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Oct 12, 2021, 65 tweets

Tal día como hoy, 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón descubría América, lo que haría cambiar el mundo para siempre. ¿Pero saben qué ruta siguió? ¿Qué mapas usó? ¿Qué instrumentos náuticos utilizó para orientarse? ¿Cuántos hombres o qué barcos llevó en su expedición?

El Primer Viaje de Cristóbal Colón, o Viaje del Descubrimiento, fue propiamente la expedición marítima capitaneada por Colón al servicio de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, que descubrió América. Partió el 3 de agosto de 1492 de Palos de la Frontera.

El producto más codiciado en las cortes europeas eran las especias para su uso en la cocina y en productos de lujo, por eso eran extremadamente caras. Algunos ejemplos eran el clavo, jengibre, azafrán o canela y su consumo era sinónimo de poder. Las especias procedían de Asia.

Hasta el punto que a penas una libra de estos productos se vendía por varios pesos de oro en el siglo XV. Los lugares más ricos en especias eran las islas de Oriente, siguiendo la Ruta de la Seda, especialmente las islas Molucas, en el Mar del Sur, llamadas "de las especias".

Cristóbal Colón tenía una copia de Los Viajes de Marco Polo, que había estudiado y llenado de anotaciones sobre distancias, productos y riquezas. Los conocimientos cartográficos sobre Oriente eran muy incompletos y los mapas solo de forma fiable identificaban el Mediterráneo.

El camino para llegar a las Indias era una ruta hacia el Oeste, atravesando el continente europeo y, después, por Oriente Medio hasta llegar a la India o China. Los turcos se estaban haciendo fuertes en Constantinopla y cuanto mayor era su poder más caras eran las especias.

Portugal, era otra de las grandes potencias navales de la época, rival de Castilla, y también estaba realizando importantes expediciones hacia el Atlántico, descubriendo Las Azores y Madeira. Hacia el Sur los portugueses estaban explorando la costa Oeste de África.

Castilla había iniciado en el siglo XV el dominio señorial de las Islas Canarias y en 1476, ya con el reinado de los Reyes Católicos, Diego García de Herrera, Señor de Lanzarote, desembarcó en las costas africanas y ordenó construir la fortaleza de Santa Cruz de la Mar Pequeña.

Colón había navegado tiempo con los marinos portugueses y aprendería de ellos el régimen de vientos que existe entre la península ibérica y el norte de África. En 1478, Colón se trasladó a Lisboa, un lugar de gran tradición marinera, además de centro financiero y comercial.

Colón también realizó viajes a Inglaterra, Irlanda e Islandia. Particularmente importante fue su viaje a la Mina de Oro, en Guinea. Los europeos habían pensado que las ciudades cercanas al ecuador eran demasiado calurosas. Pero los marinos había probado que era no era cierto.

Aquí, gracias a sus conocimientos de navegación, comienza a observar que los vientos soplan del Norte, pero en verano a veces soplaban fuertes del Oeste y tras esto dejaban cosas en la playa, entre ellas las habas del mar, raras en Madeira pero no en el Caribe.

El matemático italiano Toscanelli tenía una farmacia en Florencia donde su familia vendía especias, y él mismo tenía mucho interés por la geografía de Oriente. Con la información que recababa de los marineros Toscanelli elaboraba mapas y uno de ellos acabó en manos de Colón.

El mapa mostraba un mundo donde China se alargaba tanto hacia el Este que podía estar incluso cerca de Europa y recogía los conocimientos y las teorías de Claudio Ptolomeo y otros autores clásicos sobre una Tierra Redonda. Colón siempre creyó en la esfericidad de la Tierra.

En el siglo XV ya solo los analfabetos pensaban que la Tierra era plana y que uno podía caer si llegaba a sus márgenes. Los cultivados sabían que la Tierra era esférica, pero no se podía determinar era la distancia de Europa a Asia, por mar, y hacia el Oeste.

Los antiguos griegos habían calculado la esfericidad de la Tierra extrapolando la medida de un grado, y Colón también hizo unos cálculos, pero erróneos, reduciendo el tamaño del planeta un 25%. Con esto creyó que podría realizar un viaje para llegar a Asia navegando al Oeste.

El gran problema de todas las expediciones era el mismo: el dinero. Colón necesitaba financiación para la realización del viaje, de modo que acudió hacia 1485 a Juan II de Portugal, que dejó el asunto en manos de sus consejeros en temas náuticos. Finalmente rechazó el proyecto.

La razón es muy simple: Portugal en aquellos momentos estaba estudiando un proyecto para alcanzar la India rodeando el sur de África, por el cabo de Buena Esperanza. Entonces Colón, tras su fracaso ante el rey portugués emigró de Portugal al vecino reino de Castilla.

Castilla había sido una tradicional potencia naval desde los siglos anteriores y estaba completamente volcada al Atlántico, por lo que Colón les propuso el proyecto a los reyes Isabel y Fernando, que no lo aceptaron. Los reyes estaban empeñados en la conquista de Granada.

El principal consejero de Isabel de Castilla, Hernando de Talavera, temía que el viaje propuesto por Colón violara el tratado de Alcáçovas firmado con Portugal y llevase a la guerra. Además, los cálculos de Colón parecieron imprecisos a los eruditos de la corte y consejeros.

Sin embargo, tras pasar Colón un tiempo con el duque de Medinaceli, la reina Isabel mandó llamar a Colón y le prometió ocuparse de su plan tan pronto como terminara la conquista de Granada. El 25 de noviembre de 1491, Granada se rindió a las tropas cristianas.

Entonces Colón dejó el monasterio de la Rábida, donde se encontraba desde octubre, y se fue a la corte en Santa Fe, hacia el 31 de diciembre, campamento de guerra que habían situado los reyes en la vega de Granada desde donde habían llevado a cabo las operaciones.

Allí se entablaron unas largas negociaciones entre Colón y la Corona, y finalmente Isabel I acabó aceptando las peticiones de Colón. El 17 de abril de 1492 alcanzaron finalmente un acuerdo y se redactaron unas capitulaciones, las Capitulaciones de Santa Fe.

Junto con las prebendas para Colón, se estableció que el objetivo de la expedición sería: “descobrir e ganar con ciertas xustas Nuestras, e con Nuestras gentes, ciertas islas e Tierra-firme en la Mar Océana”, por lo tanto económico, y geográfico.

Por ello se entiende que no se menciona un propósito religioso. Aunque, al contrario, en el Diario de la primera navegación, manuscrito de Bartolomé de las Casas basado en textos hoy perdidos atribuidos a Colón, da una versión completamente diferente. Evangelizadora.

Así se menciona un objetivo geográfico específico y situado en Asia: las partes de India y las tierras del Gran Khan; y un propósito religioso principal: investigar la conversión al cristianismo de aquellas regiones y obtener riquezas para financiar la conquista de Jerusalén.

Estos textos atribuidos a Colón parecen considerar que su objetivo principal era la isla de Cipango. Respecto al dinero necesario para la expedición: unos 2 millones de maravedíes, aportado con contribución principal de la Corona, con 1.140.000 maravedíes.

El monto lo adelantó en Santa Fe el escribano de ración Luis de Santángel, que cobró la deuda apenas quince días después, el 5 de mayo. Colón puso 500.000 maravedíes, un capital que no poseía personalmente y que alguien le debió prestar, una inversión privada.

Los 360.000 maravedíes restantes equivalían a las dos carabelas pertrechadas que la real provisión que obligaba a Palos a poner a disposición de Colón. Entre reales provisiones y cédulas concedidas a Colón una era la dirigida a los vecinos de la villa de Palos de la Frontera.

Así, por una sanción que les había impuesto el consejo real, se ordenaba a dichos vecinos a poner a disposición de Colón dos carabelas totalmente armadas, finalmente serían la Pinta y la Niña. La Santa María sería la nao capitana, propiedad de Juan de la Cosa.

Pero la marinería no era obligada por la real provisión y los hombres no estaban dispuestos a formar parte de la expedición con un desconocido. Independientemente de la mayor o menor credibilidad de la empresa, los marineros de Palos no secundarían a Colón.

En estas circunstancias, y gracias a la ayuda de los franciscanos del monasterio de La Rábida y a Pero Vázquez de la Frontera, viejo y respetado marino de la zona, Colón conoce a Martín Alonso Pinzón, rico armador y líder natural de la zona.

Pinzón había realizado muchas navegaciones tanto por el Atlántico como por el Mediterráneo, y había amasado fortuna y fama en la villa. Además de los ánimos y la influencia de estas amistades, al mayor de los hermanos Pinzón le habría convencido también la propuesta de Colón.

Así, Martín Alonso convence a sus hermanos Francisco y Vicente, además de a los hermanos Niño, destacada familia marinera de Moguer y con los cuales se consigue animar y enrolar a toda la marinería necesaria para la empresa. Los hombres ya llegaban hasta desde fuera de Andalucía.

Además para el viaje se reclutaría a Juan de la Cosa, un eminente cartógrafo y navegante, de forma que la dotación quedaría así: el propio Cristóbal Colón, los hermanos Pinzón (Martín Alonso Pinzón capitán de La Pinta), Vicente Yáñez Pinzón (capitán de la Niña),

Francisco Martín (maestre de La Pinta); y los Hermanos Niño (Pedro Alonso Niño fue en calidad de piloto y Juan Niño maestre y propietario de La Niña). El estudio de las fuentes documentales confirma 87 tripulantes fijos y otros 19 dudosos. En este sentido las fuentes varían.

¿Pero cómo fueron capaces de llegar? Pues porque Castilla y Portugal tenían la tecnología y los conocimientos náuticos para hacerlo. De esta forma, ambas potencias habían navegado mucho el Atlántico y habían desarrollado naves capaces de soportar tan duras travesías.

Así, de la coca medieval ampliamente conocida en Europa, Castilla y Portugal desarrollaron tres tipos de naves: la nao, la carraca y la carabela. Las que serían las naves por excelencia para exploraciones, travesías y descubrimientos. Alta tecnología ibérica, digna de la NASA.

Lo mismo pasaría con la vela cuadra, que sustituiría en Castilla a la vela latina, dando lugar a las carabelas redondas o castellanas. La vela cuadra se demostraría muy apta para navegar el Atlántico, una innovación que cambiaría la historia de la navegación y del mundo.

La razón de que estos grandes avances en materia naval se produjeran en Castilla (y Aragón) y en Portugal son geoestragéticos y coyunturales: ambas potencias tienen una salida muy natural al Atlántico, a diferencia de otras naciones. Y al estar situadas en el extremo peninsular

Una vez conquistada la península ibérica al completo, la única posibilidad de exploración y expansión por fuerza sería por mar. Esto hizo que ambas naciones desarrollaran las principales innovaciones tecnológicas, cosa dicho sea de paso, habían venido haciendo desde siglos atrás

Para posicionarse y seguir el rumbo Colón y sus pilotos tuvieron que utilizar los instrumentos náuticos y de navegación más modernos del siglo XV. La finalidad del pilotaje o la navegación, es determinar la posición así como el rumbo y velocidad para llegar al punto de destino.

Llamamos instrumentos de navegación a aquellos utilizados por los pilotos náuticos. En aquella época se realizaba la navegación de cabotaje, ya que las técnicas de no permitían alejarse mar adentro, por lo que se hacía con la costa a la vista.

Sin embargo, Colón tuvo que aventurarse desde el Puerto de la Frontera, en Huelva, hacia las Indias, cruzando el Atlántico y alejándose de las tierras conocidas, algo que no se había hecho hasta ese momento. La utilización de instrumentos fue clave para navegar en alta mar.

El cuadrante es un instrumento astronómico utilizado para medir ángulos en astronomía y navegación. Se llama cuadrante porque es en una placa metálica con forma de cuarto de círculo, graduado de 0º a 90º. Del vértice cuelga una plomada que indica la dirección.

La lectura se obtiene de la posición de la cuerda de la plomada sobre el arco graduado. Los astrónomos lo usaban para medir la altura de los astros por encima del horizonte mientras que los marinos lo usaban sobre todo para determinar la latitud a la que se encontraban.

Esto se hace midiendo la altura sobre el horizonte de la estrella Polar o del Sol del mediodía. También sirve para determinar la hora midiendo la altura del Sol. Reemplazó a la ballestilla y fue reemplazado a su vez más tarde por el sextante. El cuadrante fue clave en el viaje.

El astrolabio era un instrumento parecido, que servía para calcular la posición del barco en función de la orientación del Sol y de las estrellas. La tripulación de Colón contaba con uno, pero no fue utilizado durante la travesía, ya que prefirieron usar el cuadrante.

Los navegantes que descubrieron América se las ingeniaron para evitar que los continuos movimientos del barco no alteraran la lectura del péndulo y también usaron tablas cuadrineales para determinar la declinación del Sol cada día del año en referencia a un meridiano.

Así, con unos cálculos sencillos, un buen piloto era capaz de determinar su posición en el eje Norte-Sur, es decir, la latitud. Sin embargo, determinación de la longitud requería de más precisión, y no sabían calcularla. Esto hizo que llegaran a América creyendo estar en Indias.

La razón es que la longitud determina un punto en el eje Este-Oeste, por lo que dos puntos en la misma latitud, pueden estar casi en infinitas longitudes. Con lo cual, efectivamente, América y las Indias, podrían tener según los mapas de Colón la misma latitud.

Otros instrumentos de navegación eran las ampolletas, que medían el tiempo, el escandallo que medía la profundidad, o la aguja de marear o compás, llamada en tierra brújula, para el Norte. Con estas herramientas conseguirían llegar a América los navegantes de Cristóbal Colón.

Sin embargo, eran los mapas y las cartas esféricas confeccionados por los navegantes, que se iban ampliando en función de las expediciones que se realizaban, los que permitirían a Colón triunfar en su empresa. Mapas hay muchos y muy interesantes.

El mapa de Paolo Toscanelli era parte de las cartas marinas que llevaba Colón en su primer viaje y
revelaba la posibilidad de llegar a la India por el Oeste. Los estudios de Toscanelli estaban basados en viajes de Marco Polo y en las historias de los navegantes.

Es poco conocida la circunstancia de que los hermanos Colón, tanto Cristóbal como Bartolomé, tenían amplios conocimientos de cartografía. El mapa de Bartolomé es un mapa portulano típico en el que se muestran con detalle los puertos mediterráneos y atlánticos de Europa y África.

Según los estudios de Colón, desde las Canarias a Cipango había unas 2.400 millas náuticas, discrepando con la realidad que eran 10.700 millas. Los propios hermanos trazarían un mapa antes de emprender el viaje que conduciría al descubrimiento de América.

Cristóbal Colón vivió en una época de transición entre la navegación costera, de cabotaje, y la navegación astronómica, conocimientos que influirían de forma determinante en la mentalidad del genovés. Además, como hemos dicho, la técnica naval peninsular había avanzado mucho.

Finalmente, Cristóbal Colón parte con tres carabelas: la Niña, la Pinta, y otra de mayor porte, la Santa María (llamada nao varias veces en el Diario del primer viaje, puesto que sólo una sería de vela latina y dos de vela cuadra, o sea, carabelas redondas, parecidas a las naos).

En Gran Canaria el timón de La Pinta se reparó y se sustituyó sus velas triangulares originales por unas cuadradas, convirtiéndose en la carabela más rápida de la flotilla. Terminada su estancia en las islas emprendieron la travesía por el océano Atlántico en dirección Oeste.

Una carabela podía recorrer de 100 a 130 kilómetros al día y, si el día era bueno, hasta 160, lo que para la Edad Media era una velocidad realmente impresionante. El 14 de septiembre los de La Niña dicen que han visto dos especies de aves.

El día 16 de septiembre, llegan al Mar de los Sargazos y el 1 de octubre la tripulación ya había recorrido 5.000 kilómetros y llevaba 2 meses navegando. La comida ya se pudría y el olor obligaba a muchos a dormir a la intemperie huyendo del fétido hedor.

El 6 de octubre Pinzón exhorta a Colón a variar el rumbo al Suroeste pero este se negó; dos días después aceptó. Para el día 10 de octubre, los marineros presentaban muchas quejas, pero Colón les convenció para que esperasen, y les prometió que ya estaban cerca de su destino.

Colón había visto vegetación en el agua y aves, lo cual indicaba que habría tierra firme cerca. Finalmente, el 12 de octubre de 1492, un marinero de la Pinta llamado Rodrigo de Triana avistó tierra, era una isla del Caribe que Colón bautizó como San Salvador.

Más tarde, se arria un bote y Colón baja a tierra con la tripulación portando una bandera real, la bandera de los Reyes Católicos. Pensaba que se encontraba en las Indias, pero en realidad se encontraba en un nuevo continente. Los indígenas al verlos se preguntaron si eran dioses

Así fue como se descubrió América y el resto es cosa de especulaciones y debates. Pero lo que es innegable es que gracias a Colón y a sus hombres, dos territorios se hermanaron cultural e históricamente para crear lo que sería la Hispanidad.

¡FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD!

Hasta aquí este hilo especial para el Día de la Hispanidad y Día de la Fiesta Nacional. Espero que les haya gustado.

Si alguien tiene interés en fuentes o imágenes puede escribirme por privado.

Ya aviso a impertinentes, ofendidos y demás ralea, que hoy no pienso contestarles.

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