Thread by @Damianmolla

Acabo de salir de la boda de Tamara. No he podido contaros nada hasta ahora porque nos han quitado los móviles, pero ahora, de vuelta en el autobús, os voy a contar todo, punto por punto. Abro hilo:

Lo primero ha sido citarnos en el Hotel Ritz, para llevarnos en autobús hasta El Rincón. En el autobús nos esperaba Mauricio, el mayordomo, para llevarnos hasta allí. Durante el viaje nos han puesto un vídeo de la infancia de Tamara y de Iñigo.

Cuando hemos llegado nos han quitado los móviles al grito de “que me lo des”
Nadie ha opuesto resistencia. Parecía que iban en serio.
Isabel Preysler vigilaba la operación desde lo alto del castillo con unos prismáticos y un walkie talkie.

Hemos pasado dentro del castillo donde iba a ser la ceremonia. Me he sentado al lado de la Duquesa De Alba. En el cuadro sale súper diferente de la realidad. Ese tal Goya además de sordo estaba ciego.

Por fin han aparecido los novios. Iñigo Onieva a venido de la mano de su tía Maripili, que venía en un claro estado de embriaguez. Ha tropezado con Chabeli, que, muy elegante, le ha dicho “a ver si miramos, hostias”.
Mucha clase.

Y después llegó el gran momento: Tamara ha hecho su gran aparición. Ha descendido en una red con un precioso vestido verde hierba con toques de camuflaje y una cola delantera que ha roto los esquemas entre los asistentes.
Carolina Herrera ha musitado “se lo ha puesto al revés”

El cura era un hombre fornido, de aspecto nigeriano o congoleño, pero con un marcado acento de Pontevedra.
Su discurso ha versado sobre el amor, el respeto y los turnos de bajar la basura. Los pilares de una relación exitosa.

A continuación, hemos pasado al cocktail. Una selección de bocados de comida fusión donde han destacado las falsas salchipapas de carabineros.

Lo siguiente ha sido la cena. Una carpa adornada con miles de velas donde nos han servido un extraordinario arroz tres delicias. Pepe de Masterchef ha destacado la originalidad de añadirle tortilla en lo que ha catalogado como “la reinvención de un clásico oriental”

Ha sido una lástima que los baños estuvieran anegados. La orina salía por debajo de las puertas y hemos tenido que hacer nuestras necesidades entre los arbustos de El Rincón. Por suerte había muchos, y las pamelas que asomaban ayudaban a evitar los sitios donde no había que ir.

Todo esto ha sido compensado con el concierto sorpresa que nos tenían preparados. De entre un humo denso y rayos láser ha hecho aparición Pablo Hasel, que ha interpretado varios de sus mejores temas.
Ha sido una sorpresa. Todos pensábamos que estaba en prisión.

Pero ya sabéis que Tamara es cristiana devota y que cree en el perdón.
Por lo visto había usado su influencia como marquesa para convencer a Felipe VI para que lo indultase, y así lo hizo.
En agradecimiento, Hasel gritó “Viva Epaña y Viva el Rey”
Tamara lloraba de alegría .

Tras esto, un DJ ha pinchado toda la noche. Sobre las 5 de la madrugada, a los que seguíamos allí se nos ha premiado con algo muy especial. Han abierto las puertas del castillo y hemos podido ver los cuadros, esculturas e instrumentos de tortura típicos de un castillo medieval.

Ahora vuelvo en el autobús de camino a casa. Llevo a Iñigo Onieva dormido en mi regazo y escribo a duras penas con la mano izquierda para no despertarlo.
Disculpad la ortografía. Buenas noches (buenos días para vosotros)