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Acercando el espacio a nuestras vidas cotidianas. Columnista en @PrimeraLineaArg✍️ y @UnDinamo📻. 👉 https://t.co/25zpc1JZpI

Sep 25, 2020, 12 tweets

Hoy nos toca repasar la misión Apollo 15. 🚀

Fue la cuarta en llegar a la Luna, pero no por eso menos interesante: un rover eléctrico, homenajes a cosmonautas soviéticos y un escándalo filatélico internacional.

Brevísimo hilo para contar esta historia 👇

La tripulación: Scott (veterano de Gemini y Apollo 9) y los novatos Irwin y Worden.

El objetivo: la primera misión de tipo 'J'. Estadía lunar extendida de casi 3 días y actividades extravehiculares durante casi 20 horas.

Con tanto tiempo en la Luna, fue la primera vez que utilizaron un vehículo terrestre: el Lunar Roving Vehicle (LRV).

Un buggy eléctrico de 210 kg fabricado por Boeing y que les otorgaba unos 90 km de autonomía.

El LRV era tan liviano que sus ruedas eran una especie de malla de alambre y sólo funcionaban en la gravedad reducida de la Luna.

Si los astronautas se hubieran subido a este buggy en nuestro planeta, lo habrían aplastado con su propio peso.

Otro dato interesante es que si bien el LRV les permitía visitar sitios más lejanos, la NASA quería que los astronautas estén siempre a "distancia caminable" de su base en el módulo lunar. Es decir, poder regresar caminando sin agotar su oxígeno y agua.

Por eso los planes de excursión comenzaban siempre haciendo un recorrido largo con el LRV, y luego volver al módulo lunar con paradas en el camino de regreso.

De esta manera, se estaba más lejos de base cuando más altas estaban las reservas de O₂ y agua de los astronautas.

El LRV viajaba plegado en un compartimento al costado del módulo lunar.

Una vez finalizada la misión se lo dejaba en la Luna. No tenía sentido retornar con semejante trasto.

Y algo más que dejó Apollo 15 en la Luna es una placa y una estatuilla en honor a todos los astronautas caídos.

Esto incluye los nombres de las fallidas Apollo 1 y Soyuz 11, así como Komarov y Gagarin. 🎖️

Pero, tristemente, la Apollo 15 también es conocida por una controversia.

A un comerciante de filatelia alemán se le ocurrió que si llevaba unos sobres con estampillas a la Luna y los traía de regreso, estos valdrían muchísimo dinero.

Los astronautas, a espaldas de su jefe Deke Slayton, aceptaron y así es que llevaron unos 400 sobres a bordo del módulo lunar.

Al regresar, se repartieron 100 sobres cada uno y le dieron los 100 restantes a este comerciante a cambio de unos 7.000 dólares cada uno.

En su momento los sobres se conseguían a razón de unos 1.500 dólares cada uno. Varios siguen circulando... de hecho uno se vendió por unos 55.000 dólares en 2014.

Y una vez que se destapó este escándalo, a los astronautas les dieron una reprimenda... y ninguno volvió a volar. 😟

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