Bueno, el viernes fueron escuchadas en el juicio la hija de Gisele Pélicot y sus 2 nueras (nombres protegidos). De las 3 hay fotos sea desnudas y/o en montajes sexuales. Sus poderosos testimonios ayudan a seguir revelando, diseccionando y denunciando la cultura de la violación 🧵
La primera fue Caroline, hija de ambos. Reiteró que su padre no podría estar más lejos de su idea de un criminal sexual. “Antes de nov de 2020 éramos una familia unida. Amaba a mi padre. Amaba la imagen de ese hombre que creí conocer. La imagen de un hombre sano, cálido, atento”.
Contó que ese nov de 2020 no sabía cómo decirle a su hijo de 6 años, que amaba mucho a su abuelo, que no lo vería más. “No podía decirle que yo ya era una mujer rota y una mamá que iba a tener muchas dificultades para seguir siendo la mujer y la mamá que había sido hasta ese día”
Reiteró, ante juez y acusados, que en su caso como en el de su madre hubo sumisión química y destacó que una excepcionalidad (y “suerte”) de su caso es que hay pruebas, pruebas que en la mayoría de casos del tipo no existen y que, de no ser por eso, su padre nunca confesaría.
Caroline pone entonces el foco en cómo en este caso, que está lleno de pruebas, se está avanzando en una defensa que sugiere que la madre “consentía” los hechos o que los acusados fueron engañados, ¿qué sucede con otros casos de sumisión química donde no hay fotos, videos, chats?
Finalmente dijo: “¿Cómo hace una persona como yo para estar mejor?, ¿cómo hace para tener la vida de una mujer normal?, ¿para tener una vida sexual normal?, ¿cómo reconstruirse de las cenizas cuando tu padre es un depredador sexual?, ¿el peor de los últimos 20 años?
El siguiente testimonio es de la segunda nuera (nombre protegido). Testimonio, para mí, fundamental sobre la sistematicidad de las violencias sexuales y de una noción que ella evoca y es clave: la cultura del silencio en el abuso sexual, especialmente en el abuso sexual infantil.
Inició contando que es la 2da vez que debe declarar en un juicio por un caso de violencia sexual. Ya lo hizo una vez, cuando era niña y fue abusada por su abuelo. “El abuso sexual está en todas partes, incluso en contextos familiares insospechados”.
Para ella, este lo era.
Aprovecho este contexto para recordar que según un sondeo en Francia, que viene haciéndose desde hace varios años, 1 de cada 10 franceses ha sido víctima de abuso sexual infantil en su familia. Cifra que ellos consideran aún subestimada.
La nuera contó (en el mismo sentido que Gisèle y Caroline) que creía haber llegado a una familia muy afectuosa y comunicativa donde se sintió aceptada rápidamente. Eran una “familia ideal”. Sin embargo, dice, quizá debió tomar más en serio 3 episodios que le resultaron chocantes.
Uno fue encontrar a su suegro masturbándose en su oficina (en un contexto en el que podía ser descubierto como de hecho lo fue). Otro es haber escuchado a su suegro proponiéndole a su sobrino "jugar al doctor" y verlo luego reprocharle porque su sobrino nunca accedía al juego.
Y, el tercero, fue que al enterarse del abuso sexual del que ella fue víctima la reacción de Pélicot incluyó una especie de “reproche” en el sentido en el que le cuestionó que hubiera mandado a la cárcel a su propio abuelo, “como si debiera haberme callado porque era mi abuelo”.
Dice que no habló de estas cosas con nadie y, reflexiona ella misma, que como víctima de abuso sexual infantil “uno tiende a dudar de la veracidad de lo que escucha y ve". Y, explica, que no veía como podía lanzar una sospecha así en una familia que se veía “ideal”.
En retrospectiva, se culpabiliza. “Claro que me hago la pregunta, ¿y si hubiera dicho algo?” pero ella misma se responde con que seguramente nadie le hubiera creído/tomado en serio y nadie le hubiera dado crédito a sus sospechas sobre hechos tan difusos.
Ella, de nuevo reflexiva, amplía el por qué no le manifestó su incomodidad a nadie de la familia. “Cuando uno sufre abuso sexual infantil uno desarrolla una especie de cultura del silencio que, desafortunadamente, también es muy común en todas las víctimas de abuso”.
Con la misma asertividad de todo su testimonio, dice que ahora eso ha cambiado. “Aprendí a que no me callaré nunca más. Si tengo una duda la voy a expresar. Yo sé que puedo confiar en mí misma”.
Contó que cuando la policía encontró fotos de ella desnuda en la ducha y montajes de ella con el sexo de su suegro en una carpeta titulada “la zorr* de mi nuera”. se sintió humillada y avergonzada, con ganas de esconderse “pero no, no soy yo quien debe esconderse”.
Finalizó su valiosísimo testimonio, inteligente y sensible, dos 2 cosas:
1 Que espera que este caso que sabe “totalmente excepcional" sea juzgado como se debe pero que no opaque otros casos de violencia sexual "más cotidianos" que se minimizan porque están totalmente banalizados.
