Guillermo Nicieza Profile picture
Medicina y Cirugía | Sanidad Militar | Historia Naval | Asturias/Madrid, España | RT≠Aprobación @Desdelatoldilla | 📚#Leonesdelmar🦁 #AnclasYBayonetas⚓️

Dec 23, 2021, 14 tweets

Ayer hablábamos de motines en la Real Armada, ¿pero por qué hubo sólo 2? Principalmente porque los hombres eran bien tratados y de forma poco arbitraria, a diferencia de en otras naciones. Las Reales Ordenanzas Navales eran unos códigos muy garantistas si bien estrictos.

Esto suponía en la práctica que ningún oficial podía castigar a un marinero o soldado si ello no estaba contemplado en las Reales Ordenanzas. Si era posible administrar un castigo físico menor en las labores de mar, pero sin excederse, y los hombres lo tomaban como algo natural.

Sin embargo, cualquier pena que conllevara martirio o pena de vida, debía estar recogida en las Reales Ordenanzas y argumentada en un consejo de guerra, donde el reo se defendía. La propia palabra de un oficial podía ser suficiente, pero no si había testigos contrarios.

Los oficiales españoles además fueron muy poco dados a los excesos y al arbitrio, al revés, muchas veces tuvieron un papel paternalista. Se preocuparon por tener bien formados a sus hombres y en alguna ocasión levantaron la mano para evitar situaciones más graves.

Otras razones del bajo número de motines es que a los hombres se les daba licencia para desembarcar y visitar a sus familias con bastante frecuencia, y que la ración diaria de alcohol era de vino y se repartía en las tres comidas. Esto dificultaba que estuvieran ebrios.

En algunas fiestas sí se les gratificaba con aguardiente, pero por lo general no se servía. Emborracharse con un 1 de vino aguado en tres comidas se antojaba casi imposible. En la Royal Navy se servía ron y grog, de graduación mucho más alta que solían detonar muchas situaciones.

Los juegos de azar y naipes tampoco se permitían ya que eran causa de pendencias frecuente, aunque muchos oficiales hacían la vista gorda siempre que no se apostara dinero. Por otro lado, las dotaciones españoles en general navegaron poco, y no llegaron a sufrir el alta mar.

Esta era una las principales causas de motín: los rigores del mar, falta de alimentos, oficiales morbosos o crueles, alcoholismo y además disputas personales. En ese sentido, los bloqueos supusieron que las escuadras españoles no navegaran años lejos de casa, como las inglesas.

Y para terminar, las Reales Ordenanzas proveían un sistema de apelación que iba hacia arriba, desde el comandante (que podía conmutar la condena) hasta la Mayoría General de la escuadra y el capitán general del departamento marítimo. Por ello, rara vez hubo castigos graves.

Cabe recordar que el motín se pagaba con la vida por varias razones: era una insubordinación grave y a la vez una traición a la escala de mando y al propio rey, ya que el navío se consideraba de su propiedad. Si además se pegaba o amenazaba a un oficial, se les cortaba las manos.

Una curiosidad respecto a las Reales Ordenanzas Navales, es que eran un código muy amplio y estricto, dejaba poco a la interpretación, no como los Articles of War británicos, que era unas normas muy abiertas. L'Ordonnance francesas se parecían mucho a las españolas.

Por otro lado, si bien a las dotaciones españoles a finales del XVIII se les pudo achacar impericia y falta de experiencia, no se las puede acusar de falta de disciplina o de cobardía, cosa corroborada en batallas como Trafalgar. Lucharon mejor de lo que se piensa (y esperaba).

Bibliografía:
Reales Ordenanzas Navales de 1802
González-Aller, J.I. (2005). La vida a bordo en la época de Trafalgar. Madrid: Revista General de Marina.

Láminas:
Carlos Parrilla
Láminas de uniformes, autor desconocido

Me corrijo:
Álbum de uniformes de Manuel Giménez y González, edición de 1982 del Ministerio de Defensa.

Share this Scrolly Tale with your friends.

A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.

Keep scrolling