Peter Berger: El dosel sagrado. Parte I: Elementos sistemáticos. Capítulo 3: El problema de la teodicea. Resumen:
Los fenómenos anómicos no sólo deben socialmente ser vividos, sino también explicados en los términos oficiales del nomos establecido. Una TEODICEA es una legitimación religiosa de este tipo.
Puede incluir distintos NIVELES DE TEORIZACIÓN. Desde la referencia de la muerte de un niño a la voluntad de Dios, por un campesino, hasta un tratado de teología destinado a demostrar que el sufrimiento inocente no niega la bondad y omnipotencia divinas.
En toda teodicea subyace una actitud fundamental que, considerada en sí misma, es totalmente irracional, que es la de abandonarse al poder ordenador de la sociedad, la TRASCENDENCIA de la individualidad, capaz de conferir sentido a su vida, y aun el dolor.
En las experiencias dolorosas incluidas en los ritos de pasaje se condiciona al individuo a ser capaz de «sufrir correctamente» y, llegado el caso, a tener una «buena muerte». Como consecuencia, los sufrimientos se vuelven más tolerables, y el terror menos avasallador.
Toda sociedad implica cierta negación del individuo y sus necesidades, ansiedades y problemas. El MASOQUISMO es un importante elemento de la interacción humana. Su nota característica reside en «intoxicarse» de sentido de rendición hacia el otro.
Su fórmula esencial es «yo no soy nada, él lo es todo, y en ello reside toda mi felicidad (por lo tanto nada puede herirme)». El hombre no puede aceptar la soledad y la falta de sentido, y el masoquismo permite evitarlas, fundiéndose en un otro.
Las actitudes masoquistas se originan a través de relaciones concretas con otros individuos (amante, maestro), pero pueden predicarse también de ciertas colectividades y de los nomos presentados por ellas, asumiendo un carácter religioso.
El otro es proyectado a la infinidad del cosmos, y toma dimensiones de omnipotencia y carácter absoluto. Frecuentemente, el otro no desempeña a satisfacción el papel sádico que le corresponde, y aun si lo hace, sigue siendo limitado, vulnerable y mortal.
El dios sádico no está nunca disminuido por estas imperfecciones empíricas: es invulnerable, infinito e inmortal por definición. Quien se entrega a él se ve ipso facto preservado de las contingencias e inseguridades para siempre.
El masoquismo tiene un carácter preteórico, pero puede seguir siendo un elemento de importancia en una teodicea. Tras el espectáculo de un teólogo trabajando con absoluta frialdad se esconde el adorador que se arrastra voluptuosamente en el polvo ante la soberana majestad divina.
La teodicea permite, para la sociedad, que colectividades enteras integren los acontecimientos anómicos en el nomos oficial, previniendo la amenaza de desintegración caótica que estos conllevan, especialmente las DESIGUALDADES existentes de poder y privilegios.
Para los oprimidos, les sirve como un «opio» que les hace menos intolerable su situación, y evita que se revelen contra ella. Para los privilegiados, les sirve como justificación subjetiva, para que puedan disfrutar de su posición social.
Los TIPOS HISTÓRICOS de teodiceas pueden ser analizados en términos de un continuo de racionalidad-irracionalidad:
(A) En el POLO IRRACIONAL se encuentra la teóricamente poco elaborada trascendencia de uno mismo que procede de una completa IDENTIFICACIÓN CON LA COLECTIVIDAD.
Esta puede tener carácter masoquista, pero no siempre lo tiene. Lo esencial es que no hay una concepción del individuo claramente distinta de la de la colectividad. Esta identificación permite una fusión de su ser tanto en la felicidad como en la desgracia.
El poder y los privilegios detentados por unos cuantos aparecen como ejercidos por delegación, y sentirse resentido con ellos sería tan poco cuerdo como que los miembros inferiores del cuerpo se sintieran celosos de la cabeza.
Su prototipo es la religión primitiva, con continuidad no solo entre individuo y colectividad, sino también entre ésta y naturaleza. Siente a sus antecesores continuando misteriosamente dentro de sí mismo, y él mismo proyecta su propio ser sobre el de sus hijos y descendientes.
El MISTICISMO, por el cual la individualidad desaparece y es absorbida en el océano de la divinidad, está también relacionado con este tipo. Dolores y muerte resultan insignificantemente triviales, por comparación con la omnipotente realidad de la experiencia mística de unión.
Un fuerte elemento masoquista está presente en casi la totalidad de las variedades de misticismo, como se evidencia por la repetición a través de varias culturas de la automortificación y la autotortura, en relación con sus fenómenos.
(B) En el POLO RACIONAL se encuentra el COMPLEJO KARMA-SAMSARA, que desarrolla el pensamiento religioso hindú. Toda acción humana tiene sus necesarias consecuencias, y toda situación humana es consecuencia necesaria de pasadas acciones humanas.
Por tanto, el individuo no puede atribuir a nadie sus desgracias sino a sí mismo e, inversamente, sólo puede atribuir su buena suerte a sus propios méritos. Este complejo legitima simultáneamente las situaciones de todos los estratos sociales y forma,
en unión con la concepción del DHARMA (obligaciones sociales) el sistema religioso más conservador históricamente existente. Su severo rigor fue mitigado en parte por el hinduismo popular, con prácticas mágicas, devotas y místicas y peticiones de intercesión a divinidades.
Lleva a la idea de una liberación final del ciclo de reencarnaciones mediante la concepción ATMAN-BRAHMAN, la identidad última del alma individual con la unidad divina del universo, desbordando el tipo karma-samsara hacia el totipo irracional de la autotrascendencia mística.
