En este valioso libro, Marcello Musto reincide en su crítica al marxismo soviético. No puede evitar caer en la manida idea de que los soviéticos eran autodenominados «marxistas», pero pervirtieron al «verdadero Marx»
Dice que la difusión de textos de Marx fue a través de «manuales de partido fabricados por el Instituto Marx-Engels-Lenin de Moscú» y con «vademécums y antologías "marxistas" acerca de temas de lo más variado». «A Marx no habrían podido irle peor las cosas en la Unión Soviética»
Algo similar decía Maximilien Rubel en 1953 en su artículo «Marx, autor maldito en la URSS» ¡Justo cuando los soviéticos preparaban una reedición de las obras de Marx! Pero por mucho que le pese a Musto, poca carrera podría haber hecho como marxólogo sin la labor soviética.
Fueron los soviéticos los que editaron, tradujeron y financiaron la difusión del marxismo por todo el Globo. Incluidas las obras conocidas de Marx y Engels, no solo manuales ¿No es también un dogma el rechazo sistemático desde las academias occidentales de la URSS y su labor?
Puestos a hablar de reducciones dogmáticas, ¿no es dogmático reducir el marxismo soviético a las vulgatas –que sin duda existían–? ¿Son las decenas de publicaciones periódicas, empotradas en procesos de transformación social real, y los debates sobre el Capital meros vademécums?
No tuvo el marxismo soviético importantes contribuciones en el campo de la filosofía y de las ciencias? ¿No fue fundamental en la constitución de obras de autores tan laureados por la marxología occidental como Lukács?
Ya en este libro, en el capítulo dedicado al marxismo ruso postsoviético, Musto da cancha –como coordinador, no autor del artículo– a las ideas del «marxismo creativo» que se salía de los «clichés»... Citando a autores abiertamente socialdemócratas y anticomunistas.
La labor de Musto es valiosa, y sus libros y trabajos son de estudio obligado para toda aquella persona que se interese en serio por el marxismo como tradición y su historia, pero no debemos caer en el desprecio sistemático de la mayor tradición marxista: el marxismo soviético.
Reflexiones sobre ello en este artículo escrito en
@paralavoz_
Artículo que convendría desarrollar en una segunda parte, por cierto.
@paralavoz_ Sobre la idea de manuales dogmáticos, recortados por el Partido, diría que hay una falta total de autoconciencia de los marxólogos académicos. ¿Entienden que en la academia el marxismo es libre? ¿Que se puede llegar a un «Marx puro» ahí?
@paralavoz_ ¿Pero no está la Academia atravesada por intereses políticos y económicos? ¿No está empresarizada? ¿No es tendente al refrito y a la mezcla ecléctica de autores y sistemas teóricos y filosóficos? ¿No está la marxología y editoriales llenas de curas y agentes anticomunistas?
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« Pero las organizaciones obreras no pueden olvidar que el actual gobierno burgués de izquierda no es todavía el gobierno del frente popular. Por lo tanto, al apoyar al gobierno en la realización del programa del "frente popular", ...
las organizaciones obreras conservan su libertad de crítica y su libertad de acción contra este gobierno. Y esto significa que las organizaciones obreras, y sobre todo los partidos comunistas...
1) desplieguen en su agitación diaria su programa en su totalidad y 2) critiquen al gobierno burgués de izquierda cada vez que muestre vacilaciones y busque compromisos con las fuerzas reaccionarias.»
-Artículos académicos de marxistas que he leído este año-
No voy a enlazarlos todos, solo los que considero recomendables. A veces de un artículo se puede aprender para nuestra acción política más que del 95% de los libros que hay por ahí.
20 Puntos clave para entender la mortífera decadencia del capitalismo; Andrés Piqueras
Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista - Primer capítulo de «La ideología alemana». Como soy historiador y no puedo quitarme esos anteojos, para mí esta es la primerísima a leer.
Si bien su labor filosófica abarcó desde la filosofía política a la estética, sin duda su gran contribución a la historia de la filosofía es su teoría de la ciencia o gnoseología. Para iniciarse tenemos el libro azul de Bueno, «¿Qué es la ciencia?»