ESCRIBIR Y RESISITIR PARA FRENAR EL AVANCE DE LA ULTRADERECHA
Quiero agradecer a @SaraEsturillo, una de mis editoras, el apoyo que me prestó durante la @FLMadrid. Después de informarle de que me habían amenazado desde las redes sociales, habló con la policía y los responsables de seguridad de la @FLMadrid y no se separó de mi lado en ningún momento. Acompañó a Piedad, mi mujer, que se situó detrás de la caseta, y al finalizar las firmas, caminó a nuestro lado hasta la salida del Retiro y esperó a que un taxi nos recogiera.
Echo de menos una nota pública de la @FLMadrid condenando los incidentes. He de decir que no experimenté miedo, sino tristeza y una honda preocupación por el avance de la violencia ultraderechista. Considero responsables de esta espiral de odio a los políticos y medios que lanzan mensajes incendiarios contra sus adversarios. Vox ha envenenado la convivencia y el PP, con Ayuso a la cabeza, ha asumido la estrategia de deshumanización y hostigamiento de las figuras de la izquierda. Esta forma de proceder apenas difiere de los métodos empleados por los totalitarismos de distinto signo durante el pasado siglo y de las campañas de intimidación del grupo terrorista ETA. Deshumanizar el otro siempre es el primer paso para justificar una agresión. No es fácil matar a un semejante, pero sí a "un rojo, un maricón o un presunto fascista".
¿Cuál es la mejor respuesta de un intelectual a la violencia ideológica? Seguir escribiendo sin miedo, no retroceder una pulgada, expresar sus convicciones con determinación y sin titubeos, comprometerse aún más. Yo seguiré en la misma línea, pero confieso que estoy profundamente consternado con lo que está sucediendo. El totalitarismo pardo podría volver a apoderarse de Europa en un futuro no muy lejano y algo similar podría acontecer en Estados Unidos. ¿Volverán las hogueras de libros? ¿Regresará el temor a perder derechos y libertades por ser diferente? No lo consintamos. La ultraderecha vocifera y amenaza. No hay que responder en los mismos términos, sino con argumentos y serenidad. Frente al odio, solidaridad, compromiso y coraje.
Gracias a todos los que han apoyado a los autores que hemos sufrido amenazas y, especialmente, a mis lectores, que han derrochado afecto y generosidad. Yo no puedo quejarme. Nadie me molestó fuera de las redes sociales, algo que sí sucedió en otros casos, pero me pregunto si el año que viene se repetirá la misma situación. 2024 comienza a parecer el embrión de un distópico 1984.
• • •
Missing some Tweet in this thread? You can try to
force a refresh
1. Ahora que se habla de la presunta santidad de Joseph Ratzinger, no está de más recordar su actitud nada caritativa como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Las sanciones que impuso ofenden a cualquier conciencia democrática.
2. Hans Küng, sacerdote y teólogo, perdió su licencia para enseñar teología católica por cuestionar la infalibilidad papal, un dogma político impuesto por Pío IX para contrarrestar la pérdida de poder político del Vaticano.
3. Leonardo Boff, sacerdote franciscano y teólogo, fue condenado a guardar silencio por sus tesis a favor de la teología de la liberación, una corriente que defendió la opción preferencial por los pobres y que luchó contra la desigualdad en América Latina.