Unos días después de ser campeón en México, en el cenit de su carrera, Maradona se esconde.
Se marcha a una isla ínfima de Oceanía: juega al fútbol en el equipo local.
Al año, otro argentino llega al mismo lugar y, él también, crea una maravilla.
Hoy: el paraíso de Diego y Fito.
1) El 29 de junio de 1986, Argentina se consagra campeón mundial en el Estadio Azteca.
El país es un puño apretado.
Los jugadores son recibidos en el aeropuerto, se encuentran con el presidente...
Todo es gloria, todo está documentado.
Unos días después, Diego se toma un avión.
2) ¿El destino? Faa'a, una localidad de 20.000 habitantes en la colonia francesa de Tahití, parte de la Polinesia en Oceanía.
Un archipiélago muy pequeño en medio del Océano Pacífico.
Allí llega el mejor del mundo, con Claudia y una delegación de unas 15 personas.
3) Los tahitianos que le organizan el viaje a Maradona se llaman Jean y Robert Tanseau.
Al aterrizar el avión, lo esperan varios niños pero él sólo quiere descansar: pide salir por otra puerta.
Sin embargo, con los días eso cambia.
Diego se relaja y se abre a la población local.
4) "Quiero bailar con la gente, quiero jugar al fútbol con los locales", pide Diego a Robert Tanseau.
Ese mismo día, los jugadores del AS Dragon, uno de los clubes de la isla, se acercan al hotel y empieza el fulbito.
El rey del fútbol se divierte en Oceanía con unos anónimos...
5) La anécdota simboliza lo que fue Maradona.
Un mes antes, se había consagrado campeón mundial, tenía todo el mundo a sus pies...y de repente ahí lo tenemos, con los jugadores de un ignoto club tahitiano, jugando como si fuera la final contra Alemania.
Con el pueblo, siempre.
6) Lo que había sido una visita anónima empieza a difundirse. El boca en boca llega a Argentina, y eso que no había internet.
Una revista de la época publica incluso fotos de la luna de miel en su tapa.
(Habría que hacer un hilo aparte: "Diego y las sungas", ¿No?)
7) El Club Med de Moorea, Tahití, había sido el escenario de un capítulo más en la vida de Diego, apenas días después de su gran obra.
Julio de 1986.
Y es apenas unos meses después, 1987, cuando otro argentino se aloja exactamente en el mismo lugar, probablemente sin saberlo...
8) El nombre de este nuevo huésped es Rodolfo.
Aunque la gente lo conoce más como Fito: Fito Páez.
Luego de una gran tragedia familiar, el cantante, ya muy famoso, necesita irse, desconectarse de todo, poder salir de su infierno.
Y elige, como Maradona, también Tahití.
9) Es en el Club Med de Moorea donde Fito Paéz compone parte de "Ciudad de pobres corazones", tal vez su disco más oscuro, un gran hito.
Es cierto que el hilo de unión es fino, pero no deja de ser llamativo que un mismo hotel, tan alejado, haya visto los pasos de uno y de otro.
10) Además, en años consecutivos: Diego llega en 1986; Fito en 1987.
¿Habrán hablado alguna vez del lugar? ¿Lo sabían?
El máximo ídolo popular de la historia argentina y el enorme músico se encontraron por primera vez en julio de 1993. Los retrató la revista "Duende".
11) Con los años, incluso, Cecilia Roth comentó que el himno "Y dale alegría a mi corazón" fue compuesto por Fito en honor a Diego.
La música, casi un himno nacional, sonó en 1994, en la vuelta de Maradona al país para jugar en Newell's, club de Rosario, la ciudad del músico.
12) La principal fuente de este hilo es este excelente artículo de Stanley Sandford, con fotos inéditas.
actu.fr/sports/souveni…
Miren además esta foto increíble: explore.lequipe.fr/Tous-sports/Ar…
Las imágenes utilizadas: Club Med, Getty y Christian Pinson/Icon Sport.
"Maldito sea tu amor, tu inmenso reino y tu ansiado dolor..."
Te extrañamos y te extrañaremos siempre, Dieguito.
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