(C) En los GRADOS INTERMEDIOS hay tres tipos:
(1) La teodicea que se establece al proyectar una compensación de los fenómenos anómicos en un FUTURO comprendido en términos mundanos. Cuando llegue el tiempo adecuado, los sufridores serán consolados, y los injustos castigados.
Supone una explicación en función de una futura nomización. Incluye todas las manifestaciones de mesianismo religioso, milenarismo y escatología, ligados a épocas de crisis y desastres naturales o sociales.
(2) La teodicea que, como medio para resolverlas contradicciones a la evidencia de la falta de esa justicia futura, la transpone a OTRO MUNDO o a una realidad oculta, quedando el nomos inmune al desmentido de cualquier experiencia.
(3) La teodicea DUALISTA, característica de las concepciones religiosas del antiguo Irán. El universo aparece como un campo de batalla donde se enfrentan dos poderosas fuerzas: la del Bien (personificado en el zoroastrismo por Ormuz o Ahura Mazda) y la del Mal (Ahrimán).
Esta concepción se vuelve más abstracta en desarrollos posteriores, como el mitraísmo o el maniqueísmo. Las contradicciones se explican mediante esa batalla, donde el Bien adquiriría una victoria progresiva. La redención individual depende de comprometerse del lado correcto.
Fin. @threadreaderapp unroll
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Peter Berger: El dosel sagrado. Parte I: Elementos sistemáticos. Capítulo 4: Religión y alienación. Resumen:
Como resultado de la socialización, la alteridad del mundo social y los otros concretos quedan interiorizados en la conciencia, y aparece la posibilidad no sólo de que ese mundo social parezca extraño al individuo, sino incluso de que éste se parezca extraño a sí mismo.
En esta situación el individuo puede tomar dos caminos:
(A) La REAPROPIACIÓN de la extrañeza del mundo, a través del recuerdo de que tanto el mundo como el yo son productos de la actividad de uno mismo.
Schumpeter: Capitalismo, socialismo y democracia. Parte primera: La teoría de Marx. Resumen (y II):
-CAPÍTULO 3. MARX, EL ECONOMISTA-
Como teórico, Marx fue, ante todo, discípulo de Ricardo, más allá de otras influencias, y especialmente la de Quesnay, de quien extrajo su concepción fundamental del proceso económico en su conjunto.
Siguió la corriente de pensamiento habitual en su época de hacer de una TEORÍA DEL VALOR la piedra angular de su sistema. Ésta es la de Ricardo. Si bien hay diferencias en la expresión, el método de deducción y las implicaciones sociológicas, no la hay en cuanto al teorema en sí.
Schumpeter: Capitalismo, socialismo y democracia. Parte primera: La teoría de Marx. Resumen (I):
-PRELIMINAR-
El mensaje de Marx es «grande», con independencia de su verdad o falsedad, en cuanto a haber sido de las pocas creaciones intelectuales capaces de sobrevivir durante varias generaciones.
Su pensamiento ha resurgido con la Rusia soviética, aunque se haya formado un abismo entre el mensaje original y la práctica e ideología bolcheviques. Fuera de Rusia, no ha resurgido en los países con mayor tradición marxista, como Alemania, y sí en Estados Unidos.
Durkheim: Las formas elementales de la vida religiosa. Libro tercero: Las principales actitudes rituales. Capítulos I a V. Resumen:
-CAPÍTULO I. EL CULTO NEGATIVO Y SUS FUNCIONES: LOS RITOS ASCÉTICOS-
Todo culto presenta un aspecto negativo y un aspecto positivo, que, pese a estar estrechamente vinculado, pueden ser tratados por separado.
El CULTO NEGATIVO es el sistema de ritos orientado a evitar las mezclas y acercamientos indebidos entre el ámbito de lo sagrado y el ámbito de lo profano. Decreta las interdicciones o tabúes, y no hay religión que carezca de éstas, ni donde no desempeñen un papel considerable.
Durkheim: Las formas elementales de la vida religiosa. Libro segundo: Las creencias elementales. Capítulos VIII y IX. Resumen:
-CAPÍTULO VIII. LA NOCIÓN DE ALMA-
Así como no hay ninguna sociedad conocida sin religión, tampoco la hay que no incluya la CREENCIA EN EL ALMA, su origen y su destino. Las religiones más avanzadas y la filosofía se limitaron a depurar esta noción, sin añadir nada fundamental.
Es también el caso de las sociedades aborígenes de AUSTRALIA, que admiten que cada cuerpo humano alberga un ser interior, que es principio de su vida, aunque algunas admiten, como excepción, a las mujeres o ciertas tribus vecinas.
Durkheim: Las formas elementales de la vida religiosa. Libro segundo: Las creencias elementales. Capítulos VI y VII. Resumen:
-CAPÍTULO VI. ORÍGENES DE ESTAS CREENCIAS: LA NOCIÓN DE PRINCIPIO O MANÁ TOTÉMICO Y LA IDEA DE FUERZA-
Lo sentimientos similares que suscitan animales y vegetales, sus imágenes y los miembros del clan solo pueden provenir de un PRINCIPIO que les sea común, de manera indistinta.
Es a ese principio común al que, en realidad, se rinde culto. El TÓTEM no es sino la forma material bajo la cual se representa a la imaginación esa sustancia inmaterial, que es una fuerza en el sentido más estricto y mecánico de la palabra.