Blas de Lezo pasaría a la posteridad como el defensor de Cartagena de Indias, pero antes de ese momento ya era famoso en la Real Armada. En noviembre de 1732 había encabezado una expedición de socorro para romper el cerco que estaban sufriendo las tropas españolas en Orán.
Orán y Mazalquivir habían sido reconquistadas por los españoles en la gran expedición de 1732, expulsando de la ciudad al bey Hassan y a sus tropas moras. Álvaro de Navia-Osorio había quedado como gobernador militar al frente de una guarnición española de 6.000 hombres.
Aunque el bey habría prometido no atacar la plaza tras su caída, organizó un gran ejército con la ayuda del bey de Argel, y asedió la ciudad con más de 10.000 hombres. La guarnición española aguantó los bombardeos, pero en una salida a romper el cerco sufrió muchas bajas.
Cuando la plaza estaba a punto a de caer, a mediados de noviembre, se presentaba Blas de Lezo con una escuadra de 2 navíos, 5 fragatas y sutiles y 25 transportes con 5.000 hombres. La escuadra española forzó el bloqueo, expulsó a las galeotas argelinas y socorrió la plaza.
La ciudad se mantuvo bajo control español hasta 1792. Blas de Lezo por su parte, inició una campaña de caza de los corsarios y piratas berberiscos el año siguiente, llegando a hundir la nave capitana y destruir dos castillos en la bahía de Mostagán en el año siguiente.
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