Ucrania, ¿el juguete roto de Occidente?
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Los días pasan y la situación cada vez se complica más para Ucrania, que cede más y más terreno. Ello no quiere decir que la guerra esté decidida. De hecho, el que lo aseveré se está marcando 'un Fukuyama' (como cuando vaticinó que el Ejército ruso colapsaría en los siguientes días de octubre de 2022). Pero la situación es tan complicada para Ucrania que las autoridades ucranianas ya hablan abiertamente de pactar con Rusia y hasta marcan una fecha: 2025.
Esto no significa nada, y a la vez significa todo. No significa nada porque todavía pueden pasar muchas cosas, pero significa mucho porque denota, ante todo, debilidad.
Es ahora cuando empiezan a construirse los relatos para justificar la guerra, y el posible final. Por ello, los medios occidentales difunden que la iniciativa/superioridad rusa se debe al apoyo de Corea del Norte (misiles), Irán (drones) y China (tecnología).
Si esto fuera así, convendría preguntarse: ¿Cómo puede ser posible que países que tienen mucho menor capacidad económica y militar que Occidente hayan desnivelado la balanza a favor de Rusia (porque solo Estados Unidos triplica el gasto militar de Corea del Norte, Irán y China)?
La respuesta es tan triste como obvia: Occidente ha jugado siempre de farol en Ucrania. Un país que solo ha sido y es un ariete para debilitar a Rusia en la pugna geopolítica que mantienen Rusia y China.
A Occidente le importa muy poco que los ucranianos mueran o que el país esté destruido. Menos aún importan los ucranianos que quedan por morir o los horrores y la destrucción que tengan que padecer los ucranianos mientras la guerra continúa. Porque esto no va de democracia, soberanía o derechos humanos, como afirmaban los medios occidentales al comienzo de la guerra. Va de poder, hegemonía y geopolítica.
Y Ucrania, por desgracia para ellos, es muy probable que termine firmando un acuerdo de paz con condiciones infinitamente peores que los que ofrecía Rusia antes de la guerra: porque, salvo que vuelque mucho la situación, ahora mismo en el Dombás y en Crimea ya no se hablará de autonomía o de soberanía ucraniana, sino de anexión rusa; y entrar o no en la OTAN ante un país mutilado y destrozado, parece poco o nada (si es que no queda vetado en un acuerdo).
¿Ha merecido la pena? Ahora mismo, nada hace indicar que sí. Y mucho tienen que cambiar las cosas para que lo que consiga Ucrania en esta guerra compense la destrucción y muerte de estos, de momento, más de dos años de guerra. Porque la pregunta clave para Ucrania hoy es si se ha convertido en el nuevo juguete roto de Occidente. Que no el último.
Porque Ucrania, mal que le pese, no es que no sea prioridad para Occidente, es que ni siquiera es noticia. Ahora, el foco está en Gaza y en el genocidio que perpetra Israel con armamento y apoyo occidental y que los medios occidentales denominan 'invasión'.
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Si quieres leer más sobre el engaño masivo 👉 La trampa ucraniana. El relato occidental a examen akal.com/libro/la-tramp…
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Los días pasan y la situación cada vez se complica más para Ucrania, que cede más y más terreno. Ello no quiere decir que la guerra esté decidida. De hecho, el que lo aseveré se está marcando 'un Fukuyama' (como cuando vaticinó que el Ejército ruso colapsaría en los siguientes días de octubre de 2022). Pero la situación es tan complicada para Ucrania que las autoridades ucranianas ya hablan abiertamente de pactar con Rusia y hasta marcan una fecha: 2025.
Esto no significa nada, y a la vez significa todo. No significa nada porque todavía pueden pasar muchas cosas, pero significa mucho porque denota, ante todo, debilidad.
Es ahora cuando empiezan a construirse los relatos para justificar la guerra, y el posible final. Por ello, los medios occidentales difunden que la iniciativa/superioridad rusa se debe al apoyo de Corea del Norte (misiles), Irán (drones) y China (tecnología).
Si esto fuera así, convendría preguntarse: ¿Cómo puede ser posible que países que tienen mucho menor capacidad económica y militar que Occidente hayan desnivelado la balanza a favor de Rusia (porque solo Estados Unidos triplica el gasto militar de Corea del Norte, Irán y China)?
La respuesta es tan triste como obvia: Occidente ha jugado siempre de farol en Ucrania. Un país que solo ha sido y es un ariete para debilitar a Rusia en la pugna geopolítica que mantienen Rusia y China.
A Occidente le importa muy poco que los ucranianos mueran o que el país esté destruido. Menos aún importan los ucranianos que quedan por morir o los horrores y la destrucción que tengan que padecer los ucranianos mientras la guerra continúa. Porque esto no va de democracia, soberanía o derechos humanos, como afirmaban los medios occidentales al comienzo de la guerra. Va de poder, hegemonía y geopolítica.
Y Ucrania, por desgracia para ellos, es muy probable que termine firmando un acuerdo de paz con condiciones infinitamente peores que los que ofrecía Rusia antes de la guerra: porque, salvo que vuelque mucho la situación, ahora mismo en el Dombás y en Crimea ya no se hablará de autonomía o de soberanía ucraniana, sino de anexión rusa; y entrar o no en la OTAN ante un país mutilado y destrozado, parece poco o nada (si es que no queda vetado en un acuerdo).
¿Ha merecido la pena? Ahora mismo, nada hace indicar que sí. Y mucho tienen que cambiar las cosas para que lo que consiga Ucrania en esta guerra compense la destrucción y muerte de estos, de momento, más de dos años de guerra. Porque la pregunta clave para Ucrania hoy es si se ha convertido en el nuevo juguete roto de Occidente. Que no el último.
Porque Ucrania, mal que le pese, no es que no sea prioridad para Occidente, es que ni siquiera es noticia. Ahora, el foco está en Gaza y en el genocidio que perpetra Israel con armamento y apoyo occidental y que los medios occidentales denominan 'invasión'.
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Si quieres leer más sobre el engaño masivo 👉 La trampa ucraniana. El relato occidental a examen akal.com/libro/la-tramp…
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