Hoy me gustaría pedirte algo, tranquilo, no será una suscripción ni que dones para una causa insignificante, quiero pedirte que te tomes unos minutos para leer este hilo, creo que te ayudará en ese rompecabezas de desinformación llamado "el mundo en el que vivimos".
Además, si te interesa el tema, todo esto está explicado y tratado con profundidad en este libro.
Entremos en materia:
En este museo de la locura (@EstoyAvisando) podemos ver relatos conspirativos realmente cómicos, pero desgraciadamente esto es sólo la punta del iceberg de un fenómeno muchísimo más grande.
Lo que empezó en 2021 como una forma de exponer los delirios de las redes, se convirtió en una radiografía del fenómeno. Hoy, con el tiempo, esa prueba diagnóstica ha mutado a un ejercicio de memoria social y colectiva que nos ayuda a comprender dónde estamos.
Vvimos en un mundo dominado y moldeado por el mercado de la atención. Aquí no se paga con dinero, la moneda es tu mirada. Todos en este ecosistema compiten por capturar tu tiempo, pero no solo buscan monetizar su audiencia, tu atención se convierte en datos y esos datos en poder.
Hoy en día todo en este mercado está diseñado para engancharte: el scroll infinito, los cebos, las notificaciones, las tertulias de opinólogos polarizados, los titulares engañosos, incluso los "likes", todo responde a un principio: maximizar el tiempo de uso y por ende, de datos.
Este mercado se evalua según sus métricas, cualquier programa con poca audiencia dura 2 días, incluso este hilo sera promocionado o no, según las interacciones que tenga. Nadie está a salvo de esta maquinaria, no es un mercado neutral: cada contenido es una trampa de retención.
Aunque es verdad que algunas técnicas son evidentes desde hace años, lo cierto es que funcionan y se perfeccionan con el tiempo.
Se perfecciona porque es útil, está claro, y funciona con una precisión quirúrgica porque explotan las vulnerabilidades de la psicología humana.
Buscamos confirmar lo que ya creemos, el algoritmo y los medios te muestran contenido relacionado con tus propias preferencias y creencias.
Sentimos más el miedo y la pérdida que la calma, el algoritmo y los medios te muestran contenido extremo o con mucha carga emocional.
Nos atrae el conflicto, el algoritmo y los medios polarizan creando burbujas de información, haciendo que el consenso y el diálogo entre visiones opuestas o narrativas enfrentadas sea inalcanzable; este ambiente es el caldo de cultivo perfecto para las ideas más radicales.
Llegados a este punto, tendremos en cuenta esta maquinaria y partiremos desde la base que estamos en una selva mediática repleta de peligros con demasiados depredadores hambrientos de atención.
Pero en esta historia no hay tiempo para actores de reparto agazapados entre la maleza, ni para el veneno de los directores de opinión, ni siquiera para los influencers extravagantes que buscan tu atención a toda costa, aquí vamos a centrarnos en la selva, en el escenario.
Ese ecosistema mediático no es casual, es producto del concepto que formularon Aquino y Vallely en los 80, el MindWar, la guerra de las mentes: la idea de que la verdadera guerra no se libra en las trincheras, sino en los pensamientos del enemigo.
Ese artículo, enviado a muchas oficinas gubernamentales en la época para "estimular el diálogo", según sus autores, describe con inquietante similitud los mecanismos de manipulación que podemos ver hoy en día, tanto en gobiernos, grupos de presión e injerencias.
Con los años, esta forma de comunicar y controlar el relato ha ido desfigurando el concepto de "periodismo". Convirtiéndose en una guía básica para toda la maquinaria de desinformación que vendría después.
Llámalo como quieras: guerra comunicativa, guerra por el relato, propaganda instrumentalizada, no se trata de bombas, sino de controlar emociones y percepciones.
De moldear pensamientos.
Pero la historia no acaba aquí, esto es solo una parte del ecosistema mediático en el que estás; décadas después, el estratega Steve Bannon articuló una visión complementaria a este MindWar, adaptándolo a las posibilidades de las nuevas comunicaciones y las redes sociales.
Un modelo construido sobre las grietas que dejaba el mercado de la atención en nuestra sociedad, la destrucción del “establishment” a través de la erosión sistemática de la confianza en las instituciones democráticas, los medios tradicionales y la ciencia.
La estrategia de este nuevo MindWar 2.0 es simple, inundar el espacio digital e informativo con tal cantidad de información contradictoria, falsa, sensacionalista y polarizante que la verdad quedará irrelevante frente al ruido. La clave no es convencer, sino confundir y dividir.
