El cepo a la carne fracasó y Argentina perdió una fortuna en exportaciones y dólares para las reservas, los productores mercados y no se no logró frenar la actualización de precios. Vamos a hacer una crónica de una medida que solo provocó desastres y los puede seguir provocando
El primer dato es la caída de las exportaciones en octubre. Cayeron un 26% de 59 mil a 41,6 mil toneladas en un mes y un 32% respecto al año anterior. El cepo disminuyó en 11 mil toneladas los envíos a China, nuestro principal comprador, pero también a Israel y Chile
China llegó a representar un 80% de nuestras exportaciones de carne, pero en septiembre cayó al 64%. Para hacerse una idea, en mayo, justo cuando se puso el cepo, exportamos 52 mil toneladas, 28 mil en junio, 25 mil en julio y hoy estamos en 30 a 36 mil toneladas mensuales
El efecto hubiese sido devastador, de no haber registrado una suba de los precios internacionales del 46% que elevó el valor de las exportaciones un 8%. Subió lo mismo que bajó el volumen exportado: 8%. Perdimos, pero la providencia nos hizo salir empatados
Pese a haber compensado, lo que no se recupera tan fácil es la porción de mercado que perdimos frente a proveedores confiables por no tener cepos, como Paraguay y Uruguay, que tuvieron record de exportaciones. Háganle monumentos a Maxi en Asunción y Montevideo
Por ahí hablar de toneladas no ayuda a comprender la dimensión del problema. En octubre el valor promedio de la tonelada se fue a 5.600 dólares. Cada diez mil toneladas, son 56 millones de dólares. El 9% va al fisco en forma de retenciones. Pierde el productor y el gobierno
Si la caída mensual de exportaciones ronda las 20 mil toneladas por mes respecto al mes anterior al cepo, implica que cada mes se perdieron unos 112 millones de dólares de ventas. Son 1.340 millones anualizados. Pero ¿sirvió tanto sacrificio para bajar el precio interno?
Desde octubre a hoy el precio de la carne pegó un salto del 25% en los mostradores. Ya lleva un 145% en lo que va del año y comenzamos a pensar que no se trata de cepo sí o cepo no, sino de la inflación, el poder de compra del salario, la carga impositiva y la alergia exportadora
Tampoco se puede culpar a los productores y faenadores porque el grueso de las ventas son locales por lo que quedaron presos de los costos y precios internos, con menor posibilidad de sostenerlos compensando con las exportaciones y la venta de la carne que solo se consume afuera
Si de cada vaca el 30% se vende afuera, con mayor margen que el restante 70% de “cortes populares”, con el cepo los costos suben por la inflación y el ajuste de precio viene por el mercado interno obligatoriamente o tienen que quebrar y ahí no hay más carne para nadie
Ante la perspectiva de no recibir moneda fuerte – y no para viajar a Miami sino para pagar vacunas, arriendos, maquinarias y sueldos – toda la cadena de producción de la carne tiene que actualizar los precios. Si alguien le hace entender esto a Feletti se gana un asado con cuero
Ahora hay que explicar los tiempos de la industria ganadera. Entre que el productor cría a cada res, la embarca en el camión, llega al frigorífico y se procesa para luego ser enviada a la carnicería, transcurre mucho tiempo y dinero. Ahí se construye el valor que vos pagás
Todavía existen veteranos de Puan que creen que el hombre de campo siembra caracúes y al rato cosecha vacas. O que la res come solo pasto y que el gaucho se les queda mirando para que crezcan sanas. O que en el frigorífico hay ninjas que solo las cuerean y las parten al medio
Desde que ves un ternero en el campo hasta que se acomoda en tu plato con papas fritas, transcurren dos o tres años y unas semanas desde que sube al camión para ir al frigorífico y se acuesta en el mostrador del carnicero. En todo ese tiempo se suman costos que definen el precio
Por eso apenas se puso el cepo el precio siguió su inercia, solo logró aquietarse dos meses después y en septiembre empezó al sentirse el efecto negativo en el mostrador. Es decir que levantaron el cepo porque la carne subía, no es que subió porque levantaron en cepo. Simple
En octubre la faena cayó un 3% y en lo que va del año se faenó un 8% menos que en 2020. Un millón de cabezas menos que el año pasado. Calculen que cada vaca rinde 250 kilos. Al menos 250.000.000 de kilos ¿Se faena menos porque no rinde o porque el mercado local se achicó?
Sucede que además por la caída constante del poder de compra del salario, volvió a caer el consumo de carne, que ya se venía derrumbando desde hace tiempo. Según la medición de CICCRA en septiembre, cada argentino consume 47,3 kilos anuales de carne. 129 gramos diarios. Un lomito
La mayor faena fue de vacas jóvenes y las más viejas, esas que se destinan al mercado asiático, perdieron presencia en el mercado. Lamentablemente se carnean las reses que pueden sostener el arreo estable y las que ya no están en condiciones, muchas veces se desperdician
De Mendiguren insiste que el precio de la carne argentina está al nivel de Francia. No solo no es cierto, sino que además el salario mínimo acá es de 176 dólares y el de los franceses U$S1.582, por lo que el hombre diseñado por Gaudí dijo una cosa que no tiene ni pies ni cabeza
Además un kilo de lomo en Francia sale 20 dólares y acá 12. Lo que pasa es que un kilo de lomo por allá representa el 1,2% del salario mínimo, y acá el 6,8%. Por eso ellos comen cada vez más carne y nosotros estamos teniendo el menor consumo per cápita de un siglo
Si se consume menos carne, hay menos oferta porque hay menos faena y suben los costos de producción y procesamiento que no se compensan con los dólares de las exportaciones, entonces la ecuación conduce a una única conclusión: ¿Quién fue el salame que propuso el cepo?
Además el cepo no se levantó, solo se aflojó para algunos cortes destinados a China y otras categorías que, en los hechos, obligan al que procesa la carne a elegir bien cada vaca y a armar un rompecabezas cada vez que trocea una res para cubrir costos o al menos no perder tanto
En la actualidad se permite exportar hasta 100 toneladas mensuales por establecimiento faenador y 50 toneladas por empresa que tenga instalaciones para procesar de carne destinada a la exportación en categorías D y E y hasta un límite de 140.000 vacas. Un chino para entender
Por si todo esto no fuese suficiente se aplica una retención del 9% por cada venta externa y una cantidad porno de impuestos. Y vienen las paritarias y aumentos de servicios y les liquidan el dólar a $87, por lo que lamentablemente ese bife tiene que aumentar. Es inflación, bro
El 30% de lo que se exportaba se redujo y el 70% consumido acá se agrandó y no bajó el precio. Vamos perdiendo como 450 millones en exportaciones y aun así el cepo no funciona porque si vas a la carnicería, te sale un poco más que antes. ¿Quién es el salame que pide más cepos?
Para resumir: el cepo no bajó el precio de la carne sino que lo contuvo y ahora saltó, porque los costos subieron y las vaquitas no aparecen porque le temen a los funcionarios que comen asado mientras deciden cepos y que no comas tanta carne ni vos ni tu primo francés. O chino
PS: metieron un cepo cuando el precio internacional subió como Apolo 11 y más se necesita ingresar dólares a la economía en momentos de sequía de reservas y crisis financiera. La promesa de carne barata hecha por el gobierno, no se cumple. No se llama cepo, se llama “autoboicot”
Continúo publicando gracias a los que me apoyan para seguir haciendo periodismo libre, sin sugerencias de anunciantes y funcionarios
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