Primero: Sánchez no ha ofrecido regularizar a 250.000 mauritanos, sino que ha afirmado que España necesita tal cantidad de inmigrantes al año.
Segundo: Mauritania, como Marruecos, actúa como frontera política de España «a coste político cero». Dicho de otra forma,
el gobierno español paga con «calderilla» a ambos países para que sean ellos los que contengan las oleadas migratorias. Y decimos que pagan con calderilla porque 300 millones de euros constituyen poco más del 1% de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2023.
Este es el único modo en que se puede sostener la burguesía de este país: expoliando los países bajo su yugo e importando a su proletariado para explotarlo en suelo patrio. Cuando las condiciones degeneran, cuando una compra en el LIDL ya no cuesta 30 euros, sino 130,
entonces sacan a sus perros de presa y culpan al inmigrante, o a la élite extranjera, o a quien quiera que sea el chivo expiatorio.
El «inmigrante es el culpable», pero tú mañana a trabajar y dejarte el sueldo en el alquiler, dos cenas en una cadena de comida putrefacta y un día en la montaña. Y no te quejes demasiado, que si no acabas en la calle vendrá la policía a romperte los dientes.
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A día de hoy, y según los datos del Ministerio de Interior, hay poco menos de 11.000 inmigrantes irregulares en España, un 0,02% del total de la población. Lo que el ejecutivo de Sánchez está haciendo aquí es aprovecharse de la existencia de una minoría absolutamente desangelada
para realizar propuestas que la burguesía y su Estado están dispuestos a cumplir pero que no suponen un cambio sustancial en el modelo demográfico. Dicho de otro modo, si el tanteo mediático les granjea buenos resultados, los telediarios pronto estarán colmados de recortes
de las expulsiones forzosas de este estrato del ejército de reserva. Este movimiento, como señala aquí @NombreFalso1231, se debe al viraje a la derecha del discurso político público. Pero discrepamos en aquello de que el PSOE haya comprado sus marcos.
Hoy quisiéramos hablar sobre la ideología de los grandes magnates de las tecnológicas norteamericanas: la <<Ilustración oscura>> o el <<Movimiento Neoreaccionario>>, que, de forma sintética, viene a proponer un <<tecnofeudalismo>>.
Antes de entrar en materia debemos aclarar que si hablamos sobre esta corriente no es a modo de <<curiosidad>>, sino porque revela la idiosincrasia de una fracción de la gran burguesía y del modelo de fascismo que desea implantar.
Es preciso señalar también que @JaimeCaroM ya hizo en su momento la que - a nuestro conocimiento- es la primera introducción a este tema en español.
El CEO de Telegram, Pavel Durov fue detenido en Francia este sábado bajo el pretexto del uso de la aplicación para encubrir pedofilia, tráfico de drogas y otros crímenes.
No es la primera vez que ocurre algo similar con una empresa tecnológica, en 2018 Estados Unidos ordenó a Canadá detener a la vicepresidenta e hija del CEO de Huawei, supuestamente por fraude, en plena tensión diplomática con China.
Y es que las empresas tecnológicas tienen un papel crucial en la guerra interimperialista: Amazon o Alibaba Group son proveedores cruciales de material civil readaptado para la guerra de Ucrania, por ejemplo.
Existe la preconcepción respecto a los monopolios, sobre todo en sectores tan «esenciales» como la alimentación, de que a más cuota de mercado abarcan, más conspiraciones urden para obtener «superganancias».
La ganancia monopolista no puede surgir de un engaño permanente al consumidor o a otras empresas. Si esto si fuera así, si todos los sectores monopolizados engañaran al resto inflando los precios artificialmente, nadie obtendría realmente ganancia.
El margen neto de Mercadona de 2023 fue del 2,84%, del 2,31% en 2022 y del 2,44% en 2021. 2024 apunta a ser de los mejores años para la empresa de Joan Roig, pero no habrá una diferencia sustancial a pesar del aumento de los precios al consumidor.
Uno de los textos más injustamente ignorados de Lenin es el breve panfleto titulado «¿Se puede intimidar a la clase obrera con el jacobinismo?», que lejos de ser una reivindicación huera de la experiencia francesa es, ante todo, una defensa del terror.
Estos últimos años se ha venido instaurando un ideal «dulcificado» de la Revolución Rusa, uno según el que los bolcheviques habrían contado con el absoluto apoyo de las masas, uno que ignora las serias dificultades que atravesó la Revolución y que evita hablar de los momentos en
que casi fue barrida del mapa. Cualquier proceso revolucionario fructífero conduce, al fin y al cabo, al conflicto armado, a la Guerra Civil. Y una guerra, camaradas, exige las medidas más drásticas, algo que Lenin, como el resto de los bolcheviques, comprendía perfectamente.
Camaradas, ponemos a vuestra disposición un artículo con el que nos proponemos esclarecer cuales son los rasgos generales del proletariado marroquí en España.
Y es que si hemos tratado esta cuestión de forma recurrente no es por fetichismo u obsesión, sino porque el odio al proletariado inmigrante es uno de los pilares sobre los que se erige el programa de masas del fascio actual.
En esta ocasión no hemos realizado ninguna división formal en el artículo. Sin embargo sí que podemos dividirlo en tres «momentos». En primera instancia, y tras la introducción, realizamos un breve repaso al tejido económico marroquí.