"Pues otro anillo más fue forjado. En la tierra de Mordor, en los fuegos del Monte del Destino, el Señor Oscuro Sauron forjó en secreto el Anillo Regente para controlar a todos los demás."
¡Segunda y última parte de la historia de los Anillos de Poder!
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Cuando forjó el Anillo Único y los elfos descubrieron que los habían engañado, Sauron quiso recuperar todos los anillos de poder. Cuando lo consiguió, los repartió entre las diferentes razas para controlarlas a todas, y aunque los enanos fueron firmes, corrompió a los hombres.
Si no tenéis ni idea de qué estoy hablando os dejo por aquí la primera parte de la historia, que no se tarda ni 5 minutos en leer insensatos.
De los siete anillos de los enanos, algunos fueron consumidos por el fuego y otros recuperados por Sauron.
Los hombres que llevaron los Nueve Anillos alcanzaron gran poder en su época: reyes, hechiceros y guerreros de antaño. Ganaron riqueza y gloria, aunque sólo daño resultó. Parecía que para ellos la vida no tenía término, pero se les hacía insoportable.
Podían andar, si así lo querían, sin que nadie de este mundo bajo el sol llegara a descubrirlos, y podían ver cosas en mundos invisibles para los Hombres mortales; pero casi siempre veían sólo los fantasmas e ilusiones que Sauron les imponía.
Y tarde o temprano, todos acabarían cayendo bajo la voluntad del Único. Se volvieron invisibles para siempre, excepto para Sauron, y entraron en el Reino de las Sombras y se llamaron los Nazgûl. Y Sauron controló a todas las criaturas malignas que antaño sirvieran a Morgoth.
En el este y en el sur Sauron dominaba a casi todos los Hombres, que se volvieron fuertes en aquellos días y levantaron muchas ciudades y muros de piedra, y eran numerosos y feroces. Para ellos Sauron era Rey y Dios.
Tras el hundimiento de Númenor (si no sabéis de qué hablo, podemos hablar de ello más adelante), Sauron se retiró a sus fortalezas de la Tierra Negra y pensó en la guerra contra los elfos, pues el poder del rey Gil-galad había aumentado muchísimo.
En la Tierra de Mordor, cerca del Monte del Destino, donde antaño había forjado el Anillo Regente, levantó Sauron la fortaleza de Barad-dûr. Perdió para siempre el hermoso semblante y se dispuso para luchar contra los elfos y contra todos los hombres que los apoyaran.
"Una Última Alianza de Hombres y Elfos lucharon contra el ejército de Mordor, y en las lomas del Monte del Destino libraron su batalla por la libertad de la Tierra Media".
"La victoria estaba próxima, pero nada puede acabar con el poder del Anillo". Los reyes Gil-galad y Elendil derrotaron a Sauron, aunque ellos también murieron. Todo podría haber terminado ahí, pero el Anillo Único no fue destruido...
Así comenzó la Tercera Edad, donde tienen lugar todos los acontecimientos que podemos ver en El Señor de los Anillos.
Durante todo el tiempo en que Sauron pareció derrotado, el poder de los Tres Anillos siguió obrando, y donde ellos estaban, estaba también la alegría, y los dolores del tiempo no mancillaban cosa alguna, y los dueños eran Elrond (Vilya), Galadriel (Nenya) y Gandalf (Narya).
Y cuando finalmente el Anillo Único fue destruido y Sauron derrotado, los guardianes de los Tres Anillos partieron de la Tierra Media, "y el fin llegó para los Eldar de la historia y de los cantos".
Ilustraciones: Kimberly80, Frerinhagsolb, Allrichart, JonHodgson, AlMaNeGrA, DireImpulse, Kaprriss, Joujeen y EduardoLeon.
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