Hola, a raíz de los últimos acontecimientos vengo a contaros un cuento infantil. Tomad asiento, acompañadme en esta historia y quedaos con la moraleja, os ayudará mucho en vuestra vida personal y profesional.
Los Dragones no Existen, de Jack Kent.
HILO 👇
Billy Bixbee despierta una mañana y sobre su cama se encuentra un dragón pequeñito, del tamaño de un gato. Después de un rato jugando con él, bajó a contárselo a su mamá...
-"¡Mamá, mamá! ¡Hay un dragón en mi habitación!"
-"Los dragones no existen", le contestó su madre.
Billy volvió a su habitación...
... y comenzó a vestirse.
El dragón intentó volver a jugar con él, pero Billy no le hizo caso.
Total, si el dragón no existe no tiene sentido prestarle atención.
Billy bajó a desayunar, y el dragón se fue con él. Billy intentaba ignorarlo (total, no existía!), pero no pudo evitar darse cuenta de que el dragón había crecido, y ahora tenía el tamaño de un perro.
Billy se sentó a la mesa, y el dragón se sentó encima de la mesa. Normalmente no se lo permitirían, pero como el dragón no existe, tampoco le dijeron nada.
La madre de Billy le puso tortitas para desayunar, pero el dragón se las comió todas.
La madre hizo más tortitas, y el dragón se las volvió a comer todas.
La madre siguió haciendo tortitas hasta que se quedó sin masa. Billy sólo pudo conseguir una de ellas, pero dijo que de todas formas eso era todo lo que quería.
El dragón, que había seguido creciendo y ya era tan grande como la madre de Billy, se echó a dormir en el pasillo mientras la familia seguía con su vida.
Al rato, el dragón había crecido tanto que Billy tuvo que rodear su enorme cuerpo para llegar a donde estaba su madre.
-"Vaya mamá, ¡no sabía que el dragón crecería tanto!"
-"No digas tonterías Billy, los dragones no existen."
La madre estuvo limpiando toda la mañana, pero como el dragón ocupaba ya todo el pasillo, tenía que entrar y salir por las ventanas para llegar a todas las habitaciones.
Al mediodía, el dragón era tan grande que llenaba la casa. Su cabeza salía por la puerta principal, su cola salía por la puerta trasera, y no había una habitación que no tuviera una parte del dragón en ella.
Cuando llegó el señor Bixbee, se encontró con que el dragón se había llevado al casa a dos manzanas de distancia y estaba devorando el pan de una panadería cercana.
El señor Bixbee escaló por la cabeza del dragón y llegó a la ventana del piso de arriba.
-"¿Cómo ha pasado esto?", preguntó el señor Bixbee
-"¡Fue el dragón, papá!"
-"Billy, ¡no existen los dragones!", interrumpió la madre
-"Pero ahí hay un dragón", insistió Billy, "¡Un dragón muy grande!"
El dragón miró a Billy y sonrió, y Billy le acarició la cabeza.
El dragón movía felizmente la cola, y entonces, incluso más rápido de lo que había crecido, el dragón empezó a hacerse más pequeño, hasta que volvió a tener el tamaño de un gato.
La madre sostuvo al dragón en su regazo
-"No me importan los dragones de este tamaño. ¿Por qué tuvo que hacerese tan grande?", preguntó la madre
-"No estoy seguro", contestó Billy, "pero yo creo que solo quería que le prestáramos atención"
La moraleja de la historia: ignorar los problemas solo hace que se hagan más grandes. No sólo eso, sino que generan un montón de problemas derivados, para tí y para los que te rodean.
La mejor forma de acabar con un problema es reconocer su existencia y afrontarlo.
Y hasta aquí el cuento de hoy chavales, espero que os haya gustado y que la moraleja os sirva de algo. Ojalá leyesen esto algunos de nuestros representantes políticos.
Gracias por leer hasta el final, y hasta el próximo hilo 🤙
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El mensaje original al que responde es este, en el que dice que el efecto del uso excesivo de apps como Tinder sobre el cerebro femenino es similar al del porno en el cerebro masculino.
Soyjak le responde que está asumiendo que las mujeres no ven porno (¿?) y dice que las apps de citas afectan a los hombres exactamente igual.