Nacho Montes de Oca Profile picture
Periodista y escritor. En Youtube: https://t.co/HoWfcX2ptn

Jul 6, 2021, 34 tweets

Europa y EEUU levantan restricciones pese a la nueva ola y de a poco regresan a la vida habitual. Más allá de la envidia que nos da, existe diferencia crucial que nos aleja de llegar a festejar lo mismo. Tiene que ver con la sociedad que emerge de la pandemia.

Con la pandemia se plantearon modelos enfrentados. Por un lado el extremo represivo chino con puertas soldadas, soldados cerrando ciudades y cifras reales y científicos que desaparecían. Por el otro, Occidente restringiendo, pero apelando a la responsabilidad individual

Luego vino la diplomacia de la pandemia. Por un lado, capitales privados occidentales ofreciendo al mercado vacunas y del el otro consorcios auspiciados por presidentes que promovían las nacionales como si fueran propias. Y detrás de ello, opciones de sociedad

Argentina y países similares optaron por la salida oriental: elección cerrada de vacunas y alineamiento estratégico, conceptos y cifras oficiales sometidos a manipulación y un Estado que sujetaba las elecciones individuales a las necesidades del estado y el partido de gobierno

En el extremo opuesto nadie dudó de las cifras de contagiados, testeados o muertos en occidente, ni tampoco de la transparencia de los procesos de aprobación de las vacunas, incluso cuando implicaban publicitar dudas sobre sus efectos adversos en ciertos casos.

Sabemos de episodios de trombosis asociados con las vacunas occidentales. Tenemos nombres, lugares y testimonios médicos. Del otro lado no sabemos que sucedió en el laboratorio de Wuhan y no hay casi información sobre las vacunas orientales y sus efectos reales

Rusia usó el estado de excepción de la pandemia e impuso un plan de vacunación y de paso restringió las libertades políticas arrestando opositores e ilegalizando sus partidos. China pisó la libertad de Hong Kong y domesticó a sus empresarios. En occidente no se vio nada semejante

Y algunos detalles sugestivos. China publicitaba sus donaciones de insumos médicos de estado a estado –que lo hiciera por medio de empresas estatales era lo mismo- y las ataba a contratos de obras públicas y pedidos de aceptación de sus compañías en los países receptores

Rusia negociaba a través de sus embajadores vacunas que eran fabricadas por un grupo empresario que tenía al gobierno como inversor central. Y luego venían ofertas de centrales nucleares y propuestas para poner alguna base o invertir en recursos estratégicos.

En tanto occidente actuaba mediante el Covax aportando dinero y vacunas para que sean distribuidos por un organismo multilateral. Y las donaciones llegaron sin reclamos asociados. Argentina es testigo de ello y los obsequios llegaron sin fanfarrias ni funcionarios emocionados

Vale el ejemplo de la donación de 15 millones de vacunas realizado por Washington a la región. Contrastan con la venta rigurosa que realizan Rusia y China bajo convenios secretos que incluyen algo más que un precio en dólares que casi siempre es igual o mayor a occidente

Entonces, tenemos mercado y responsabilidad individual de un lado y del otro estados empresarios con medidas restrictivas que van más allá de lo sanitario. Es como un nuevo Muro de Berlín, pero ahora construido con los azulejos celestes de un hospital. O de un manicomio.

¿Qué tiene que esto ver con la Argentina? Absolutamente todo. Al elegir las vacunas de oriente también se avisaba de la elección de un modelo político deseado en la post pandemia. El rechazo a sus competidores occidentales parece una locura, pero se explica desde lo político

Aclara en mucho la repulsa a recibir vacunas occidentales por el Covax, el desprecio a donaciones de equipos e insumos desde este hemisferio e incluso el adoptar criterios de análisis científicos de agencias como la FDA y la EMA europea para validar vacunas, algo que era lógico

Sí, la Oxford es occidental; pero Rusia se alió con AstraZeneca para acceder a su red global de elaboración y satisfacer así la demanda que va creando para la Sputnik que Moscú no logra cubrir con sus laboratorios. Y si hay un amigo local metido en el medio, mejor, Tovarich Hugo

Y llegamos a la cuestión central de todo este asunto: la elección. En las dos potencias orientales no se puede elegir vacunas. El Estado decide la oferta y la inocula de manera obligatoria En Occidente la inoculación está sujeta a una oferta mucho más diversa. Hay opciones

Es cierto, en EEUU no se pueden vacunar con la Sputnik o las variantes chinas, pero eso obedece a la falta de presentación de documentos que los propios fabricantes admiten. Difieren un estado que impone una fórmula secreta de otro que pide certezas para autorizar opciones

Es elegir un patronazgo duro estatal o una sociedad que permite vacunar hasta en las playas con lo que elija. Entre cuidarse y optar o filas obedientes de ciudadanos que agradecen religiosamente el ser salvados del Covid. Eso es lo que emerge este embrollo de la pandemia.

