Hilo para gente curiosa:
En el siglo X, el Rey Harald Blåtand Gormsen unificó Dinamarca con Noruega. A su muerte, por alguna razón, sus dientes adquirieron un tono azulado, que se convirtió en su mote para la Historia, y así ha llegado hasta nuestras vidas en el presente (1/X)
En 1996, representantes de Nokia, Ericsson e Intel se reúnen para acordar el estándar de una nueva forma de conexión entre equipos cercanos via radio. La cosa no tenía nombre, y Jim Kardach de Intel propuso medio en broma: “Bluetooh”, el apodo del unificador Rey Harald (2/X)
Los presentes lo aceptaron, solo mientras buscaban el registro de un nombre más serio, tipo acrónimo. “Personal Area Network”, PAN, era el preferido.
Pero la cosa se fue complicando por registros preexistentes. Y a la gente del área comercial les gustaba Bluetooth (3/X).
Y un buen dia dejaron de buscar alternativas, y apostaron todo por el Rey Harald “Bluetooth”. Pero faltaba el logo. Ya puestos, alguien se fue a buscar el alfabeto de los tiempos del vikingos y sajones. Alfabeto rúnico, donde los distintos caracteres son llamados “runas” (4/X)
Y de ahí salió el logo que tienen uds encima de sus mesas o en sus manos en este instante: las iniciales del Rey Harald Blåtand combinadas, y obviamente en azul.
Patrimonio histórico y cultural para identificar tecnología hoy cotidiana y esencial.
Saludos. (5/5).
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