Viajar por Asia no es lo mismo que vivir y trabajar con asiáticos. En el sudeste asiático, uno de los mayores choques culturales es adaptarse al entorno laboral.
Hago un pequeño hilo🧵sobre valores culturales y confrontación, aunque este tema da para mucho.
En dos años, nunca escuché hablar de política en el trabajo, ni en Vietnam ni en Filipinas. En España, es común discutir política a diario. Nos gusta la confrontación y el debate, algo típico en países occidentales.
Básicamente, "ir al grano" way of life
Los primeros días en Filipinas, proponía ideas en reuniones y todos asentían sin decir nada. Luego las cosas no ocurrían. ¿Por qué? Porque no se atrevían a confrontar. Quizás pensaban que era una mala idea, pero no lo decían.
Sentimiento constante de pérdida de tiempo.
Peor aún era cuando yo metía caña. En Vietnam, los primeros meses, obtenía silencios y cabezas bajas cuando decía cosas como "esto no es realista, vamos a pensar otra cosa".
La incomodidad era palpable, notaba que la gente no quería currar conmigo.
Me costó entender por qué las cosas funcionaban diferente.
Primero aprendí que en Filipinas todos se crían con un valor cultural llamado Pakikisama. Básicamente, la prioridad es la unidad del grupo y la cohesión social mediante la cooperación y el compromiso.
Luego leí el libro "The Culture Map" de Erin Meyer, que me ayudó mucho. Cada país es diferente y tiene una escala de valores y comportamientos únicos en distintos parámetros. Nos criamos así.
A partir de ahí, encontré los porqués y todo me pareció menos ajeno y frustrante.
Me llamó mucho la atención esta historia del libro, porque me sirvió para "entender el otro lado".
Li Shen, una gerente china que va a Francia a hacer una presentación. La "atacan", se siente humillada, y luego le dan la enhorabuena. No entiende nada.
Cualquiera que haya trabajado en otros países occidentales (Alemania, EE.UU., Francia) habrá comprobado que algunas personas son más frías o son más directas. Y es normal, porque cada país es diferente.
Sin embargo, hay una clara diferencia entre oriente y occidente.
Después de meses currando, leyendo y reflexionando comencé a hacer algunas pequeños cambios en la manera en la que trabajaba:
- Adaptar la comunicación: Cada persona es un mundo. Si están acostumbrados a trabajar con occidentales, más confrontación. Si no, suavidad.
- Más comunicación individual y menos grupal: Para confrontar, prefiero hacerlo en reuniones individuales y no grupales para evitar que las personas se sientan intimidadas.
Las reuniones grupales sirven mayormente para informar y confirmar decisiones, no para discutir.
- La importancia de las relaciones personales. Mi primera jefa dedicaba horas a hablar con todos los de la oficina. Yo me dedicaba a trabajar y pensaba: "Esta tía no hace nada". Luego te das cuenta de que sin relaciones personales, el trabajo no sale.
Cada país y empresa puede ser diferente. Si en la dirección hay muchos occidentales, seguro habrán imprimido una cultura más agresiva.
Si me preguntáis, creo que la confrontación es necesaria y la mejor forma de avanzar, pero hay que asumir que no siempre es el camino.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
Ayer una amiga me preguntó cómo saber cuándo es el momento de irse de un lugar. De una relación, un trabajo...
Hace un par de meses le regalé El desierto de los tártaros y se quedó enganchada con esa idea de la eterna espera, del quedarse "por si pasa algo que lo cambie todo"
Normalmente tengo respuestas bastante racionales para estas cosas, pero la verdad es que a mí siempre me ha movido la intuición.
A veces me he ido demasiado rápido, otras he esperado demasiado. Hay algo dentro de mí que me dice cuándo es momento de cerrar una etapa.
Claro, siempre puedes hacer un análisis de costo-beneficio: pensar en cómo te ves a largo plazo, si quedarte te acerca a esa mejor versión de ti...
Pero también hay cosas "que no puedes ver", situaciones positivas que llegan solo por estar en ese lugar en el momento justo.