-Podemos ir a una ciudad secreta —me dijo Bayram—. Pero con una condición.
-¿Cuál? —pregunté.
-Que jamás digas a nadie a dónde fuiste...
Y fue así, en una región perdida del Kurdistán iraní, como empezó uno de los días más locos de mi vida.
1) ¿Fueron alguna vez a un pueblo oculto?
-Yo nunca antes, pero, Fer...¿A qué te referís?
Lo que quiero decir es: un lugar que nadie conoce, que queda al final de un camino desierto, al que no se puede entrar, y en donde los ciudadanos viven ajenos al mundo...
¿Existe algo así?
2) Esta historia comienza en la ciudad de Kermanshah, en la región kurda de Irán.
Estábamos con mis amigos Beyrooz y Bayram y fuimos a visitar la inscripción de Behistún.
Para los arqueólogo/as, estas ruinas son lo más parecido al éxtasis. Nos transportan a otros mundos.
3) La inscripción fue realizada durante el reinado de Darío de Persia, hace 2.500 años, en un acantilado.
Relata la historia de sus conquistas.
Lo increíble es que contiene tres versiones de un mismo texto, en tres idiomas diferentes: persa antiguo, elamita y babilonio.
4) Una vez se certificó que los tres textos eran iguales, se logró -gracias al conocimiento del persa- identificar los caracteres de los otros dos alfabetos, que hasta ese entonces no se podían leer.
Imagínense: de repente, entender lo que escribió alguien hace dos milenios...
5) El descubrimiento de Behistún y su comprensión son uno de los grandes hitos de la historia humana. Una puerta al pasado.
Y yo estaba allí, viéndolo con mis ojos.
Entonces, pensando en la antigua Mesopotamia, escuché la voz de Bayram.
"¿Fuiste alguna vez a un pueblo secreto?"
6) "¿Te animás? Mirá que los que viven allí profesan una religión muy extraña y prefieren mantenerse en el anonimato..."
Veinte minutos después, obviamente, y con Behistún aún en las retinas, íbamos los tres por los caminos de tierra del Kurdistán rumbo a la ciudad misteriosa.
7) La pobreza se dejaba ver en la zona.
Una hora de viaje, dos horas.
Pasaban pastore/as con sus ovejas. Se nos aparecían algunas casitas de adobe derruidas.
Yerma, la montaña reclamaba su espacio a la ruta.
Hasta que de repente, vimos una garita, de la nada.
¿Habíamos llegado?
8) Unos minutos después, me saqué esta foto...
La ruta, una cadena y mi tristeza.
El pueblo sin nombre nos había cerrado sus puertas y yo quería llorar.
Llegar hasta un lugar que no existe para que no te dejan entrar, ¡Qué picardía!
Y entonces sucedió lo increíble...
9) Esta historia se titula: ¡BIENVENIDOS A (X)!
Está en el capítulo 18 de mi libro y para saber cómo sigue deberán esperar a que salga 😙
La buena noticia es que eso será MUY PRONTO, tanto que...
¡¡¡LA PRÓXIMA SEMANA EMPIEZA LA REVENTA!!!
Cuenta regresiva: 10, 9, 8...
🔥🔥🔥🔥
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