Y elegir entre un Estado que pisa la libertad individual en nombre de una situación de excepción traída por una pandemia o uno que hace cargo a cada persona proveyendo de medios, información y educación, sin usar la situación para avanzar en la autocracia.

Se da la contradicción insoportable de estados que provienen del anticapitalismo y usan las circunstancias para hacer negocios estratégicos y un Occidente que supuestamente es neroliberal y egoísta, pero acude a donaciones sin contraprestación y a mecanismos colectivos. Rarísimo

En un plano más profundo se define el rol que se le asigna a cada sujeto en el mundo post pandemia: tenemos la opción de un individuo informado o uno que acepta cifras como dogmas. Uno que promueve la responsabilidad particular y otro en el que si no obedece, se es criminalizado

En el fondo, lo que siempre estuvo en juego más allá de la sanidad es el tipo de sociedad que va a emerger cuando todo este asunto termine. No hay dudas que tanto China como Rusia supieron usar la pandemia y que Occidente apenas está reaccionando. Es exportación de ideas

Po eso no se trata solamente de vacunas. Se elige un paquete completo de opciones políticas. Moscú cierra su actividad mientras New York festeja. Pekín dice que todo está bien por allá y no hay forma de contradecirlos. Cada uno compra lo que quiere. O lo que puede con lo que sabe

Pero para elegir hay que recibir previamente educación e información. Cobra sentido cerrar escuelas o provincias, manipular cifras en discursos presidenciales o mentir peligros. Todo tiene un porqué más allá del campo específico. La libertad de elegir, ese es el nombre del juego

En China y Rusia no se puede elegir ni el tipo de vacunas ni el partido ni al líder. El mecanismo de elección dirigida en lo cotidiano se perfeccionó con la excusa de la pandemia. Como Cuba y Venezuela hicieron antes con el pretexto de enemigos urgentes y bloqueos a la patria

En Argentina hicimos un camino similar. Luego de la cuarentena más larga del mundo y la recesión más profunda de la historia las elecciones se restringieron. Y la excusa de la crisis fortaleció la posición del estado como solución y a sus socios internos y externos como mecenas

Del lado del mal, quedó occidente y su egoísmo individualista, asociado con la actitud insolidaria de runners, médicos que aflojan, surfers y docentes aliados a padres que quieren abrir las aulas contradiciendo a Sugar Daddy Estado. Y varados que vacacionan en plena pandemia

La alternativa es un sujeto sostenido vía subsidios, empleo estatal o sobornos por sobres y contratos, que agradece como mico el ser vacunado, que se queda en casa mirando el enésimo homenaje al ídolo popular y delata al que se sale del molde. Stasi y Revolución Cultural a full

Entonces es lógico decir que van a llegar mil millones de dosis en enero o en diciembre. Que una dosis es suficiente, que se fabrica acá o que la protección es del 234% Se trata de someter a la verdad estatal por decreto e imponer la aceptación obediente. ¡Camine burro!

Nunca se eligieron solo vacunas sino todo un sistema de ideas que estaban larvadas. La pandemia permitió acelerar su implementación. Si el problema hubiera sido el virus se lo hubiese atacado con todo el arsenal disponible. El problema era anterior. El virus, una oportunidad

La pregunta de fondo es ¿La elección de estas vacunas tendrá como segunda dosis un chavismo abierto o la presión creciente de la sociedad por una variante occidental será suficiente para crear anticuerpos contra el autoritarismo que se quiere inocular? De vos depende

PS: se vienen las elecciones. Queda claro que la gente quiere elegir algo más que legisladores. Hay hambre de libertad individual acentuado por la amenaza de un modelo pos pandemia en el que la opción de decidir sea restringida. Vale para vacunas, partidos, modelos y dirigentes

PS2: Hay una regla entre los narcos, que dice que no se debe consumir la mercancía que se vende. Y en el oficialismo sucede algo parecido. Por eso te venden la china o la rusa y van a vacunarse a Miami. Por eso guardan dólares y euros en lugar de yuanes o rublos. Y eligen Pfizer

Continúo publicando gracias a los que me apoyan para seguir haciendo periodismo libre, sin sugerencias de anunciantes y funcionarios
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