En la foto, una pareja de kowaris (Dasyuroides byrnei), unos pequeños marsupiales australianos carnívoros. Una especie en la cual el cáncer parece ser la principal causa de muerte según un estudio que investiga la relación entre dieta y cáncer, publicado en Nature en diciembre.
El trabajo analiza nada menos que 110.148 registros post-mortem de 191 especies de mamíferos que murieron en zoológicos de todo el mundo, con el fin de determinar su riesgo de morir de cáncer.
Los resultados conxluyen que los mamíferos carnívoros tienen muchas más probabilidades de morir de cáncer que las especies que se alimentan de otros animales con poca frecuencia o nunca.
De esta manera, los artiodáctilos, un grupo mayoritariamente herbívoro que incluye antílopes, ovejas y vacas, resulta ser el orden de mamíferos menos propenso al cáncer.
El kowari, un carnívoro estricto, como ya se ha dicho, el más propenso a morir de cáncer, 16 de los 28 registros post mortem señalan a un cáncer como principal causa de muerte.
En contraste, entre los herbívoros estrictos, ninguno de los 196 antílopes negros (Antilope cervicapra) de la India, o las 213 maras patagónicas (Dolichotis patagonum) fueron registrados con cáncer cuando murieron.
Los resultados desafían la creencia común de que los animales más grandes, con una esperanza de vida más larga tienen un mayor riesgo de contraer cáncer al tener más células que pueden mutar y disponen de más tiempo para que ocurran las mutaciones.
En cambio, el riesgo de cáncer parece estar fuertemente influenciado por la dieta, aunque harán falta más investigaciones para confirmar si la relación observada en los mamíferos cautivos también se encuentra en las poblaciones silvestres.
Una de las razones que se argumentan por la que los carnívoros pueden ser más propensos al cáncer es que la carne cruda puede contener virus con el potencial de causar cáncer. Se han detectado cánceres en leones vinculados al virus del papiloma de los cadáveres de vaca ingeridos.
Otra explicación puede ser que los carnívoros están más expuestos a los contaminantes que se concentran cada vez más en los animales, al encontrarse los carnívoros en las partes más altas de las redes tróficas.
Además, los carnívoros tienen dietas ricas en grasas y bajas en fibra, así como bacterias intestinales menos diversas que los animales que se alimentan de plantas, factores que se han asociado con el riesgo de cáncer en estudios llevados a cabo con personas.
En humanos hay estudios que vinculan el consumo de carne con un mayor riesgo de cáncer, sin embargo los investigadores aclaran que sus hallazgos no significan necesariamente que las personas que comen carne sean más susceptibles a padecer cáncer.
Después de todo, los humanos, como cada especie, tenemos estilos de vida diferentes a otros animales (¿será equiparable pasarse el día ante el ordenador o viendo Netflix a la vida en un zoológico?), y raramente comemos carne cruda.
De momento, se desconoce porqué los artiodáctilos parecen ser inusualmente resistentes al cáncer, pero una mejor comprensión de este fenómeno podría ayudar a prevenir y protegernos del cáncer.
Su dieta vegetal baja en grasas y rica en fibra puede ser un factor, o también puede ser que hayan desarrollado defensas naturales contra el cáncer para compensar el potencial de cáncer adicional causado por su gran tamaño.
El antílope negro de la India y la mara patagónica son de particular interés por sus excepcionalmente bajas tasas de mortalidad por cáncer. Quién sabe si comprender cómo desafían al cáncer puede ayudarnos a desarrollar tratamientos contra el cáncer en el futuro.
Aquí el enlace al estudio 👇
nature.com/articles/s4158…
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