo.
La cretinada de los periodistas progres de condolerse con el dolor del mundo y acusar a todos los demás de ser malos bichos debería tener un límite práctivo.
"¿Te duele ver chicos comiendo de la basura?
Pues quedas obligado a mantenerlos bien comidos hasta los 21 años".