Y dos:
Que el mensaje de este juicio sobre sumisión química es vital, pero que más allá de eso nos tenemos que cuestionar constantemente por el cómo hombres y mujeres nos relacionamos y cómo ambos nos relacionamos con el sexo, con nuestra sexualidad.
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Hoy, Gisèle Pélicot -valiente y llena de dignidad-, habló por primera vez en el juicio. Como su deseo expreso es que el caso se difunda ampliamente y ser una voz para las mujeres víctimas de sumisión química, voy a traer aquí algunos apartes de su declaración:
"La fachada es sólida, pero por dentro es un campo en ruinas”, dijo sobre la admirable entereza con la que se ha visto desde el inicio del juicio. Reitera que desea ser llamada por su nombre y sus hijos están de acuerdo "están orgullosos, más que nunca, de su madre".
Explicó que su vida en pareja y sexual era normal, "clásica" y que no tuvo ningún indicio de nada, que su marido era un gran tipo y se casaron enamorados. Que lo único fue que alguna vez mencionó el intercambio de parejas pero ella dijo que no y nunca más se habló del tema.
Ayer inició el juicio de uno de los casos más monstruosos de los últimos años en Francia y hay que hablar de él porque, entre otras, evidencia lo que algunos aún no aceptan: los violadores no son "desadaptados" atípicos. Son profesionales, vecinos queridos y papitos de familia 🧵
Todo inicia con un señalamiento “menor” en 2020. Un tipo es descubierto tomándole fotos debajo de la falda a 3 chicas en un supermercado, lo cual constituye delito de “captación de imágenes impúdicas”. La investigación llevó a que la policía confiscara y revisara los equipos
informáticos del implicado para ver qué más imágenes del mismo tipo tenía en su poder. Y claro que encontraron más y muchísimo peor. Dominique Pélicot, de 67 años, tenía una memoria USB con una carpeta llamada “ABUSO” en la que había cientos de videos explícitos
Les contaré mi experiencia más lost in traslation en este país en la que dejé tiesa a una farmaceuta porque no sabía qué responderme frente a mi relato detallado de cómo le ponía deliberadamente la cuca al sol. Que no era para nada lo que yo quería decir. Aquí la historia 👇
Resulta que yo tengo una gatita de piel clara entonces cuando empieza el sol de primavera se pone roja, especialmente las orejas. Así que el vet sugirió echarle bloqueador, uno muy delicado, así que fui a una farmacia a preguntar si tenían alguno que fuera apto para mascotas.
-Yo: Hola, quiero saber si hay bloqueadores para piel muy sensible. Apto para la piel de mi gata, que cuando la saco al sol se pone muy roja.
-La farmaceuta: 🧍♀️
-Yo (pensando que no me entendía): sí, es que mi gata es muy blanquita y delicada, entonces es para que no se me queme.
No puedo dejar de ligar el episodio de Presunto Podcast “Petro jefe de redacción” a lo que ha pasado entre Semana y Laura Sanabria. Aunque comparto varias de las críticas juiciosas a ese episodio, la mía va por otro lado: no haber logrado responder a ese título ni desarrollar (+)
con alguna profundidad lo que breve y superficialmente introducen sobre los peligros que implica que un Gobierno (este u otros) se erija o abone terreno para que se establezcan “Ministerios de la Verdad”, malparafraseando a Santiago Rivas.
Obvio que es fundamental que las audiencias tengamos claro la historia de los medios que nos informan y los intereses económicos y políticos que defienden sus líneas editoriales y que, aunque así se vendan, el interés que defienden solo a veces coincide con el de los ciudadanos.
Tal vez han visto rodar esta foto por sus TL estos días. Si la han visto, les voy a contar por qué es noticia y si no igual les cuento esta historia que ni Margaret Atwood alcanzó a imaginar en The Handmaid's Tale.
Esta señora se llama Ana Obregón y es una socialité española 👇
Tiene 68 años (aunque no parezca a primera vista) y es una famosa de famosas (que era) muy querida en España, actriz, presentadora, etc.
Resulta que hace unos días salió en portada que acababa de ser MADRE de una niña y se la veía saliendo en silla de ruedas de un hospital.
Resulta que Ana Obregón había solicitado gestación subrogada en EUA, uno de los pocos países donde es legal. Si bien la gestación subrogada es un tema polémico siempre en España, este caso es todavía peor empezando por la edad de Ana, 68 años, y por sus declaraciones:
Los arriendos en Medellín están impagables excepto el de la casa que mi suegro le arrendó a un hijueputa que la convirtió en pensión y no contento con eso no le paga (pese a sacarle ganancia de 3 veces el arriendo) y cuando le da por pagar paga lo mismo desde 2019.
¿La estrategia del man? simplemente no irse así le pidan la casa y pagar, literalmente, lo que quiere y cuando quiere. No hay como sacarlo.
Así que ahí les dejó el dato. Paguen lo que quieran que en Colombia nadie puede hacer nada y nadie los va a sacar, al menos legalmente.
Pa' más datos, el arriendo es de 900 mil pinches pesos por una casa enorme con terraza y cerca a la Estación Aguacatala. Como será de grande le sacó como 7 piezas y las cobra como a 400 mil.
El tipo sí sube el arriendo de las piezas pero le paga lo mismo a mi suegro desde 2019🙃