Alex Richter-Boix Profile picture
Biólogo, doctorado en Ecología Evolutiva | Divulgando Ciencia | Autor de EL PRIMATE QUE CAMBIÓ EL MUNDO | Ecología | Genética | Evolución 🍂

Aug 23, 2019, 20 tweets

Hace años, tuvo se llevó a cabo un singular experimento para evaluar la toxicidad de la cafeína y otras sustancias sobre el sistema nervioso. Pero no usaron ratones ni personas, sino arañas, obteniendo unos resultados bien curiosos.

La idea del trabajo era evaluar los efectos de varias sustancias, como la cafeína, la marihuana o la benzadrina (anfetaminas) en el diseño de las telarañas. Un trabajo llevado a cabo por un grupo de científicos de la NASA en 1995 aunque la idea venía de mucho más atrás.

La idea fue propuesta por primera vez por Peter Witt y Charles Reed, quienes publicaron en 1965 en la revista Science un artículo titulado “Spider-Web building”. En ese trabajo describían que las telarañas cambiaban de diseño según las circunstancias de la araña.

El diseño variaba si a la araña le faltaba alguna pata o cuando parecían haber sufrido daños en el sistema nervioso Eso les llevó a sugerir que los patrones de construcción podían usarse para comprender los efectos de distintos daños en el sistema nervioso
science.sciencemag.org/content/149/36…

Esa idea fue la que quisieron poner en práctica el grupo de investigadores de la NASA tres décadas más tarde. El trabajo no se publicó en una revista científica sino como un mini, breve, brevísimo resumen en un documento técnico de la NASA.

En ese documento los autores no explicaron ni el método empleado, ni las dosis ni cuantas veces se replicó (repitió el experimento) con diferentes individuos. Simplemente presenta un pequeño texto y estas figuras.

En las que ordenan de menor a mayor la toxicidad de las sustancias sobre el sistema nervioso en función de como estos efectos se manifiestan en la telaraña tejida.
web.archive.org/web/2007070400…

Analizando el número de celdas, su tamaño, áreas, perímetros, etc… observan que el índice que mejor explica la toxicidad es número de lados completos de cada celda, a mayor toxicidad menos lados y telarañas más sencillas.

Como se ve, las arañas son capaces de tejer una telaraña decente bajo los efectos de la marihuna, se empieza a desmadrar el patrón cuando van de anfetaminas y mucho más aún cuando van puestas de cafeína. Eso sí, no se sabe que dosis de cafeína les administraron.

De todas formas, el trabajo llamó la atención de algún que otro científico que años más tarde repitió el experimento y esta vez sí lo publicó en una revista científica.
sciencedirect.com/science/articl…

Para ello volvió a usar la misma especie, la araña de la cruz, ‘Araneus diadematus’ bien conocida por sus telarañas espirales. El estudio vino a confirmar los resultados previos aunque con ligerezas, posiblemente debido a cambios en las dosis.

Observó que la anfetamina y la cafeína alteran la arquitectura de las telarañas pero de manera distinta. Afectadas por la anfetamina las telarañas mantienen su tamaño pero con irregularidad en el tamaño de los radios y las celdas.

La cafeína dio lugar a telarañas más pequeñas y espacios mayores en la espirales, dando lugar a unas telarañas más circulares y menos efectivas. Las dos sustancias tienen efectos distintos sobre el sistema nervioso central de las arañas.

Un campo de investigación que ha ido creciendo con el tiempo, ya no centrado en el efecto de sustancias tóxicas sobre las arañas sino en procesos que pueden afectar las telarañas y su efectividad en la vida de una araña.

Así por ejemplo se ha visto que a medida que envejecen las arañas elaboran telarañas menos efectivas y más sencillas.
sciencedirect.com/science/articl…

En las arañas estudiadas, ‘Zugiella x-notata’ con la edad el sistema nervios central pierde volumen y eso se traduce en un mayor número de anomalías en las telarañas.
link.springer.com/article/10.100…

Muchos se han dedicado ha estudiar los efectos de distintos pesticidas y herbicidas sobre las arañas, viendo que algunos productos afectan la construcción, es decir, afectan al sistema nervioso de las arañas.
bioone.org/journals/Arach…

En fin, que estudiar la arquitectura de un telaraña parece ser un buen reflejo del estado del sistema nervioso de las arañas, a partir de las cuales detectar anomalías o problemas ambientales.

Y para aquellos sensibles, plantearse su dosis de café si es que pueden, yo personalmente soy incapaz de renunciar a mis dosis diarias de cafeína, por suerte no me va la vida en edificar una telaraña efectiva.

Pero mi principal motivación para tejer este ovillo es que quien lea esto mire a partir de ahora las telarañas de una manera distinta. Como una arquitectura viva, una manifestación del estado individual de cada araña. Gracias.

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