Claudio Cormick Profile picture
Dr en Filosofía Inv asistente en CONICET Vegano racional Docente Tengo 3 hermanas y 3 sobrinos Preventa de Argumentos en una baldosa: https://t.co/DwuY1aBDEv

Jan 29, 2021, 20 tweets

“No la dejes ir, no la dejes ir
¿Por qué? TE LO DIGO YO”

Ya usamos a Rodrigo para hablar de explicación científica; ahora llega Alcides: ¿es legítimo que nos diga qué hacer con Violeta porque LO DICE ÉL?

Hoy con @ValeArvejita: recurso a autoridad e individualismo epistemológico

Esta pregunta es relevante para pronunciarnos respecto de lo que se conoce como individualismo epistemológico, y que se puede resumir en frases del tipo “si no lo veo, no lo creo”, que expresan la exigencia de tener un acceso de primera mano a la información.

Este individualismo puede llevar a no considerar testimonios de terceros como fuentes fiables de información, incluso cuando se trata de autoridades especializadas, algo que se ha expresado de manera particularmente notable a propósito de la actual pandemia.

Por ejemplo, cierto agitador ultraliberal al que solo llamaremos Carlos M. dijo: "Yo violé todas las normativas desde el primer día y A MÍ NO ME PASÓ NADA. Esto es un verso. Una tremenda mentira mundial".

La única traducción posible de esta frase parece ser algo como: “independientemente de lo que afirmen todas las autoridades sanitarias del mundo, dado que MI EXPERIENCIA INDIVIDUAL no me muestra que exista un virus espantosamente letal, afirmo que el virus no existe”.

Expresiones similares de individualismo epistemológico las hallamos entre terraplanistas: una premisa fundamental de estas personas es que cada quien tiene la necesidad −y la posibilidad− de testear por sus propios medios todas las hipótesis científicas.

En particular, quienes defienden que la Tierra es plana no aceptan el testimonio de autoridades científicas como la NASA.

Ahora bien, ¿qué clase de argumento podríamos presentarles para justificar que es LEGÍTIMO decir “acepten esto porque lo digo yo”?

Ante todo, debemos considerar un problema como la CANTIDAD TOTAL del conocimiento humano. ¿Es posible hoy que cada quien acceda a todo el conocimiento acumulado por nuestra especie, o −al menos− “solamente” todo el conocimiento que es necesario para nuestra vida cotidiana?

Pensemos en la cantidad de conocimiento experto que presuponemos y respecto del que estamos obligados a CONFIAR EN LA AUTORIDAD epistémica de otras personas: CONFIAMOS en que el agua que tomamos es potable, CONFIAMOS (como Mariel) en que los ascensores que tomamos no van a caerse

Nuestro uso de vacunas, pero TAMBIÉN nuestro consumo de alimentos y agua, nuestro uso de medios de transporte y vivienda y, last but not least, nuestro acceso a Internet (incluso para ver videos conspiranoicos) presuponen… la confianza en personas expertas.

¿En qué momento habríamos podido pretender tener acceso a todo el conocimiento disponible? En el mejor de los casos, en la época de nuestros ancestros cazadores-recolectores, que vivían en una sociedad en la que el saber se encontraba mucho menos especializado.

Entonces podemos presentar este argumento:

1) El conocimiento involucrado en nuestra vida cotidiana está tan desarrollado que nadie puede por su cuenta abarcarlo en su totalidad (Premisa)

2) Este conocimiento no abarcable individualmente es, sin embargo, necesario (Premisa)

3) Necesitamos acceder a este conocimiento de manera mediada (Conclusión de 1 y 2)

4) Las personas expertas son las que pueden proporcionarnos, justamente, un acceso MEDIADO a diversas áreas del conocimiento (Premisa)

5) Necesitamos recurrir a expertos (Conclusión de 3 y 4)

Entonces, SI Alcides tiene, sobre la conducta de la perra Violeta, un conocimiento especializado del que las otras personas carecemos (quizás porque no conocemos a Violeta) entonces es legítimo que Alcides, que es un experto en su conducta, nos pida que confiemos en su palabra.

SI, por el contrario, nosotros mismos conocemos a Violeta, no necesitaremos la mediación de Alcides porque sabremos de primera mano que no tenemos que dejarla ir.

De manera similar, si no fuera Alcides (el experto en la conducta de Violeta) quien nos pide que confiemos en su palabra, sino su vecina Viviana (que no conoce a la perrita, pero es una autoridad en OTRO campo), entonces sería ilegítimo que se nos pida esta confianza.

Recapitulemos. Cuando decimos “Esto debe ser verdad porque lo dice tal o cual autoridad” y nos responden “Eso es una FALACIA de autoridad”, esa no es siempre una respuesta razonable: muchas veces NECESITAMOS la mediación de personas expertas.

Esto no quiere decir, sin embargo, que las autoridades que nos piden confianza en ellas SOLO puedan pedirnos tal confianza: en ciertas condiciones puede no ser posible ENTENDER LAS RAZONES en las que estas autoridades basan sus decisiones, en otras sí…

…y cuando se da lo segundo, es deseable que tales personas expertas comuniquen dichas razones de maneras comprensibles para las no expertas.
Ahora, ¿cómo reconocer a quienes son personas expertas? Dejemos este problema −debatido− para una próxima entrega de #Epistemología101

Créditos a @fpenelas por haber usado previamente “Violeta” para explicar un punto mucho más específico del problema del testimonio.

Nos despedimos con esta joyita que todo el mundo debe ver al menos una vez en su vida:

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