#Hilo 🧵👁️ Salvador Dalí, el ‘Divino Dalí', como él se hacía llamar, nació hace 117 años en Figueras, España. Lo recordamos con un recorrido por las muchas excentricidades que presumió el pintor, escultor, escritor e iniciador del performance.
Su infancia estuvo marcada por un extraño incidente. Por largos años, Salvador Dalí creyó ser la reencarnación de su hermano 'Salvador', quien había muerto por una infección respiratoria. Sus padres se encargaron de apoyar esa sospecha.
El arte fue descubierto por Dalí a una muy temprana edad. Se dice que su primera pintura la hizo a los 10 años. En 1919 fue reconocido su talento, lo que lo convenció de buscar nuevos aires en Madrid y más tarde en París.
A finales de los años veinte, hizo amistad con otro adelantado, Luis Buñuel. De la imaginación de ambos surgen, ‘Un perro andaluz’ y ‘La Edad de Oro’, dos testimonios cinematográficos del surrealismo.
Si bien, la mayor parte de su obra tiene tintes surrealistas, Dalí nunca fue apreciado por los integrantes de esa corriente artística que le reclamaron por sus ideas cercanas fascistas y por sus coqueteos con la imagen de Adolfo Hitler.
‘A menudo soñé con Hitler como otros hombres soñaban con mujeres’, aseguró. Incluyó a Hitler en su obra y lo hizo en su pintura llamada ‘Metamorfosis', de 1958, donde el retrato del dirigente nazi se encuentra oculto en el paisaje.
En los años cuarenta decide llevar su obra por otros derroteros, pero sin renunciar a los paisajes oníricos. En 1945 hace mancuerna con Alfred Hitchcock en la película ‘Spellbound’.
Conoció a Gala en 1929, cuando hacia pareja con el poeta Paul Eluard. Por varios años tuvieron una relación extramarital hasta que en 1934 se casaron. A partir de ahí Gala se transformó en su manager y musa.
Era tal la rareza de su relación que Dalí le compró a Gala un castillo en Cataluña. Solo la visitaba cuando Gala se lo pedía por una muy atenta invitación.
Otro de los rostros de Dalí fue su amor por las cámaras y el público, una muestra de ello es esta entrevista de 1966, en donde agradece a quienes apoyaron su trabajo artístico.
Sin duda alguna, Salvador Dalí fue uno de los precursores del llamado ‘performance’. En 1970, Dalí saliendo de un huevo, un momento inolvidable.
Se afirma que estafó a Yoko Ono al venderle por 10 mil dólares lo que se suponía era una parte de su enigmático bigote. Los enterados dicen que Dalí le entregó a Yoko Ono unas briznas de sabrá dios qué material y le juró era parte de su bigote; sin regañadientes aceptó el dinero.
‘Pintura Pluvial, fue el nombre de otro ‘performance’ de Dalí en 1974. Al evento acudieron decenas de personas.
Muy pagado de sí mismo, fue otro de los gestos de la personalidad de Salvador Dalí. En los setenta se declaró 'el salvador' de la pintura moderna.
‘El misterio de la inmortalidad está en la hibernación de los moluscos’, dijo alguna vez Dalí en una entrevista en donde también se dijo ser creyente de Dios, pero admitió no tener pruebas de su existencia.
En 1989, a siete años de la muerte de su adorada Gala, el artista murió y nada mejor que recordarlo en uno de sus elementos favoritos, frente a las cámaras y hablando de supersticiones. Final del #Hilo
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