Además, las injerencias extranjeras entendieron esto perfectamente. Con trolls, bots y campañas micro segmentadas explotaron cada fractura social en Occidente: racismo, migración, teorías conspirativas, etc.
El objetivo de las injerencias solo es sembrar división y desconfianza. Pero para ello aplican de manera práctica el MindWar y la lógica Bannoniana, no solo favorecen a ciertos candidatos o agendas, sino que debilitan la cohesión social en las democracias occidentales.
Hoy en día, la maquinaria y sus engranajes son evidentes.
La infraestructura; medios y algoritmos que priorizan lo viral, lo impactante y lo emocional para competir en una selva digital con presas limitadas.
La psicología; los sesgos humanos son explotados a gran escala por cazadores furtivos de engagement.
Y la estrategia; el MindWar arcaico, el nuevo modelo de destrucción del establishment de Bannon y las injerencias extranjeras.
El resultado es una maquinaria global de desinformación que no necesita un centro de mando como tal, ya que solo basta con que cada actor use las mismas tácticas para que el sistema produzca caos, polarización y apatía.
Entiende esto: esta batalla hace tiempo que no es por lo que piensas, esta guerra no busca decirte qué pensar, busca quitarte la capacidad de hacerlo.
El primer paso para resistir es darte cuenta de que ya estás dentro de ella y la primera defensa es saber cómo te manipulan.
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Muchas veces leemos o escuchamos la palabra "desinformación" como un ente, algo externo a nosotros que no nos afecta, pero no es así. Dejadme que lo explique. 🧵
El concepto de "desinformación" engloba muchos métodos de comunicación, tanto en la red, como en medios convencionales: el clickbait, el cebo, el alarmismo, sensacionalismo, las fakes news, etc. Pero la desinformación es solo una cosa, darle más poder al relato que a los hechos.
La desinformación es algo que lleva con nosotros mucho tiempo y nos afecta a todos.
¿Quién no ha escuchado alguna vez que solo utilizamos el 2% del cerebro? ¿Y sobre Ricky Martin, un perro y un bote de mermelada?
¿Alguien recuerda el circo que le montaron a Dolores Vázquez?
Queramos o no, las nuevas formas de comunicación que nos han traído internet ha transformado nuestra sociedad. Esto te puede interesar.
ABRO HILO. 🧵
Con la llegada de los smartphones y las RRSS, fenómenos como la cultura del meme, la cultura de la cancelación y la ley de Poe están más presentes que nunca. Con este caldo de cultivo, la desinformación se aprovecha de estos fenómenos para inundar cada rincón de la red.
La comunicación en Internet ha transformado nuestras interacciones sociales, las RRSS nos permiten una difusión rápida de información, pero también desinhiben comportamientos poco éticos en la sociedad.
El sábado coincidí con un psicólogo que goza de bastante reputación en su gremio y del que no voy a decir su nombre por razones obvias. Le pregunté por la gente que se aferra a una conspiración, aún teniendo evidencias de lo contrario. Te cuento lo que me dijo.
Me sorprendió lo rápido que llegó a los principales motivos psicólogicos que lleva a la gente a aferrarse a creencias mágicas que no se ajustan a la realidad. Me habló de varios sesgos, pero destacó uno en concreto, importante en ese aferramiento. El sesgo del coste hundido.
La falacia o sesgo del coste hundido, es un error de pensamiento que ocurre cuando una persona sigue invirtiendo tiempo, dinero o esfuerzo en algo, simplemente porque ya ha invertido en ello previamente, aunque esa decisión ya no tenga sentido desde un punto de vista racional.
¿Qué tienen en común Dios, la ciencia y las teorías conspirativas?
ABRO HILO 🧵
Hoy me gustaría hablarte de cómo llenamos lo que no entendemos, y por qué a veces lo hacemos con pensamientos mágicos o conspiraciones absurdas.
En la teoría de los "huecos vacíos", estos son esos espacios en nuestra comprensión del mundo que no podemos explicar. Históricamente, el ser humano ha intentado llenar esos huecos de distintas maneras: con religión, con ciencia, y últimamente con teorías conspirativas.
Antes que nada, quiero aprovechar esta ocasión para dejar clara una cosa: Esto también es manipulación, pura y descarada, y obviamente también tiene fines políticos. Que luego nos dicen que solo señalamos a un lado, luchamos contra la desinformación, y esto lo es.
Pero empecemos con la materia, no hay que ser un lince para ver que cada medio de comunicación tiene su partido político asociado, ya sea por afinidad ideológica de sus directores, por financiación o incluso por negocios turbios entre bambalinas. Todos siguen unas pautas.