Thread by @elnocturno

1/ Me hizo recordar algo curioso... yo dimensioné claramente la importancia de la higiene menstrual a raíz del terremoto de México de 1985.

Luego de intentar algún rescate (era yo aspirante del Socorro Alpino de México) decidí dedicarme a logística y periodismo.

2/ Estando en un edificio con riesgo de derrumbe decidí que jugarme la vida sólo sumaría dos huérfanas (de 5 y 1 años) a las víctimas del terremoto, así que pasé a una base de recogida, organización y reparto de ayuda: mantas, sopletes, comida, medicamentos, todo.

3/ Dábamos un montón de comidas todos los días en una cocina que nadie sabe de dónde salió. Teníamos tiendas alrededor de la réplica de la Cibeles en la Colonia Roma para clasificar el material. Intentamos ser minuciosos con cuanto entraba y salía. Y la diosa sostenía los toldos.

4/ No me meto en las docenas de anécdotas de esos días aciagos salvo para subrayar la generosidad de la gente y el esfuerzo de honestidad que hicimos. El caso es que alguien (suponemos que el gobierno) nos puso una línea telefónica a la que nos pedían suministros.

5/ Los rescatistas de tal edificio caído pedían tortas (bocatas) y café. Y allá iba una brigada con tortas y café. Los de tal campamento de refugiados pedían fórmula para bebé y analgésicos. Allá iba otra brigada. Balanceábamos inventario y tratábamos de mantener un orden.

6/ Y lo que más pedían, y teníamos que hacer por conseguir, más urgente que la comida o la bebida eran toallas sanitarias: para damnificadas, rescatistas, voluntarias, víctimas. Su valor como elemento de dignidad, libertad, tranquilidad me había sido desconocido hasta entonces.

7/ Por primera vez me hice consciente de que ese producto sencillo, una almohadilla absorbente, era un asunto de máxima prioridad. Hablado entre los voluntarios hicimos todo lo posible por nunca dejar sin surtir una solicitud de toallas sanitarias.Esto duró unas tres semanas.

8/8 No fue una epifanía ni un giro para una nueva consciencia de nada. Fue simplemente aprender a respetar algo con una profunda influencia en la vida de media humanidad.

Otro día les hago más crónicas del terremoto, que finalmente nos marcó a todos los que anduvimos allí.

PS: Las primeras fotos de un rescate fueron mías en "Revista de revistas" quizás hora y media después del terremoto. La foto de arriba consignó la muerte de mi gran amigo y maestro de la radio, Sergio Rod, que se quedó en el micro calmando a la gente hasta que el edificio cayó.