Antonio Giraldo Profile picture
Geógrafo | Urbanista | Divulgador | Concejal @MADRID | Portavoz Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad | @PSOEMadridAyto | #MadridPróximo | giraldoca@madrid.es

Jan 28, 2022, 26 tweets

Existe una plaza en Madrid que tiene un nombre... un tanto extraño: "Plaza de la Memoria Vinculante". ¿Qué significa? Pues bien, sujetaos, porque detrás de esas dos aparentemente inconexas palabras está una de las más fascinantes historias urbanas que se puedan contar. ⬇️¡Hilo!⬇️

Pero antes, ¿dónde estamos? La Plaza de la Memoria Vinculante está en el madrileño barrio de Orcasitas, en el distrito de Usera. Un barrio residencial de origen humilde. Una plaza de estas típicas "de barrio" como cualquier otra... menos por todo lo que significa.

El origen de Orcasitas, al igual que muchos otros barrios del sur de Madrid, surge en la segunda mitad del siglo XX. A partir de los años 50, gente muy humilde y proveniente de comunidades como Andalucía o Extremadura, llega a Madrid buscando un futuro mejor

Y muchas de estas familias se asientan donde estamos, en unos terrenos vacíos, aunque pronto se convertirían en el entonces conocido como poblado de Orcasitas. Un barrio sin luz ni baño en las viviendas. Un asentamiento de infravivienda... pero era lo que había en esos años.

La cosa es que poco a poco este poblado fue creciendo hasta adquirir una identidad propia. Para 1960 ya había varios cientos de vecinos. Mirad esta foto de 1956: la carretera que cruza por arriba es ¡la Avenida de los Poblados! o lo que era entonces. Irreconocible como poco.

Pero Madrid crecía a ritmos muy superiores, y ese enclave pronto quedó muy próximo al núcleo urbano. Y con ello llegó la especulación inmobiliaria. Para finales de los años 60 se propone urbanizar todo ese sector y convertir Orcasitas en un nuevo barrio de la ciudad.

Y llega el (primer) Plan Parcial de Orcasitas en 1971. El Ayuntamiento de Madrid, entonces encabezado por el García Lomas (dictadura), propone un nuevo desarrollo urbano. Todo el poblado sería demolido para abrir nuevas calles y edificios, en condiciones dignas.

Oye... ¡¿y los vecinos?! Pues todos ellos fueron desalojados y reubicados temporalmente en otros sitios, aunque ojo: se les prometió que regresarían a su barrio a los nuevos edificios una vez construidos. Este dato se escribió en el documento de redacción del proyecto.

Pero por desgracia los planes del Consistorio no eran esos en realidad. Tenía otras intenciones para esas casas, y no estaba entre ellas el retorno de todas aquellas familias. Fueron engañados. Nunca existió la voluntad de mejorar las condiciones de esas personas

Y podría haber terminado aquí esta historia como tantas otras... pero no fue eso lo que pasó. En este punto nace algo, un movimiento, una agrupación de vecinos que deciden que no se plantan ante la injusticia. Empieza a rodar la Asociación de Vecinos de Orcasitas. Llega la lucha.

No estaban solos, el urbanista José Manuel Bringas estaba empeñado en que la promesa que les hicieron había quedado escrita en la memoria explicativa del proyecto, y ellos tenían el derecho de volver. Comienza entonces la batalla judicial contra el Ayuntamiento de Madrid.

El movimiento vecinal no hizo otra cosa que crecer. La rectitud, la firmeza y las grandes movilizaciones se extendieron durante años en los que todas aquellas personas nunca dejaron de protestar. Aquí una fotografía frente a la Casa de la Villa, la vieja sede del Ayuntamiento:

Entre tanto la primera fase del Plan Parcial se desarrollaba y la transformación urbanística de Orcasitas estaba ya en marcha. Pero el Plan Parcial no terminaba de poder completarse en tanto que la justicia no resolviera. Pasaron 7 años.

Y llegó el 16 de junio de 1977, ese día, una fecha tan histórica para los vecinos del poblado de Orcasitas, como para todos los españoles, y para todo lo que vino después. De repente ese día todo cambió.

El Tribunal Supremo resuelve, finalmente, en favor de los vecinos y sentencia de manera inapelable... que toda MEMORIA incluida en un plan urbanístico tiene efecto jurídico y por lo tanto ES VINCULANTE y de obligado cumplimiento. El día de la Memoria Vinculante.

El Ayuntamiento de Madrid pierde la batalla. Los vecinos de Orcasitas adquieren ese día el derecho legítimo de volver a su barrio. La memoria del proyecto se convierte para ellos en algo que les devuelve a su vida, y que les da una vida digna.

Hasta entonces las memorias eran meros documentos literarios y explicativos. Desde aquel día y hasta la actualidad, ya no lo son. Posiblemente ellos no lo supieran, pero no sólo recuperaron sus viviendas, sino que cambiaron la historia futura del urbanismo en España.

¡Pero es que no queda aquí la cosa! Además de todo eso y en virtud de esa sentencia, ¡los vecinos entraron directamente al diseño de su nuevo barrio! Eligieron mobiliario urbano, diseños de viviendas y hasta el color de los ladrillos. Y se aprueba el Plan Parcial definitivo.

Y posiblemente esto tampoco lo supieran, pero estaban abriendo de esta forma el camino de lo que hoy conocemos como participación ciudadana. La implicación directa de la población en el diseño de las ciudades. Un éxito tan rotundo que tuvieron que hacer algo al respecto...

Y llegó la magia. Ya en democracia, y con Enrique Tierno Galván en la alcaldía de Madrid, hacen una última petición al Consistorio. Se les concede... y bueno, mejor os dejo que lo veáis y lo disfrutéis tanto como lo hice yo. Es una maravilla.

Ellos mismos decidieron rememorar su lucha y nombraron las propias calles de su barrio con su propia historia. Y por eso hoy, en Madrid, hay una plaza llamada de la Memoria Vinculante. Y ahora ya sabéis que pocas veces dos palabras han tenido tanto significado detrás.

Hoy parte de esos vecinos ya no están, pero queda un legado tan inmenso para la memoria de Madrid que se hace imposible no sobrecogerse al pasar por allí conociendo esta historia. Es necesario conocerla.

Muchos no sabían leer ni escribir, pero sabían que su dignidad merecía la misma justicia que cualquier otra. Lucharon por ella y ganaron. Así que les quiero dedicar este hilo a todos ellos. Siempre incansables y firmes en la lucha por un objetivo común.

Y es que a veces, en tiempos del individualismo, conviene recordar que no estamos solos, que somos una comunidad, y que juntos valemos mucho más que por separado.

A los vecinos de Orcasitas.

Agradecimiento especial para @lopezpresa_ por abrirme las puertas de esta historia. Y un recuerdo muy especial para uno de esos vecinos que estuvieron ahí, y que hoy lo tenemos por aquí también @FelixLopez_Rey
Gracias.

Y yo me despido de todos vosotros y vosotras dándoos como siempre las gracias por leerme. Compartid si os ha gustado esta historia. Y de verdad, un paseo por allí merece la pena siempre. ¡Nos vemos! 🙂

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