¿Por qué hay videos en YouTube con más de 60 millones de vistas que solo muestran por horas fuego en una chimenea? ¿Qué es lo que nos hipnotiza del fuego? Seguro que hay una empresa industrial argentina que sabe la respuesta. Hoy que hace frio, esta es la historia de Tromen.
En la década del 70 Mario Remondino inició su camino en la industria metalúrgica proveyendo materiales para la construcción. Pero con la crisis de 2001 se vio obligado a reinventarse. Así nació Tromen, combinando el know how del rubro y la necesidad de afrontar nuevos desafíos.
La marca comenzó fabricando y comercializando salamandras, su producto estrella y por lo que es reconocida sobre todo en las zonas más frías del país y por aquellos consumidores que buscan calefaccionar sus hogares con energías alternativas y un consumo eficiente.
Tromen propone cambiar la matriz energética mediante un uso racional de la energía empleando como principal elemento de combustión la leña. Sus productos poseen un sistema de doble combustión que mejora el aprovechamiento de los recursos reduciendo hasta un 40% el consumo.
Con los años sumó la línea gourmet compuesta por hornos, parrillas y accesorios. Estos productos son en su mayoría a leña, pero también producen algunas parrillas a gas y eléctricas.
La empresa inició en un taller con dos empleados y hoy se encuentra ubicada en un predio fabril de 5 mil m² en Moreno, Provincia de Buenos Aires y cuenta con más de 140 trabajadores entre los operarios de la fábrica y el personal administrativo.
Uno de los principales desafíos que tiene la empresa, al igual que todas las PyMEs del país, es la inserción en el mercado internacional. Esto se debe al costo de la materia prima (que a veces es hasta 20% más caro que en otros países) y la carga impositiva argentina.
Pero a pesar de esto logran exportar sus productos a Canadá, España y toda Latinoamérica con una fuerte presencia en Uruguay y Paraguay gracias al diseño sofisticado y la calidad industrial que ofrece la marca.
Tromen logró algo genial: ponerle marca y diseño al famoso chulengo. Logró adaptarlo con una versión a gas y una a leña. Lo mejor: los venden en el exterior. Aprovecharon el prestigio que tiene la carne 🇦🇷 y estiraron el concepto. Si la 🍖 es la mejor, los asadores también.
Esta empresa, al igual que muchas otras, sigue apostando al crecimiento de la industria nacional a través de la inversión en maquinarias de última generación que generan una mejora significativa en la calidad y vida útil de sus productos.
A pesar de estar consolidada en el mercado, Tromen trabaja constantemente para superarse mediante el rediseño y actualización de productos existentes y la incorporación de nuevos artículos como el Kamado, una adaptación de un horno a leña japonés muy popular en el mercado actual.
Los de Tromen le piensan el 360 al producto. ¿Qué haces cuando estás con un fueguito? Ponés música. Yo cada vez que hago asado lo primero que me sale poner es Los Rodríguez. Ellos crearon listas en Spotify con @mexur y @JuanchiBaleiron: open.spotify.com/playlist/2BcRx…
Hace 10 días no sabía que existía la empresa. Pero le pregunté a varias personas y me dijeron “Siii. Tromen”. Esa reacción que tiene la gente cuando menciona algo bien hecho. Así que contento de conocer una nueva empresa argentina que vale la pena. Los que tienen Tromen, inviten!
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