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Sep 2, 2021, 25 tweets

Un 2 de septiembre pero de 1845 fallecía Bernardino Rivadavia. Fue el primero en ejercer el cargo de presidente en la Argentina, siéndolo desde 1826 a 1827. Murió en el exilio, más precisamente en Cádiz, España, donde se encontraba desde 1829.

Bernardino Rivadavia nació el 20 de mayo de 1780 en Buenos Aires (en ese entonces parte del Virreinato del Río de la Plata) siendo hijo del gallego Benito González de Rivadavia y de María Josefa de Rivadavia y Rivadeneyra, también de origen gallego.

En las Invasiones Inglesas actuó como teniente del Tercio de Voluntarios de Galicia. En 1808 Santiago de Liniers lo nombró alférez real pero este nombramiento fue rechazado por el Cabildo, lo que fue uno de los detonantes de la Asonada de Álzaga.

Participó del Primer Triunvirato entre 1811 y 1812. En 1814 viajó junto a Manuel Belgrano a Europa, enviados por el gobierno del Río de la Plata, en busca de un candidato de la monarquía a quien ofrecer el gobierno de estos países. Tras varios intentos, la misión fue un fracaso.

En 1821, Martin Rodriguez lo convocó para participar en el gobierno de la provincia de Buenos Aires bajo los cargos de ministro de Gobierno y de Relaciones Exteriores.
Rivadavia llevó adelante casi todas las decisiones políticas del gobierno de Rodríguez.

Las políticas de gobierno que emprendió se las conoce con el nombre de reformas rivadavianas y la época fue definida por contemporáneos como “la feliz experiencia”.

Proclamó el librecambio favoreciendo la libertad de comercio, colocando las tasas aduaneras a un nivel muy bajo, con lo que favoreció el comercio exterior de la provincia. Rivadavia fue un gran impulsor de las ciencias y de la educación.

Durante esos años se fundó la Universidad de Buenos Aires, creó el Banco de la Provincia de Buenos Aires, el Colegio de Ciencias Morales, la Sociedad Literaria, la Sociedad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el Museo de Ciencias Naturales, el Archivo General, etc.

Varios intelectuales extranjeros fueron contratados para actuar en estas instituciones, como el naturalista francés Aimé Bonpland, el físico italiano Pedro Molino, el ingeniero francés Carlos Enrique Pellegrini, el ingeniero inglés James Beavens, entre otros.

Logró ampliar el derecho al voto a los hombres mayores de 20 años, organizar el Parlamento y los tribunales, y la libertad de prensa.
Profundamente anti clerical, Rivadavia realizó varias reformas eclesiásticas (lo que le valió varias revoluciones por parte de religiosos).

Se llevó adelante un cierto progreso del urbanismo en la ciudad de Buenos Aires: se mandó edificar respetando las ochavas, mejoró la iluminación de las calles y creó el Cementerio de la Recoleta.

En abril de 1824 Martin Rodriguez fue reemplazado en su cargo y asumió Gregorio de las Heras, por esa razón Rivadavia renunció y se fue a Europa.
En febrero de 1825 por el comienzo de la guerra con Brasil por el control de la Banda Oriental se sancionó la Ley de Presidencia.

El congreso lo eligió a Bernardino Rivadavia, que asumió el 7 de febrero de 1826.
A poco de llegar a la presidencia, Rivadavia lograría firmar el Tratado de Amistad, Comercio, y Navegación con Gran Bretaña.

La importancia histórica del tratado reside en que fue la primera oportunidad en que una de las potencias de la época reconocía la independencia de las Provincias Unidas y su existencia como nación soberana.

Durante su presidencia Rivadavia avanzó sobre la autonomía de las provincias, incluida la de Buenos Aires, que fue dividida por la Ley de Capitalización, que creaba una Capital Federal con la ciudad y gran parte de la campaña, y dividía el resto en dos provincias.

Rivadavia también promovió la inmigración de europeos en territorio argentino ya que los consideraba indispensables para el progreso argentino. En 1825 se estableció la primera colonia de estos en Monte Grande (Buenos Aires) y fue formada por colonos escoceses.

De esta colonia de escoceses descenderían algunas figuras argentinas como la médica Cecilia Grierson, la nadadora Jeanette Campbell, la familia de futbolistas Brown, el presidente uruguayo Duncan Stewart, etc. También se intento formar una colonia de alemanes en esos años.

Durante su gobierno se sancionó la ley de Enfiteusis, se realizó el préstamo de la Baring Brothers y se sancionó la Constitución Nacional de 1826, que tenia un carácter profundamente unitario.

Todo esto en el medio de la guerra con el Brasil. Ante el estancamiento militar, la guerra civil en el interior y los daños económicos sufridos, Rivadavia envió a su canciller Manuel José García a gestionar la paz; llevaba consigo instrucciones a las que debía atenerse.

Contrariando las instrucciones recibidas, García firmó una Convención Preliminar, por el cual reconocía la soberanía del Imperio sobre la Banda Oriental y se comprometía a pagar indemnizaciones de guerra al Brasil.

Al conocerse el "tratado deshonroso" firmado por García, la indignación estalló. El presidente rechazó el convenio, pero igualmente fue responsabilizado por el mismo, por lo cual terminó por renunciar el 26 de junio de 1827, siendo sucedido por Vicente López y Planes.

En 1829 Bernardino Rivadavia partió hacia España, retornando a la Argentina en 1834, pero el gobernador de Buenos Aires, Juan José Viamonte, no le permitió desembarcar. Pasó luego al Brasil y volvió definitivamente a España, falleciendo en Cádiz el 2 de septiembre de 1845.

Sus restos fueron repatriados en 1857, rindiéndole el gobierno honores de Capitán General ante una multitud calculada en 60 000 personas. En ese año se dispuso darle el nombre de Avenida Rivadavia a la avenida más larga de Buenos Aires.

Sus restos, desde 1932, descansan en un mausoleo levantado en la Plaza Miserere de la Ciudad de Buenos Aires, construcción que fue obra del escultor argentino Rogelio Yrurtia y que se ubica en el centro de la plaza que tiene como uno de sus laterales a la Avenida Rivadavia.

Bernardino Rivadavia fue un hombre con una gran visión para el progreso, un adelantado a su tiempo, por eso no se lo comprendió en años de constante guerra.
Bartolomé Mitre lo definió como “el más grande hombre civil de la tierra de los argentinos” y así lo debemos recordar.

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