Thread by @Emancipaci0n

El canciller alemán Friedrich Merz decía esta semana que «Israel está haciendo en Irán el trabajo sucio por todos nosotros». Y en efecto, el lugar e impacto del conflicto en Oriente Medio sólo se entiende en el marco de las contradicciones inter-imperialistas.

Hilo al respecto:

El bloque imperialista occidental, reunido en torno a la OTAN y capitaneado por Estados Unidos, se prepara para una futura guerra contra China. Esto exige un esfuerzo por compactar este bloque, realizado principalmente desde el eje militar.

https://x.com/Emancipaci0n/status/1901282430067057087

En este panorama, Oriente Medio es un punto caliente. Ya de antes se venía librando en esa zona no sólo la competencia entre Rusia y el imperialismo occidental, sino entre las potencias regionales. A ello hay que sumar la penetración de los intereses de China en la región.

Al imperialismo chino le interesa que haya cierta paz en la zona para asegurar su suministro de hidrocarburos. Esa es la razón por la que patrocinó el tratado entre Arabia Saudí e Irán de 2023.

Por su parte, el imperialismo yanqui había estado procurando la compactación de sus aliados en la zona. Es el caso de los Acuerdos de Abraham entre Israel y varios estados árabes, que saltarán por los aires con la inundación de Al-Aqsa.

Aquí Israel actúa como una pieza insustituible del bloque atlantista, como su principal mediación en Oriente Medio. Pero esto no quiere decir que tal unidad esté exenta de contradicciones.

https://x.com/J_Moll_/status/1842975833973264488

Pues hay que recordar que el bloque imperialista occidental está en crisis al menos desde 2008. Es en esencia una crisis de mediaciones, de los mecanismos por los que se articula y compacta, reflejo de la crisis política y social de los estados que lo componen.

Y es por estas fisuras que los conflictos que antes quedaban en un segundo plano, pueden ahora adquirir mayor relevancia. Es el caso de la contradicción de intereses entre Estados Unidos e Israel, tal y como ya se constató en 2019 ante la posibilidad de guerra contra Irán.

Ya entonces quedaba patente que, para Estados Unidos, una guerra en Oriente Medio dificultaría su "pivot to Asia", mientras que por otra parte podría satisfacer los intereses militaristas y expansionistas del Estado sionista.

Hoy se repite la situación, y la indecisión estratégica yanqui beneficia los intereses sionistas. Hacia su interior, a Israel también le interesa la guerra contra Irán para intentar sortear su grave crisis política. Pero aquí no podemos caer en simplificaciones,

pues esta posibilidad no sería comprensible sin entender la configuración del Estado sionista y cómo su Ejército se constituye históricamente como verdadero Partido de Estado al encarnar la ligazón entre movimiento de masas (Histradrut) y Estado (militarismo angloamericano).

Mientras que, en lo relativo a su situación exterior, la situación de Irán es de especial debilidad tras el revés de Siria para el "eje de la resistencia", creando un momento "líquido" que las rapaces sionistas no están dispuestas a dejar pasar.

EEUU ya había aprovechado esta situación para volver a poner sobre la mesa la propuesta de un nuevo acuerdo nuclear con Irán, que habían estado negociando durante unos meses hasta el reciente ataque israelí.

Si estas negociaciones servían, por parte de EEUU, para asentar la nueva posición de inferioridad de Irán (atando los cabos regionales para orientar los esfuerzos hacia Asia-Pacífico), por parte de Irán debían servir para asegurar unas condiciones "honrosas" para su burguesía.

Pero lo que para Irán se traducía en una mayor limitación de su programa nuclear, para Washington significaba el cese total del mismo. Esto supondría abandonar la proyección de Irán como potencia, algo que la burguesía dominante iraní no está dispuesta a conceder.

Si estas diferencias habían estado dificultando las negociaciones (que ya iban por su quinta ronda), el ataque israelí es lo que las ha suspendido, amenazando con la escalada de una guerra a la que se vea arrastrado Estados Unidos.

Decíamos antes que una guerra regional dificultaría en lo inmediato los esfuerzos yanquis por atar los cabos en su retaguardia y volcarse hacia China, que seguiría recortando distancias. A esto responde la oposición con la que se ha encontrado Trump en su propio partido,

lejos de estar motivada por benevolentes intenciones antimilitaristas. Todas las facciones del capital del bloque imperialista occidental están de acuerdo en el horizonte de guerra mundial contra China, aunque haya disenso en el ínterin.

https://x.com/Shapuval151136/status/1935754858113749398

Pero, por otra parte, una guerra en Oriente Medio podría servir para que las distintas facciones del capital financiero estadounidense volvieran a compactarse, resolviendo sus dilemas estratégicos y unificando su táctica.

Este es el panorama que nos ofrece la burguesía en el "mejor de los mundos posibles". Este contexto apremia a que el proletariado se rearme ideológicamente y recupere su posición internacionalista:

https://x.com/Emancipaci0n/status/1901282333170581835

Enlaces a los artículos citados:
- Línea Proletaria nº 1: reconstitucion.net/index.php?id=7
- Línea Proletaria nº 4: reconstitucion.net/index.php?id=22
- Línea Proletaria nº 9: reconstitucion.net/index.php?id=37