Los primeros calendarios. dergolem.blog/2018/12/26/sim… a través de @EvolPsychology
En el Abri Blanchard (Francia) se encontró un omóplato datado en 30,000 BP con 69 marcas de tendencia circular y que tendemos a interpretar como las diferentes fases lunares.
En Dolni-Vêstonice (Rep. Checa) se encontraron dos fragmentos de una misma piedra datados en 28,000 BP en los que se aprecian incisiones que representarn cada uno de los días que componen el ciclo lunar (creciente - decreciente) y una marca (la nº 30) que resalta el fin de ciclo.
En Bodrogkeresztur (Hungría) se halló una piedra con 20,000 BP que muestra dos líneas, la izquierda el primer día y la derecha el último día del mes lunar, 12 muescas a cada lado que representan días del ciclo (creciente-decreciente) y abajo el plenilunio.
En Mal´ta (Rusia) se encontró una placa rectangular de marfil de mamut de 18,000 B.P, y muestra una espiral central formada por 243 orificios con siete espiras crecientes con otros 122, haciendo 365 en total. El invierno siberiano dura 243 días, por 122 del verano.
En Francia encontramos otro artefacto presuntamente calendárico, la placa de la Grotte de Thaïs, que se data en 14,000 BP y posiblemente fue utilizada para cuantificar balances comerciales, realizar un seguimiento cinegético o registrar ciclos lunares o menstruales.
Por último, también encontramos los cantos rodados de Monte Alto (Italia) que muestran un complejo sistema de incisiones, con un número (27 o 28) y una distribución espacial, que podría indicar un sistema de conteo basado en el ciclo de la luna.
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