En los años 60 se registró por primera vez en Gran Canaria la presencia del ahora archiconocido rabo de gato, traída como plata ornamental.
En solo 60 años ha conseguido colonizar todas las islas.
Hoy hablamos de la invasora más conocida de Canarias
#HILO
¿Por qué esta especie es tan peligrosa para nuestro archipiélago?
Son capaces de establecerse prácticamente en cualquier tipo de suelo. Pueden encontrarse en matorrales, pastizales, cultivos e incluso en nuestras aceras 🙄
La espiga de cada individuo puede albergar miles de semillas que se transportan con el viento, el agua, los animales e incluso las ruedas de los coches.
Pueden vivir hasta 6 años enterradas en el suelo.
El rabo gato es una planta pirófila (le "gusta" el fuego)
Su ignición es casi instantánea cerca del fuego. Sus semillas germinan con el calor. Al mezclase con plantas autóctonas, las vuelve más susceptibles al fuego y ¿Qué ocurre?
Mientras el rabo gato rebrota sin dificultad y de manera muy rápida, nuestras plantas locales no lo hacen tan rápido y acaban siendo desplazadas, transformando hábitats.
Las líneas de rabo gato en carreteras, por ejemplo, suponen auténticos senderos para que los incendios se propaguen rápidamente.
Erradicarla (si eso fuera ya posible) costará mucho tiempo y recursos públicos.
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