Octubre de 1983. El submarino K-324 acaba de llegar a su área de patrulla en el Mar de los Sargazos, frente a la costa este de los EEUU. La nave pertenece a la 33º División de la Flota del Norte y está bajo el mando del capitán de segundo rango Vadim Aleksandrovich Terekhin
Es el primer despliegue del K-324 en el Atlántico y tiene poco de rutina. Junto al barco de inteligencia CCB-506 Nakhodka, deben rastrear al USS Georgia, un submarino lanzamisiles del tipo Ohio, que según los espías de Moscú se dispone a realizar su primera navegación en pruebas
Es una misión a la altura del mejor submarino soviético de la Guerra Fría. Construido en el astillero de Komsomolsk-on-Amur, el K-324 había entrado en servicio el 30 de diciembre de 1980 como el séptimo integrante de la clase Proyecto 671 RTMK Shchuka (Víctor III para la OTAN)
Desplaza 7.250 toneladas sumergido, mide 107 metros de eslora y su reactor nuclear doble puede impulsarle a 31 nudos bajo el agua. Tripulado por 96 hombres, lleva seis tubos lanzatorpedos en la proa para 24 torpedos, misiles de crucero, antibuque y antisubmarinos; o 36 minas
Pero más allá de las cifras, el Víctor III destaca por ser el primer submarino soviético verdaderamente silencioso. Cuando la URSS descubrió a través de sus agentes que la OTAN podía rastrear fácilmente a los Víctor II, detiene la producción de este modelo y diseña el Víctor III
Y lo hace con ayuda occidental. En secreto, la URSS compra a Toshiba (Japón) y Kongsberg (Noruega) ordenadores, software avanzado, y maquinaria para fabricar hélices más silenciosas y amortiguadores especiales con los que reducir el ruido generado desde el interior del submarino
El Víctor III también luce una mejor tecnología de procesamiento de datos, nuevos sensores SOKS y una misteriosa vaina en forma de lágrima, de 10 metros de largo y 2,5 metros de ancho, situada sobre el timón de popa. Guarda un sónar remolcado, pero la OTAN tardará en averiguarlo
Cuando los Víctor III entran en servicio, EEUU comprueba que sus niveles de ruido están muy cerca de la clase Los Ángeles, el mejor submarino occidental. Pronto circulan historias sobre Víctor III que siguen a los LA durante días con sus SOKS y les hacen 'ping' antes de escapar
Aún así, la OTAN detecta al K-324 en su viaje hasta los Sargazos. Cinco días después de cruzar el SOSUS (una barrera de sonares fijos entre Groenlandia, Islandia y Reino Unido), los soviéticos escuchan los ecos de las sonoboyas lanzadas por los aviones de patrulla que les buscan
No muy lejos del K-324 navega la USS McCloy (FF-1038). La fragata está operando en lo que los americanos llaman una 'Yankee's Box'. Esto es, un área desde la que los submarinos lanzamisiles soviéticos tipo Yankee pueden lanzar sus cabezas nucleares contra la costa este de EEUU
La McCloy es una rareza en la US Navy. Pertenece a la clase Bronstein, de la que sólo se construyen dos unidades entre 1961 y 1963. De 2.960 toneladas de desplazamiento y 113 metros de eslora, su principal cometido es la guerra antisubmarina, misión en la que no tarda en destacar
A tal fin, la fragata está armada con un lanzador óctuple de cohetes antisubmarinos ASROC, dos lanzatorpedos triples para torpedos antisubmarinos Mk-46 y una pequeña plataforma de vuelo desde la que se puede desplegar un helicóptero o el dron Gyrodyne QH-50 DASH
Para detectar a sus presas, lleva un sonar en la proa, si bien, el bulbo que lo aloja ha sido tan mal diseñado, que impide al barco cazar submarinos a altas velocidades. Una seria limitación cuando se opera contra los SSN y la razón por la que no se han construido más Bronstein
En su vigilancia, la McCloy despliega por la popa un sonar remolcado AN/SQR-15. Se trata de un cable de cientos de metros, coronado por sensores que captan el ruido de buques y submarinos a grandes distancias. Entre otras cosas porque no le perjudica el ruido de su propio barco
