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Feb 2, 2022, 28 tweets

Os presento a Wilkins y Wontkins, dos marionetas que en solo 10 segundos convencían al público de la necesidad de comprar una marca de café.

Pero si podían vender productos, ¿podrían "vender" también conocimientos?

La respuesta la hilamos en este #MakeEmLaugh. 🧵

📺Si en los años 50 tener un televisor era un lujo, en los 60 había uno en cada casa.

En algunas había una tele antes incluso que bañeras, aspiradoras o teléfonos.

🎒Lo que no abundaban eran las guarderías de preescolar, en especial en los barrios más desfavorecidos.

Eso acrecentaba la desigualdad en las capacidades y el rendimiento posterior en la escuela.

Niños y niñas pasaban la mitad del tiempo despiertos frente a la tele. Con padres y madres trabajando, era su niñera. Cuanto más pobre era el contexto familiar, mayor era el consumo.

Desde bien pequeños, tarareaban las canciones de los anuncios.

🇺🇸Allí, “when you say Budweiser, you’ve said it all”.
🇪🇸 Aquí, “es el Cola-Cao desayuno y merienda”.

De nuevo afloraba una pregunta: si van a ver tanta tele ¿por qué no enseñarles algo útil?

Esa duda se la plantearon una ejecutiva de televisión de familia bien llamada, Joan Ganz Cooney y el psicólogo y presidente de la Carnegie Foundation, Lloyd Morrisett.

Pero no se lo preguntaron y siguieron sorbiendo martinis o jugando al golf; decidieron hacer algo al respecto.

Morrisett le encargó a Ganz Cooney un estudio sobre las posibilidades educativas de la tele, basado en dos premisas:

1⃣Qué les gusta ver a los niños?
2⃣Que sería conveniente que vieran?

📒¿Os interesa? Podéis leer el informe completo aquí: acortar.link/cvrc9I

En sus poco más de 30 páginas, Cooney propone algunos contenidos televisivos adecuados para preescolares:

📚Lecturas de cuentos
🔡Matemáticas y el abecedario
🎭Despertar interés por la naturaleza, arte y ciencia
❤️Hablar de sentimientos
☝️Juegos interactivos de preguntas

El informe les reafirmó de la necesidad de desarrollar un programa infantil y crearon la 'Children’s Workshop Television'.

🎩La Carnegie Foundation, la Ford Foundation y el gobierno federal aportaron 8 millones de dólares.

Tenían la idea y la pasta ¡A por el equipo!

Jon Stone era un guionista y director que había abandonado el medio frustrado por la manipulación comercial que se estaba haciendo en los programas infantiles.

Fue el primero al que acudieron y dijo que no... pero solo un par de veces.
Ganz Cooney, la jefa, le persuadió.🤩

Stone creo un equipo de unas 10 personas. Nadie tenía experiencia en el tipo de televisión que querían hacer, ni sabían el formato que era mejor.

Necesitaban ayuda.

Decidieron montar una serie de seminarios con educadores en las principales universidades.

En uno de ellos, en la última fila de la sala, había un joven melenudo con barba que escuchaba con la mirada perdida.

“¿Quién es ese hippy? ¿Nos va a tirar una bomba?” le susurró Ganz Conney a Jon Stone.

“No, es el tipo que creo que nos puede ayudar. Se llama Jim Henson.”

Henson era un loco de la tele. Con 18 años vio que buscaban marionetistas para un show de una televisión local. Solo había un problema: no sabía nada de marionetas.

Nada que no se solucionara con un par de libros sacados de la biblioteca y ganas de aprender. Consiguió el puesto.

Ese show duró poco y los siguientes también, pero evidenciaron un talento creativo que Henson explotaría con su primer programa propio.

‘Sam and Friends’ eran marionetas de papel maché y tela a las que él llamaba ‘muppets’. Entre ellas, había una dicharachera rana. ¿Os suena?

Duraba unos 5 minutos y se emitía en la antena de Washington DC como previa de los grandes programas de entretenimiento a nivel nacional de la noche.

Se centraban en hacer playbacks de canciones y los remataban con la muerte violenta de algún personaje. No era para niños.

☕️La marca WIlkins Coffee vio el potencial y les encargó la campaña de anuncios del primer tuit. Directa, contundente, violenta incluso y con mucho, mucho humor negro.

💰El éxito hizo que les encargaran hacer los mismos anuncios para otros productos y zonas del país.

'Sam and Friends' duró hasta 1961.

Henson y su troupe de marionetistas, entre los que estaban Frank Oz, se convirtieron en asiduos de los programas de máxima audiencia y no paraban de hacer anuncios de todo tipo.

¡Todo el mundo amaba a los Muppets!

Pese a que dedicarse a programas infantiles no era el futuro que Henson había imaginado para su compañía, le pareció muy atractiva la idea de usar sus conocimientos para educar.

Acepto el reto con alguna condición: "en los derechos de merchandising de los muppets vamos al 50%."

Se hicieron reuniones con profesores, con asociaciones de padres y madres, y con autores de literatura infantil como Maurice Sendak, el autor de 'Dónde viven los monstruos'.

Todo para enriquecer los contenidos y difundir la idea que tenían.

A diferencia de otros programas infantiles, no ficharon a profesores para hacer los guiones.

Enseñaron a guionistas, muchos de ellos provenientes de la comedia, a entretener y divertir a la vez que enseñaban.

Dónde ubicar el programa también era importante.

Rehuyeron la idea de castillos, circos, bosques o lugares fantásticos que abundaban en otros programas infantiles.

Querían realidad. Un entorno parecido al que los niños podían ver a través de sus ventanas.

Si la problemática que querían abordar sucedía en los barrios humildes de las grandes ciudades, allí se desarrollarían las historias.

El programa pasaría en una calle, con paredes sucias y bolsas de basura y lo protagonizarían personas normales de todas las razas.

Faltaba el nombre de esa calle que sería el título del programa, pero no daban con ninguno.

En este corto promocional, la idea sale de Kermit (o Gustavo). En realidad, fue la guionista Virginia Schone quien lo sugirió.

No les entusiasmaba, pero era el menos malo. #MakeEmLaugh

También testearon lo que iban concibiendo con grupos de niños y niñas para ver su reacción lo que funcionaba y lo que no.

Adoraban los videos de los muppets y se aburrían con las historias de la calle, en las que solo había personas.

Conclusión: había que mezclar ambos mundos.

De ahí que fuera normal que los humanos Gordon, Bob, Luis, María o el Sr. Hooper convivieran sin problemas con el gruñón Óscar y su cubo de la basura, o con Big Bird, el pájaro gigante e inocente… como un niño.

Bajo el plumaje de Big Bird (o Paco Pico) estaba el marionetista Caroll Spinney.

El hombre con nombre de Navidad tiene una historia preciosa, pero no la contaré yo, porque ya lo hizo fantásticamente @SoyNuriaPerez en este #GabineteDeCuriosidades.

El 10 de noviembre de 1969 se estrenó Sesame Street’ y la televisión infantil cambió para siempre. No solo en Estados Unidos sino en todo el mundo.

Así que cuando penséis en Gustavo, Epi, Coco, Blas o el Conde Draco, recordad que se los debemos a Jim Henson, sí, pero pensad que no serían lo que son sin la visión y el compromiso de Cooney, de Morrisett, de Stone y de quienes levantaron de la nada una calle mágica.#MakeEmLaugh

Ahora solo toca esperar a que HBO Max emita aquí pronto el documental ‘Street Gang. How we got to Sesame Street’ para bucear un poco más en la historia de uno de los programas más influyentes para generaciones de todo el mundo.

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