Por fin he visitado el Museo Naval de Madrid. Mi impresión es que es difícil contar una historia tan fascinante de una forma más aburrida. No es una crítica política (eso después). Es museográfica. Hilo:->
Hay una famosa frase apócrifa que dice "la historia es un maldito hecho detrás de otro". Se trata de una simplificación de lo que la historia realmente es (más bien la historiografía), pero refleja acertadamente lo que es el Museo Naval.->
Porque en el museo nos cuentan poco de la vida de los marineros, de su extracción social, de las experiencias a bordo de exploradores y conquistadores, de cómo y quiénes construían un barco, o de cómo se vivía un zafarrancho de combate.->
Hay una gran colección de instrumentos científicos, pero tampoco sabemos mucho sobre cómo se alió la tecnología a la guerra y la exploración. Nada que no sea obvio, al menos. Lo que tenemos es una batalla, un barco y un almirante detrás de otro.->
Lo cual tiene su público. Pero la historia naval podría interesar a mucha más gente si se contase de otra manera. Es lo que pasa cuando los museos los dirigen almirantes, en vez de museólogos. Porque la museología militar es a la museología lo que la música militar a la música->
Irónicamente, al contar las cosas de forma aburrida, el museo fracasa en su intencionalidad política. Porque atraerá principalmente a un tipo de público ya convencido: entusiastas de los barcos o de la historia patriota.->
Ojo, no creo que sea un museo ultraderechista. Es un museo simplemente conservador. En fondo y forma. Un museo del siglo XIX. A juego con algunas estatuas que se están erigiendo en Madrid.->
Un museo que transmite el mensaje de que las páginas más brillantes de la historia de España son las que se escribieron con sangre. Para mí las páginas más gloriosas son las que escribieron Velázquez, Rosalía de Castro o Ramón y Cajal, por ejemplo.->
Porque sigo disfrutando con los cuadros de Velázquez y los poemas de Rosalía y me beneficio de los descubrimientos de Ramón y Cajal. Pero veo muy poco actual, útil o digno de celebración, que sé yo, el bombardeo de Callao en 1866. ->
El discurso conservador, en todo caso, me parece legítimo. No creo que todos los museos tengan que ser progres. Pero sí creo que los museos deberían ser entretenidos, atractivos y lugares donde aprender. Este, en mi opinión, no lo es.
(Pero tiene una colección de porcelanas Swatow y Jingdezhen y de martabanes del sudeste de Asia que mucho cuidadito).
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