Aquí es donde las versiones se separan. Según el teniente comandante Scott Allen Fry, capitán de la McCloy, su barco fue requerido para localizar al Víctor III. El SQR-15 detecta al K-324 a larga distancia, pero debido al mal tiempo, quiso acercarse para obtener un mejor retorno
Sin embargo, Terekhin asegura que burló a las fuerzas antisubmarinas occidentales situando su Víctor III en la popa de un buque y escondiéndose en su estela. Allí permanece durante 14 horas. De ser así, no parece que los soviéticos supieran que se trataba de la fragata McCloy
31 de octubre. El sónar remolcado de la McCloy se rompe, sale del agua y pasa por encima del buque. Por suerte, ningún hombre es alcanzado. La tripulación recoge el cable, pero faltan más de 400 metros. La fragata comunica lo sucedido e inesperadamente se le ordena volver a base
Cien metros por debajo de la McCloy, los marinos del K-324 oyen un golpe seco en el casco. El submarino vibra y pierde velocidad. Terekhin ordena máxima potencia. Sin resultado. La velocidad baja a 3 nudos. El capitán del Víctor III ordena ascender a profundidad de periscopio
El comandante soviético está buscando al barco pesquero que cree estar siguiendo. De hecho, el capitán del K-324 piensa que su submarino se ha enganchado en una red de pesca. Es el oficial mecánico Anatoly Sedakov quien sugiere que algo distinto a una red está atascando la hélice
1 de noviembre. Ante el riesgo de quedarse sin propulsión, Terekhin da la orden de emerger. Hay tormenta en la superficie. Pese al bamboleo y la poca visibilidad, los soviéticos dan con el problema: hay un cable de diez centímetros de ancho enrollado en la hélice del submarino
La tripulación intenta romper el cable con un hacha. Y con disparos. Sin éxito. Por dos veces, el K-324 trata de sumergirse. Es inútil. Terekhin envía un mensaje de socorro a Moscú. El mando responde enviando al buque de rescate Aldan desde Cuba. Pero tardará diez días en llegar
Los americanos tardan bastante menos en localizar al Víctor III. Apenas han pasado unas horas, cuando un avión antisubmarino P-3 Orión descubre al K-324, inmóvil en la superficie, a 282 millas al oeste de Bermudas y 470 millas al este de Charleston. Pronto llega un segundo Orión
Los P-3 comienzan a acosar al submarino con el lanzamiento de sonoboyas y bengalas. Y los problemas para los soviéticos no han hecho más que comenzar. Al poco, entran en la escena dos modernos destructores de la clase Spruance, el USS Peterson (DD-969) y el USS Nicholson (DD-982)
Aprovechando que las comunicaciones de los americanos no están cifradas, el teniente Sergei Arbuzov, jefe de los operadores de radio del K-324, mantiene al capitán Terekhin al tanto de las intenciones de la USN. Parece evidente que los estadounidenses quieren recuperar su sónar
Los destructores hostigan al submarino. Llegan a acercarse 30 metros por la popa. Así intentan cortar el cable del sónar o engancharlo con los bicheros. La llegada del Nakhodka salva la situación. El barco espía se interpone entre los americanos y el K-324, aliviando el acoso
Desde el puente del K-324 ven cómo se preparan los buzos de combate en la cubierta de los destructores. ¿De verdad los americanos piensan abordar el submarino?. La reciente invasión estadounidense de la isla de Granada invita a los soviéticos a ponerse en el peor de los supuestos
Las opciones de Terekhin son muy limitadas. Con la hélice atascada, el Víctor no puede huir, incluso si lograra sumergirse. Es más, bajo el agua podría perder el sónar americano. Y el almirante Sergéi Gorshkov, Comandante en Jefe de la Armada, ha ordenado llevar el cable a Moscú
El capitán soviético sopesa evacuar a la tripulación y hundir el K-324 si los americanos intentan asaltar su nave. Finalmente, elige a ocho marinos, les entrega los cuatro fusiles de asalto que hay abordo y ordena realizar una guardia armada en la cubierta de popa del submarino
Ni decir tiene que se trata de una fuerza insuficiente para repeler un asalto naval y/o helitransportado de los americanos, que además contarían con el apoyo de las ametralladoras de los destructores. La realidad es que el K-324 está a merced de lo que quiera hacer la US Navy
