#SciFi2020 #Bradbury2020 Continuando con nuestras twitterlecturas, hoy comenzamos a leer FARENHEIT 451 de Ray Douglas Bradbury. Como en otras ocasiones, intentaré un resumen para los que tienen pereza de buscar las infinitas biografías de este autor en la web
Ray Bradbury, nació en Illinois, USA en 1920, está entre el grupo de (hoy) conocidísimos escritores que hicieron pasar la ciencia ficción desde un entretenimiento barato en las revistas “Pulp” norteamericanas a un género reconocido. Uno de los grandes.
En su niñez vivió con toda su familia y parientes en Waukegan, Illinois, que con el tiempo se transformaría en “Green Town” en sus historias. Como nota de color, es descendiente de Mary Bradbury, quien estuvo condenada a morir por bruja en Salem, aunque logró escapar.
Su familia se mudó buscando trabajo durante la gran depresión, hasta que su padre consiguió uno estable en 1934 en Los Angeles, California. En el colegio, fue activo en el club de drama, y vivía yendo a Hollywood para tratar de encontrarse con celebridades del espectáculo.
Sus lecturas de clásicos de Ciencia Ficción y aventuras de su juventud: Julio Verne, H.G. Wells, Edgard Rice Burroughs con su ciclo de historias de Marte, y su gusto por la actuación y el cine, fueron las que lo marcaron inicialmente como autor.
Entre sus amigos de toda la vida están Charles Addams, el historietista que creó “La Familia Addams” quien hizo algunos dibujos para ilustrar una historia de Bradbury, Homecoming en 1946 y planificaron toda la vida hacer trabajos juntos.
Otro de sus amigos fue el famoso director de efectos especiales Ray Harryhausen, el creador de míticos monstruos en step motion, que inclusive fue su padrino de casamiento.
Recordar que aquí en Argentina, tuvo una relación de trabajo con el fotógrafo Aldo Sessa, quién hizo la fotografía de “Fantasmas Para Siempre” a partir de la generosidad con sus textos del escritor. Evidentemente tenía un gusto por lo visual.
Según él, entre sus trabajos solo Farenheit 451 debe considerarse como Ciencia Ficción, los otros son de fantasía, ya que esta fue la única que se basó en algo real, posible. Crónicas Marcianas o El Hombre Ilustrado, por ejemplo, las pensaba como historias de fantasía científica.
Su prosa destaca por lo poética y lograda, según él, era muy cuidadoso en este aspecto y nacía de su gusto por la lectura de poesía. Es más, recomiendo que aquellos que leen en inglés, prueben a leerlo en idioma original.
Los trabajos de R B en general son historias más o menos cortas. De hecho, Farenheit 451 se inició como un cuento largo, de unas 20.000 palabras, lo que los norteamericanos llaman “Novellette” en la biblioteca de la UCLA donde alquilaba una máquina de escribir
Como curiosidad, los norteamericanos, supongo que fruto de la forma de pago de sus obras, tienen una clasificación más o menos estricta en relación a la cantidad de palabras, aunque no únicamente basada en estas cantidades.
La vida de Bradbury fue la de un escritor de Ciencia Ficción profesional de la edad de oro de la Ciencia Ficción. Casado durante 56 años con la misma esposa, viviendo de su trabajo, nunca tuvo licencia de conducir, un biker precursor😀.
Muchas de sus obras son recopilaciones de cuentos con algún tipo de conexión entre sí, como por ejemplo las ya mencionadas Cronicas Marcianas (1950) o El Hombre Ilustrado (1951), y si bien sus obras más icónicas son las de sus primeros años, siguió escribiendo toda su vida.
Curioso que ya en 1994, creía que la “corrección política” se traduciría en un problema de libertad de expresión, que volvía actual su novela Farenheit 451. Hoy, cuando este tipo de actitudes pasan a lo que se conoce como “cancelaciones”, está vigente más que nunca.
Murió en 2012 a los 91 años de edad, luego de toda una vida como uno de los escritores icónicos de la Ciencia Ficción.
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