#Madrid_retrospectivo - Asilo de San Bernardino: la “tormenta perfecta”.
1/16 El asilo y su huerta ocupaban un espacio triangular que ha perdurado en la configuración urbana, situado entre la calle de Isaac Peral y las avenidas de la Memoria y Reyes Católicos.
2/16 La creación del asilo se debió a lo que hoy llamaríamos una “tormenta perfecta”: una epidemia, un cordón sanitario, un rumor y un bulo.
A finales de junio de 1834 se desató en Madrid la epidemia de cólera la cual se propagaba a través de alimentos o agua contaminados.
3/16 Se decretó, como siempre, un cordón sanitario: horario restringido en las puertas de acceso y cierre total de los portillos. Esto produjo la subida del precio de los alimentos por su escasez y la miseria, sobre todo, para los más desfavorecidos.
4/16 A mediados de julio se propagó el rumor de la inminente toma de Madrid por los carlistas. El 15 de julio, en su marcha hacia el norte, el general Rodil y sus tropas cruzaron la capital, el mismo día en que se declaró por primera vez la epidemia con auténtica virulencia.
5/16 Para completar la “tormenta”, dos días después se corrió el bulo de que los religiosos estaban envenenando las fuentes públicas. A consecuencia de ello, se produjo la “matanza de frailes” en los conventos de Sto. Tomás, Merced y San Francisco, y el Colegio Imperial.
6/16 La epidemia se cebó en los habitantes de los barrios bajos dadas sus malas condiciones higiénicas. (Calle y Puerta de Toledo, maqueta de León Gil de Palacio, Museo de la Historia, foto propia).
7/16 Aprovechando la epidemia, y con el pretexto de que los mendigos resultaban peligrosos para la salud pública, se adoptó una medida drástica: confinarlos a todos.
8/16 Como el Hospicio ya estaba lleno, a primeros de agosto, el marqués viudo de Pontejos, presidente de la Junta Suprema de Caridad, propuso utilizar el convento de San Bernardino. La elección no fue baladí: se hallaba extramuros, así que el Estado lo incautó.
9/16 Los frailes se trasladaron al convento de San Cayetano y el 4 de agosto, el ministerio concedió a la Junta Superior de Caridad 10.000 reales en concepto de adelanto para la reparación del edificio conventual. A mediados de septiembre entraron los mendigos en el asilo.
10/16 Mediante bando, el marqués viudo de Pontejos prohibió la mendicidad en las calles rogando “encarecidamente” a los vecinos que se abstuvieran de darles limosnas. La prensa de la época gustaba llamar al asilo como “la filantrópica institución de Pontejos”.
11/16 En el jardín había una fuente y también un busto del marqués con la inscripción: “Gratitud y aprecio”. En 1854 San Bernardino pasó a ser asilo municipal.
La vida en el interior era muy dura: dieta deficiente y castigos ─incluso corporales─ por faltas al Reglamento.
12/16 El viejo caserón conventual con sus 300 años a cuestas necesitaba constantemente obras de restauración puntuales que no paliaban su enorme deterioro por lo que el establecimiento no reunía las condiciones mínimas de habitabilidad.
13/16 Incluso llegó a desplomarse en 1879 el techo del dormitorio infantil a consecuencia de las goteras, afortunadamente sin consecuencias. El arquitecto municipal Andrés Octavio informó al Ayuntamiento en enero de 1898 que el edificio se hallaba en estado de ruina inminente.
14/16 Al mes siguiente se trasladó a cien de los asilados a un edificio en la calle de Vallhermoso esquina a Fernández de los Ríos. Pero esta es otra historia que dejo para otro hilo.
El resto de los asilados se llevaron a otros dos establecimientos.
15/16 El viejo asilo de San Bernardino se debió derribar a finales de 1906 o principios de 1907 y los materiales que se pudieron aprovechar fueron vendidos.
16/16 En 1930 se construyó en su solar el edificio de la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria, hoy Pabellón de Gobierno de la Complutense, obra de Manuel Sánchez Arcas y Eduardo Torroja.
Como siempre, muchas gracias por leerme, por vuestros “Me gusta” y retuits. 🤗
@threadreaderapp unroll please.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.