¿Sabían que los españoles casi descubren el Paso del Noroeste medio siglo antes que los británicos? ¿Que la isla de Vancouver realmente se llama isla de Quadra y Vancouver? ¿Y que Alaska era española y casi cuesta una guerra? Francisco de la Bodega y Quadra, hilo de hoy.
En 1493 el papa Alejandro VI concedió a la Corona de Castilla y Aragón la bula Inter Caetera II lo que les daba la legitimidad sobre la costa oeste de Norteamérica, todavía no descubierta, lo que incluía Alaska y todas las tierras adyacentes.
Carlos III, famoso benefactor de empresas científicas y cartográficas, organizó varias expediciones a la región para intentar colonizarla. Las expediciones de Bruno de Heceta y Alejandro Malaspina fueron exitosas y dejaron algunos topónimos en la región, como el Glaciar Malaspina
Sin embargo, los británicos siguiendo el ejemplo de la corona española, enviaron exploraciones a la zona, como las de James Cook o George Vancouver, con la misma intención de colonizarlas. Si bien lo que realmente se buscaba era el legendario Paso del Noroeste.
El paso del Noroeste es la ruta marítima que bordea Norteamérica, atravesando el océano Ártico y conectando el estrecho de Davis y el estrecho de Bering, o lo que es lo mismo, el océano Atlántico y el océano Pacífico, por el Norte. ¿Pero qué importancia tenía?
Con la concesión de las bulas de reparto de las tierras del Nuevo Mundo entre las dos potencias que optaban a su descubrimiento, colonización y dominio: España y Portugal; Francia, Holanda e Inglaterra habían quedado sin una ruta marítima a Asia, ya fuera por el Norte o el Sur.
Sin una ruta marítima a Asia, bordeando África o Sudamérica, el comercio con Lejano Oriente es imposible. La Ruta Sur por definición ya era portugesa, y las otras posibles cruzando Sudamérica, españolas. ¿Pero existía el legendario Paso del Norte de las leyendas vikingas?
Juan Francisco de la Bodega y Quadra, oficial español criollo limeño de la Real Armada estaba dispuesto a descubrirlo. Procedente de una familia de la nobleza cántabra asentada en Lima, ingresó en la Escuela de Guardiamarinas de Cádiz, licenciándose 4 años después como alférez.
En 1775, Bruno de Heceta realizó una expedición a la costa noroeste de América, siguiendo una expedición anterior de 1774, que no había conseguido reivindicar esta costa para España. La expedición estaba formada por dos barcos: el Santiago dirigido por Heceta y la goleta Sonora.
Francisco de la Bodega, era el joven teniente de la goleta. También había un tercer barco, el San Carlos, que partió junto a ellos pero se desvió al comenzar la misión para explorar la bahía de San Francisco, no llegando a unirse a la expedición.
La expedición tenía órdenes de explorar la costa y desembarcar de forma que los nuevos territorios fueran reconocidos como españoles. También tenían órdenes de identificar los asentamientos rusos. Los barcos dejaron San Blas el 16 de marzo de 1775.
Diversos factores retrasaron el progreso de la expedición, entre ellos las enfermedades (escorbuto), las tormentas, y diveros encontronazos con los indios, pacíficos hasta esos tiempos, que mataron a varios marineros que recogían caza en los bosques.
Francisco de la Bodega ordenó abrir fuego para cubrir la fuga de sus hombres pero el barco se encontraba demasiado lejos de la costa y todos perecieron. Afectado por este desastre, Heceta decidió volver a México, no así Bodega que lo rechazó, por lo haber cumplido su misión.
Bodega continuó hacia el norte a bordo del Sonora llegando hasta las proximidades de la actual Sitka (59º latitud norte), en Alaska, el 15 de agosto de 1775. Recorrió la costa de forma rigurosa en busca de asentamientos rusos, su principal orden de la Real Armada.
Sin encontrar asentamientos rusos, tornaron rumbo sur. En el viaje de vuelta se aseguraron de tomar tierra en una ocasión para reclamar el territorio para España.
La expedición hizo ver a los oficiales españoles que los rusos no tenían una gran presencia en la costa del Pacífico.
En 1779, las fragatas Princesa y Favorita, bajo el mando de Ignacio de Arteaga y con Bodega como segundo, partieron nuevamente de San Blas. Con la excusa de su mayor antigüedad, se le otorgó el mando a Arteaga, aun a pesar de los notables méritos de Bodega.
Su misión era explorar la costa noroeste. Bodega cartografió cada bahía y ensenada en busca del Paso del Noroeste llegando hasta los 58º 30' norte antes de volver desde Alaska a causa del mal tiempo. Este viaje completó el complejo proceso de reclamación del Noroeste Pacífico.
En 1792, ya como capitán, se le ordenó negociar la soberanía de la costa americana del Pacífico Noroeste y del ambiguo tratado acordado en El Escorial, como comisionado de España, con el capitán británico George Vancouver en la isla de Nutka.
Aunque mantuvieron buenas relaciones, fueron incapaces de llegar a un acuerdo sobre los detalles del tratado. Bodega estaba en contra de las directrices llegadas de España que le ordenaban ceder la isla, él defendía que la presencia española era anterior a la inglesa.
Después de unas largas negociaciones con el capitán Vancouver, ambos estuvieron de acuerdo en enviar los puntos en desacuerdo a sus respectivos gobiernos. Durante las reuniones Bodega pidió a Vancouver bautizar "algún puerto o isla con el nombre de ambos" en señal de acuerdo.
Puesto que Nutka estaba sobre una isla, Vancouver le respondió que el lugar de sus encuentros podría llevar el nombre de "Isla de Quadra y Vancouver” y con este nombre se introdujo en las cartas de navegación y mapas.
Sin embargo, este nombre pronto fue acortado a Isla de Vancouver por los cartógrafos de la Compañía de la Bahía de Hudson, ingleses, para borrar cualquier evidencia de que los británicos no habían sido la potencia preeminente en la región antes que cualquier otra potencia.
El 11 de enero de 1794, España y el Reino Unido firmaron un acuerdo por el cual accedían a abandonar la región, la 3ª Convención de Nutka.
De regreso a San Blas, Bodega enfermó y fallecería el 29 de marzo. Fue enterrado en el Convento de San Fernando, donde reposa.
Las Convenciones de Nutka negociadas por Juan Francisco de la Bodega y Quadra previnieron la escalada de la disputa y el principio de acuerdo permitió desmovilizar las flotas de ambos países y evitar así una guerra. Por sus servicios, ninguna placa o estatua le recuerda.
Sin embargo la isla de la ciudad de Vancouver homenajean a su contraparte británica.
Pero recuerden: allá dónde hubo un descubrimiento, había un español.
Láminas de Carlos Parrilla.
Uniformes de José Mª Bueno.
Mapas variados.
Gracias por leer.
Nota: el Paso del Noroeste se asume descubierto en 1851 por Sir Robert McClure.
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