Hace un tiempo, hablando con el colega y amigo Tomás Giaccio, hizo una analogía futbolera sobre la situación Argentina que quería compartirles. Puede ser un llamado a la reflexión (o una parodia) sobre la importancia de promover el mérito en una sociedad. 👇
Imaginemos nuestro equipo de fútbol ⚽ favorito. Tiene jugadores talentosos y otros con potencial. El presidente del club define que el tiempo de juego y el salario sean proporcionales al talento de cada uno. Todos entrenan duro para superarse.
Los jugadores con potencial se esfuerzan por superarse en vistas de que pueden mejorar su salario y los minutos de juego. Cuanto más gana el equipo, más exitosa es la franquicia, más dinero ingresa por sponsors y más chances que el equipo se desarrolle y crezca.
De pronto, aparece una nueva gestión.
El presidente decide que es injusto el sistema actual. A partir de ahora, todos los miembros del equipo jugarán igual cantidad de minutos. Además, todos tendrán el mismo salario.
Hay caras de desconcierto en el vestuario.
El primer mes hay una tensa calma. Los menos talentosos están alegres porque tienen un mejor salario. El equipo pasa de los primeros puestos de la tabla a la mitad. Se caen algunos sponsors a medida que el equipo sigue perdiendo.
Hacia el segundo semestre la situación del equipo empeora. Los buenos jugadores deciden que no vale la pena entrenar tan duro, porque al fin y al cabo su esfuerzo no es valorado. Se mantiene el esquema de “solidaridad” en los salarios. El equipo queda penúltimo en la tabla.
A partir del 2do año, los buenos jugadores empiezan a irse. Los pocos que quedan siguen perdiendo valor. El salario baja ante la caída de sponsors. La franquicia de nuestro equipo está en llamas. La gente no quiere ver los partidos que se han vuelto un bodrio inaguantable.
El presidente sigue convencido de que el camino para un fútbol + justo es la solidaridad. Y eso implica salarios y minutos iguales para todos. “El mérito y la autosuperación son falacias neoliberales que llevan a la ruina” le dice a un equipo que lo mira sin comprender qué dice.
Luego de dos años, nuestro equipo cae en bancarrota. Además, se va al descenso. Los buenos jugadores se han ido a equipos que pagan mejor salario y les permiten jugar + minutos en un ambiente competitivo. Quedan los mediocres, que ya nadie quiere ver. La afición está devastada.
Te pareció absurda la situación? Esto proponen quienes desprecian el mérito. Que la gente deje de buscar superarse y se conforme con migajas que les tiro el gobierno de turno. Que las personas talentosas huyan. Y que nos quede un país devastado, más pobre y con menos recursos.
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