Para los científicos, profesionales sanitarios, etc., y ahora en tiempos de pandemia para todos en general, usar equipos de protección adecuados y de la manera correcta es básico.
No hacerlo, puede traer consecuencias muy graves. Os cuento #HistoriaMedicina #hilo 🧵⤵️
Karen Wetterhahn, que había nacido un 16 de octubre de 1948, trabajaba como profesora e investigadora en el Dartmouth College (New Hampshire, EE.UU.). Era doctora en química y estaba especializada en los efectos de los metales pesados sobre la salud
Karen estaba investigando sobre las interacciones entre iones de mercurio y las proteínas reparadoras del ADN.
Utilizaba dimetilmercurio para medidas de espectroscopia de resonancia magnética nuclear
El dimetilmercurio es una de las neurotoxinas conocidas más fuertes, una cantidad menor de 0,1 ml. puede provocar la muerte y además es fácilmente absorbible a través de la piel humana
Ya os conté una historia de gatos relacionada con un personaje de Alicia en el País de las Maravillas sobre este producto y otros derivados del mercurio.
La recuerdo 🧵⤵️
Volviendo a la historia de Karen, el 14 de agosto de 1996 y mientras trabajaba con dimetilmercurio, que había sido sintetizado por primera vez en 1857, una microgota de este cayó sobre el dorso de su mano
En un principio no debería haber ocurrido nada porque llevaba los guantes de látex protegiéndole, tal y como la normativa exigía, y, además, limpió y eliminó rápidamente ese minúsculo residuo y tiró los guantes
Karen cada vez que se metía en su laboratorio, además de los guantes desechables, utilizaba una bata y unas gafas de protección y enfriaba con hielo la pipeta que contenía el derivado de mercurio para reducir su presión de vapor
Además, todos los procesos los realizaba en una cabina sellada y con ventilación filtrada para evitar los peligrosos vapores.
Estaba todo perfectamente controlado...
De hecho, un par de semanas después de lo ocurrido, Karen, contaba a modo de anécdota a sus amigos, lo acontecido con la gotita de veneno de un tamaño menor a un grano de arroz que le había caído sobre su guante
En diciembre de ese 1996 y con la Navidad a la vuelta de la esquina, Karen empezó a notar cosas extrañas, ... tenía hormigueos en los pies y en los dedos de estos
Su cuerpo no estaba "normal"
En un pocos días, los problemas de entumecimiento en las extremidades inferiores eran tan limitantes que no podía conducir, ya que no podía accionar los pedales de su coche
Estábamos ya en 1997
Había llegado un momento en que los problemas de coordinación eran tan importantes que llegó a perder la movilidad, para después llegar a perder incluso la vista, el oído y el habla casi por completo
En un primer momento y cuando todavía estaba en plenas facultades mentales, Karen no asoció lo que le ocurría con su trabajo y mucho menos con el incidente de la gotita de dimetilmercurio...
Los médicos no sabían de donde provenía ese deterioro tan grave y rápido, pero llegó un momento que por descartar fueron a buscar si la causa venía de su trabajo en el laboratorio de la universidad y...
Unos análisis el 28 de enero de 1997 confirmaron que tenía niveles altísimos de mercurio en sangre.
La maldita microgota del venenoso líquido la estaba destrozado por dentro...
Su sangre tenía casi 4000 microgramos de mercurio por litro, cuando lo normal es tener entre 1 y 8 microgramos y el límite del "peligro" está en los 50 microgramos.
Ahí Karen recordó el trágico episodio de la gotita y lo contó a los galenos
Es sabido que los primeros síntomas de intoxicación por dimetilmercurio no aparecen inmediatamente, pero cuando llegan se agravan con extrema celeridad debido a la acumulación de mercurio que en el sistema nervioso central
Karen fue sometida a un agresivo tratamiento para intentar eliminar el mercurio de su cuerpo, pero no se pudo hacer nada y murió el 8 de junio de 1997 tras estar varias semanas en coma irreversible
Antes de fallecer y cuando ya sabía lo que tenía y el destino que le esperaba, hizo jurar a sus compañeros y colaboradores que alertarían a la comunidad científica de los peligros del dimetilmercurio
En cualquier caso, ¿cómo es posible que le afectara una microgota llevando guantes de látex de primera calidad que no dejan teóricamente pasar nada, ni siquiera partículas microscópicas?
A raíz del caso de Karen, tras las investigaciones pertinentes, se obtuvo la respuesta a esto: debido a la estructura lineal de los enlaces del dimetilmercurio y a su extrema volatilidad, las moléculas alargadas actúan como "agujas" que perforan microscópicamente el látex
Esta perforación invisible a los ojos ocurre también con materiales más impermeables que el látex, como por ejemplo el PVC, el butilo o el neopreno. Se acaban de dar cuenta que algunos de los equipos de protección individual (EPIs) que usaban no eran tales
Esa microgota que atravesó de manera invisible el guante de látex de Karen, por supuesto atravesó su piel, y en pocos segundos estaba navegando por sus venas y arterias llegando hasta su cerebro donde se concentró
La Dra. Karen Wetterhahn logró que se cumpliera el juramento que pidió en su lecho de muerte y a raíz de su accidente cambiaron los protocolos para el manejo de sustancias como el dimetilmercurio, donde se deben utilizar guantes laminados flexibles de plástico de alta resistencia
Además, se reemplazó el dimetilmercurio como patrón para las medidas de resonancia magnética nuclear por el tetrametilsilano (TMS), “inofensivo” al lado de los derivados del mercurio
En general el dimetilmecurio casi no se utiliza para nada porque su toxicidad restringe sus aplicaciones científicas y ninguna compensa el peligro que supone su manipulación
Por desgracia Karen fue “conejillo de indias” sin pretenderlo en sus propias investigaciones sobre las consecuencias de los metales pesados en la salud y su caso permitió adoptar medidas para que no se repitiera
El National Institute of Environmental Health Sciences estableció en 1998, y en su honor, el Wetterhahn Memorial Award para estudiantes graduados e investigadores a nivel postdoctoral
niehs.nih.gov/research/suppo…
Antes de todo lo contado, en 1990, Karen junto a Carol Muller, al ver la escasa representación de mujeres en la ciencia, crearon el "Women in Science Project" para ayudar a mujeres emprendedoras en ciencia
students.dartmouth.edu/wisp/
La información ha sido sacada básicamente de…
pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11217716/
nejm.org/doi/full/10.10…
El caso de Karen demuestra que por mucho que creamos que estamos seguros, siempre hay “resquicios” que nos pueden traer problemas. Por favor, en tiempos de #covid19 cuidaros, tomad precauciones y no subestiméis los riesgos #gracias
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