Pero los estadounidenses se muestran más prudentes de lo que temen los soviéticos. El 7 de noviembre llega el Aldan. La nave de rescate lanza sus buzos, pero son incapaces de desenrollar el cable de la hélice del K-324. Al menos, cortan una sección de 420 metros y la suben abordo
Los hombres del Aldan colocan balsas hinchables en el casco del K-324 para aumentar su flotabilidad y facilitar el remolque. Según Terekhin, un oficial del Peterson dispara con una carabina y desinfla las balsas. El Nakhodka se interpone de nuevo entre el destroyer y el submarino
Sin embargo, según el capitán de tercer rango L. Shutov, comandante del Nakhodka, los disparos son un invento de Terekhin. Sea como fuere, el Aldan toma a remolque al K-324, y junto al Nakhodka, ponen rumbo a Cienfuegos, Cuba, seguidos de cerca por el Peterson y el Nicholson
Los destructores 'escoltan' a los soviéticos hasta el límite de las aguas territoriales cubanas. Cuba despliega dos patrulleros y doce nadadores de combate para proteger al K-324. El submarino es puesto en dique seco. Los operarios tardarán cuatro días en desatascar la hélice
Finalmente, el sónar estadounidense es enviado a Moscú en un avión de carga, para deleite de los oficiales de inteligencia de la Flota Roja. Tras once días en Cuba, el K-324 regresa al Mar de los Sargazos. Después de dos semanas de patrulla, recibe la orden de volver a la URSS
Ya en puerto, los servicios de inteligencia interrogan a los marineros del K-324 y se adueñan de los documentos de abordo. La tripulación es conminada a guardar silencio, separada y repartida entre otros barcos. Incluido el capitán Terekhin. El incidente es declarado alto secreto
Lo mismo sucede en EEUU. El secretismo da pie a versiones alternativas. Hay autores que aseguran que el K-324 también tenía desplegado su sónar de arrastre y su cable se enganchó en las hélices de la McCloy. Sería la razón por la que la fragata recibió la orden de volver a puerto
Otros investigadores afirman que el triunfo de la inteligencia soviética no fue completo, pues el submarino USS Philadelphia (SSN-690), de la clase Los Ángeles, fue enviado con urgencia a la zona y logró cortar una parte del cable del sónar de la McCloy, que arrastraba el K-324
El K-324 vuelve a la costa este de EEUU en 1985 y los soviéticos aseguran que logró establecer tres contactos con SSBN. El tiempo total de seguimiento fue de 28 horas. El K-324 sobrevive al fin de la URSS y sirve con Rusia. Puesto en reserva en 2000, fue desmantelado en el 2006
La McCloy es puesta en reserva en 1990 y dada de baja de la US Navy en 1991. Pero no será desguazada por los estadounidenses. En 1993, la fragata es vendida a la Armada de México, donde servirá con el nombre de Bravo hasta el año 2017
El director Artem Mikhalkov, hijo del famoso Nikita Mikhalkov, rueda un documental sobre el K-324: 'El enigma del Príncipe Negro'. Cuando pidió los archivos a los americanos, le dijeron que los habían quemado. Terekhin dice que el 'docu' es poco realista
El comandante del K-324 tenía 32 años cuando le 'robó' el sónar a la McCloy. Once años después se retira de la flota de submarinos como capitán de primer rango. Tras 25 años en la Armada, se jubila y vive en Vladivostok con su esposa Olga Vasilievna, con la que tiene dos hijos
El incidente de 1983 no es el único que afecta al K-324. En 1981, el Víctor III, mandando ya por Terekhin, colisionó con 'algo' cerca de Vladivostok. Algunas fuentes aseguran que topó contra el USS Drum. Otras indican que el choque se produjo contra un Han chino, que se hundió
Al largo de su carrera, el K-324 también sufrió la explosión de una batería y un incendio en la sala de torpedos, cuando llevaba dos ojivas nucleares. Seguro que algún marino se acordó que en la botadura del submarino se necesitaron cinco intentos para romper la botella Конец/End
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