Hoy hace un año publicamos en nuestra web el artículo «La deuda más allá del estrecho», en la que respondíamos a la pregunta "¿Qué le debe el PSOE a Marruecos?" Hoy quisiéramos revisitar los puntos clave de su contenido y señalar su vigencia con los sucesos actuales.
La primera cosa que apunta el artículo que le «debe» el PSOE a Marruecos es el control fronterizo, pues la policía marroquí puede permitirse matar sin miramentos a inmigrantes subsaharianos que tratan de saltar las vallas de Ceuta y Melilla, puntos clave de entrada a Europa.
Este no es un favor gratuito, Marruecos obtiene de España apoyo económico, técnico y formativo para fortalecer sus capacidades en vigilancia y control de fronteras. Esto incluye tecnología avanzada y entrenamiento a las fuerzas de seguridad marroquíes.
El PSOE le debe otra cosa vital a Marruecos: proletarios. Con tasas de natalidad en España de 1,23 hijos por mujer y 9,1 millones de pensionistas, la demografía española obliga a la burguesía a importar mano de obra barata, siendo parte esencial del motor laboral los marroquíes.
De esta forma, cientos de miles de proletarios marroquíes son incorporados a la Seguridad Social, empleados en condiciones laborales altamente precarias, enfrentándose a la segregación social y a una marcada división sexual del trabajo que refuerza la desigualdad.
Este año hemos visto un extremo al que conducen las consecuencias de la segregación social en el caso de Torre Pacheco, localidad enormemente dependiente de trabajadores marroquíes. Las tensiones acumuladas terminaron detonando en graves episodios de discriminación y violencia.
Esta violencia se materializó en las cacerías por parte de los vecinos a todo aquel de origen magrebí. Turbas violentas descargaron su odio sin intervención ninguna de la policía o el Estado, a quien le resulta funcional esta violencia.
Otro ejemplo es el caso de Abderrahim, un joven asesinado asfixiado sin piedad por un policía municipal.
Este caso es solamente la manifestación extrema del sistema que administra la vida y muerte del proletariado inmigrante según lo útil que le sea al capital.
Esta es una estrategia funcional al sistema para asegurar la acumulación de capital y mantener control social. El odio y la violencia racial hacia los magrebíes es el embrión del escuadrismo contemporáneo que está listo para reprimir al proletariado cuando sea necesario.
La construcción del enemigo externo cohesiona la identidad nacional basada en el miedo y odio, desviando la atención de las causas reales de la miseria del trabajador: la explotación capitalista. Para ello, es necesario desplegar una campaña comunicativa intensiva.
Esta campaña se orquesta no solamente mediante los medios de comunicación más convencionales, sino que portavoces del nuevo fascismo como Roberto Vaquero gozan de un gran altavoz mediático para esparcir mentiras y datos sacados de contexto para reforzar este relato.
En este otro hilo ofrecemos una explicación extensa de la cuestión:
En esta relación estructural de poder desigual entre España y Marruecos, el proletariado marroquí es la moneda de cambio. La «deuda» no es meramente diplomática o económica, es estructural. España necesita la mano de obra marroquí para sostener su sistema productivo.
A la pregunta tramposa de "que le debe el PSOE a Marruecos" , estas son las respuestas que ofrece el artículo. Os dejamos el enlace y os animamos a su lectura, saludos comunistas.
Todo arte está determinado por las relaciones de producción de la sociedad en la que nace. El contenido artístico, por más progresista que se presente, es incapaz de despertar conciencias por sí solo, igual que una canción o mural no pueden construir poder político en sí mismos.
Si bien el arte puede aproximarnos a la comprensión de determinadas esferas de la realidad social, sin una correspondiente implicación en una praxis transformadora, a lo más que puede acercarnos es a intuiciones deformadas insuficientes para una comprensión científica del mundo.
A menudo se comete el error de confundir la subjetividad moral del artista con la potencia transformadora de su obra, cayendo en idealismo. El capitalismo tolera y absorbe todo tipo de expresiones artísticas rupturistas y radicales, en tanto que el arte sigue siendo mercancía.
Hoy quisiéramos hacer una muy breve introducción de la historia, el desarrollo y las condiciones en las que nació y se desarrolló el Partido Comunista de los Estados Unidos (CPUSA).
Y es que parte del trabajo necesario para la construcción del Partido Comunista pasa por analizar la historia del comunismo, por entender el por qué y cómo se tomaron determinadas decisiones.
Lo usual, como no podría ser de otra forma, es acudir a la historia y el desarrollo del bolchevismo en el Imperio Ruso. Sin embargo, el contexto estadounidense guarda muchas más similitudes con el actual.
Solo un economista neoclásico es capaz de poner una gráfica en la que se muestra como los salarios en el mejor de los casos siguen con el ciclo de estancamiento des de 2016 y presentarlo como una prueba de las «victorias de Milei».
La realidad es que Milei ha optado por unas medidas nada novedosas para una «recuperación económica»: caída del salario real, caída de las jubilaciones y aumento del desempleo, etc. Medidas de austeridad habituales.
Tras una caída drástica de los salarios –es decir, un aumento de la tasa de explotación– y tras una más que dudosa restauración de las fuerzas productivas destruidas o estancadas por la crisis, la recesión se recupera, la inversión vuelve a fluir y se relanza la acumulación.
Cuando la Iglesia decide introducirse en barrios marcados por la precariedad no lo hace solo desde el gesto simbólico de devoción. Se trata de una intervención estratégica para operar en la conciencia: una explicación divina al sufrimiento material.
La religión actúa como forma ideológica enraizada en la sociedad. En sus orígenes, como única forma de dotar de sentido y explicar la existencia humana. Su papel ha sido históricamente el de traducir las relaciones materiales de opresión en formas espirituales de aceptación.
Ahora, como oferta en el mercado ideológico en competencia con otras cosmovisiones. Su vigencia no radica en su necesidad histórica, sino en su adaptación al consumo. Ya no es elegida por convicción estructural sino como una opción de «estilo de vida».
Gaza no sufre por una catástrofe, sino por una política deliberada del capitalismo en su fase más avanzada: dominación militar y control del hambre. Bancos, empresas, fondos financieros y ejército se integran en la maquinaria del monopolio para refinar la guerra.
Israel y EE.UU. retiraron a la UNRWA la responsabilidad de distribuir la ayuda humanitaria y la pasaron a la "Fundación Humanitaria para Gaza" (GHF), empresa privada que actúa como brazo operativo del capital, decidiendo quién come, bajo qué condiciones y con qué acceso.
GHF, vinculado al aparato militar israelí, canaliza, vigila y ejecuta la ayuda humanitaria bajo criterios propios, prolongando el bloqueo con tal que ‘’la ayuda no llegue a Hamás’’. El control sobre la comida es tan estratégico como el control del territorio.
Analicemos lo que dice este desgraciado partiendo de esta afirmación: que los inmigrantes reciben más ayuda que los españoles en La Rioja –no es casual que Vaquero haya escogido esta comunidad–.
En La Rioja, el PIB surgido de la actividad agrícola es casi el doble que el de la media nacional -5,2% frente al 2,6%, según el INE (fuente en la imagen)-. Del total de trabajadores en la agr., el 66% son inmigrantes.
El trabajador inmigrante agrícola cobra, por lo general, el SMI según los datos oficiales. La realidad es mucho peor, tal y como demuestran los infinitos casos de abusos. Para acceder a ayudas como el IMV, un inmigrante ha de cumplir los mismos requisitos que un español: