Thread by @GFdeVenezuela

¿Al volante de noche para regresar a casa?
¡Cuidado!
En la sesión de hoy de #CuentosDeMedianoche nuestros amigos Jorge Argenis Villegas @argevillegas y Laura Colmenares @lauryct te contarán el porqué…

¡Te esperamos!

@argevillegas @lauryct “… y como recién acababa de experimentar lo que significa encontrarse solo, de noche y necesitando ayuda, retrocedió permitiendo que subiera al vehículo. Tras identificarse como Gabriel, lo entretuvo con interesantes anécdotas hasta que, habiendo dejado atrás Maracay…”

“… y La Victoria pidió a su benefactor detenerse pues había llegado a su destino. A pesar de la hora y lóbrega soledad de aquel paraje, el anciano extrajo de sus bolsillos un pequeño bolso de gamuza que obsequió a quien le había socorrido. Éste quiso devolverlo..."

“… argumentando que no era necesario un pago pero el anciano insistió, tras lo cual desaparecio en la oscuridad. Al principio, quiso deshacerse de aquel regalo tirándolo por la ventanilla, pero algo lo detuvo y colocó la bolsa en el asiento de al lado prosiguiendo su viaje…”

Así relataba Porfirio Torres en “Nuestro Insólito Universo” el caso de aquel pasajero surgido de la nada en la autopista, captando toda la atención de Jorge Argenis Villegas @argevillegas, quien retornaba esa noche a Calabozo desde Maracay y sintonizaba el programa.

“Sucedió a mediados de 2007.
Un amigo me pidió el favor de llevar a un ingeniero de una importante empresa de la ciudad de Calabozo a su residencia en Maracay, estado Aragua. Partimos a las 07:00 pm. en un viaje de ida y vuelta para mí.”

#CuentosDeMedianoche

“Llegué al destino mencionado a las 10:00 pm, y a esa hora partí de regreso, no me detuve ni para cenar; a las 12:00 am. estaba en la alcabala de Los Dos Caminos. Noté que de la vía del sombrero venía una Ford Bronco de color negro.”

#CuentosDeMedianoche

“En mi viaje, abordo de mi Dodge Caliber, no pasé de los 100-120 km/h. Pero al ver que la camioneta tomaba la misma dirección que yo, aceleré para perderla. Tuve miedo por la gran cantidad de robos en la vía, por lo que aceleré hasta llegar a los 180 km/h.”

#CuentosDeMedianoche

“Miraba constantemente por el retrovisor para ver si la había perdido… y sí, ¡la perdí! Una vez más dirigí la mirada hacia el retrovisor, pero esta vez fue muy diferente.”

#CuentosDeMedianoche

“El reflejo de un anciano en el espejo me paralizó. De rostro sereno y mirada triste, su parecido con Albert Einstein me sorprendió. Por escasos segundos, que me parecieron una eternidad, casi pierdo el control. Pensé de inmediato en detenerme y correr, abandonar el auto…”

“Pero estaba en medio de la nada, en la zona que es conocida como “Hacienda Las Maravillas”, la recta entre Los Dos Caminos y Calabozo, en donde han muerto trágicamente cientos de personas, entre ellos el actor, cantante y comediante Juan Carlos Adrianza, "El Fabuloso".

Adrianza y María Gabriela Rengifo, su asistente, fallecieron la noche del viernes 2 de diciembre de 2011, cuando su Ford EcoSport chocó con una gandola estacionada en la vía, sin luces ni triángulo de seguridad, mientras el chofer estaba dormido pasando la borrachera.

“Afortunadamente reaccioné y me dije: ¡No!, ¿para dónde voy a correr? Invoqué la poderosa presencia de Dios y le di un golpe al retrovisor mientras seguía orando. Al momento todo se calmó, mientras la vía parecía iluminarse para que pudiera proseguir mi camino”.

“Al dirigir la mirada al asiento del acompañante no podía dar crédito a lo allí veía: Era un pequeño estuche de gamuza, similar al que se había descrito en el programa, con unas líneas manuscritas en un papel de hilo algo gastado por el tiempo. Al llegar a casa pude leerlo…”

“Creo en una vida después de la muerte, simplemente porque la energía no puede morir, ella circula, se transforma y no se detiene nunca… La vida es una preparación para el futuro, y la mejor preparación para el futuro es vivir como si no hubiera ninguno.”

Albert Einstein

“Jamás volví a conducir solo, en las noches.”

Lo sucedido al amigo @argevillegas es otro de los tantos casos presentados en nuestras carreteras y autopistas, en donde no podemos encontrar explicaciones convincentes al misterio y lo sobrenatural presentes en ellos.

Así le sucedió a la amiga Laura Colmenares @lauryct en la Autopista Regional del Centro, el 06 de abril de 1999, cuya experiencia ya habíamos relatado en #CuentosDeMedianoche pero que hemos consideramos de interés publicarla de nuevo, en sus propias palabras:

“En aquel entonces tenía una empresa organizadora de eventos en Valencia, teniendo prevista la realización de una boda para finales del mes en una hermosa casa colonial en La Entrada, una zona muy agradable, similar al Hatillo aquí en Caracas por su clima y belleza.”

"Fui con Eliana (nombre ficticio en respeto a su memoria), que era una joven y talentosa decoradora que me suministraba la mantelería. Al tener mi carro en el taller usamos el de ella, un Toyota Corolla. Fuimos a ver la casa, mostramos la mantelería y finiquitamos los detalles.”

“Se nos hizo un poco tarde y al ser ella poco diestra en el manejo, decidimos que yo manejase ya que tomaríamos la carretera vieja para llegar a Naguanagua.”

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“Eran las 06:45 de la tarde y ya estaba muy oscuro. De repente, en una curva, se nos vino encima una camioneta conducida por una mujer, chocándonos por el lado del piloto en la parte delantera.”

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“La violencia del impacto lanzó mi cara contra el volante, fracturándome el maxilar, y aunque recibí golpes generalizados en todo el cuerpo no perdí la conciencia, mientras que a Eliana no le pasó nada. Adoloridas y bastante asustadas, nos mantuvimos dentro del vehículo.”

“En cosa de pocos minutos, por no decir que instantáneamente, el tráfico en la vía parecía haberse paralizado, mientras una extraña sensación y un silencio total se apoderaba de nosotras. El tiempo parecía haberse detenido...”

“En ese momento el ruido de una moto rompió el silencio... Un hombre joven, alto y de tez muy blanca se bajó, identificándose como médico del Hospital Central de Valencia. Su voz era muy suave, agradable y sin sobresaltos, transmitía seguridad...”

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“Inmediatamente me tomó la tensión y me prestó los primeros auxilios, me dijo que no intentara moverme hasta que llegara una ambulancia, que llegó bastante rápido, ya que habían otras personas tratando de auxiliar también a la mujer del otro vehículo.”

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“Al llegar la ambulancia, el médico me inmovilizó, me limpió la cara, me puso oxígeno y monitoreó mis signos. Con su voz suave y serena, me dijo que no tenía nada que temer, que aún no había llegado mi hora y que todavía pasarían muchos años para poder ver a mi descendencia...”

“Yo tenía un diagnóstico de fibromatosis y era casi imposible quedar embarazada. Dicho esto, sus ojos me miraron fijamente, mientras proyectaban un reflejo muy particular, de paz y tranquilidad, como si se tratara de una persona que me conociera de toda la vida.”

“Seguidamente, ¡subió a su moto sin despedirse y desapareció! Me operaron el maxilar en la Clínica La Viña; mi familia me trasladó a Caracas y un par de meses después fui a la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera, como también se conoce al Hospital Central de Valencia.”

“Pregunté por el médico, lo describí, di su nombre pero nadie lo conocía, no había ningún galeno con esas características, ¡simplemente no existía!”

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“Pero lo más espeluznante de la historia fue lo que sucedió con Eliana: Al año siguiente, el jueves 06/04/2000, se desplazaba por la misma vía, a la misma hora, en el mismo vehículo manejando ella y en la misma curva la embistió un camión de frente, falleciendo en el acto.”

“Aún sigo sintiendo el mismo nudo en la garganta al recordarla y un escalofrío me estremece a pesar del tiempo transcurrido. Sin lograr entender todavía la dimensión de lo sucedido, no me queda más que pensar que se trató del destino, que realmente existe y nadie escapa de él.”

“Y lo sigo sosteniendo 22 años después: del destino nadie escapa, me atrevo a decir que ha sido la experiencia más dura de mi vida. Nosotras habíamos demandado a la mujer que nos chocó pues venia ebria y cuando eso pasó decidí retirar todos los cargos. Lo dejé en manos de Dios."

“Contar esta historia ha sido muy liberador para mí, pues sólo la había compartido con gente muy cercana a mi entorno. Mi aprendizaje es que muchas veces Dios actúa de manera misteriosa al enviar Ángeles que auxilian en circunstancias muy difíciles...”

#CuentosDeMedianoche

“... siendo portadores de noticias inesperadas o profecías (como se quiera llamar) pues logré ser madre casi a los 40 años, tal cual como lo anunció esa noche aquel médico desconocido que desapareció en la nada.”

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