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Farmacéutico, bipadre y del atleti. Hilos sobre historia de los medicamentos, curiosidades, farmacología. En busca de la excelencia.

Feb 18, 2022, 13 tweets

Minamata es una pequeña ciudad de Japón, en la desembocadura del río con el mismo nombre, es hoy un pueblo tranquilo, con 5000 habitantes. Pero además da nombre a una enfermedad.

Es 1956, y una niña de 5 años amanece con convulsiones, y dificultad para hablar y andar…

Ingresa en el hospital Chisso, empresa que además tiene la principal fábrica de la ciudad, junto a ella unos días después, aparecen 4 enfermos más.
El director del hospital comunica que tienen pacientes con síntomas cerebrales desconocidos, ¿qué ha podido pasar?

A principios del S.XX, se instala en Minamata la empresa Chisso, y ya en los años 50 comienzan a producir acetaldehído para fabricar plásticos entre otras cosas.
En la síntesis de este compuesto, es necesario el Mercurio como catalizador.

El Mercurio sobrante, se vertía posteriormente al mar, donde parte de él, se transforma en Metíl-Mercurio, altamente tóxico y asimilable por la fauna autóctona.
Peces, moluscos, crustáceos lo recibían por branquias o sistema digestivo.

Dejaron de crecer algas, los peces morían y los animales en tierra, no tenían mejor suerte.
Los casos empezaron a aumentar, de 4 fueron a 54 reconocidos, con 17 muertos.
Tras las investigaciones, se sugirió que la causa era el consumo de pescado y marisco contaminado.

Por increíble que parezca, las autoridades no prohibieron ni pesca ni consumo de pescado. Desconocían con exactitud el origen, y aunque la sospechosa era la fábrica no se hizo nada, era difícil de probar.
Pasaban años y seguían enfermando habitantes de Minamata.

Chisso que se olía el puro que le podían meter, empezó a diluir lo que vertía y cambiaron el punto donde lo vertían. Pero esto solo trasladó el punto donde aparecían los enfermos, porque seguían apareciendo intoxicados.

En julio de 1959, se comenzó a investigar, y se vieron grandes cantidades de Mercurio en la bahía. Chisso negó que tuviera nada que ver, oculto que vertían Mercurio. E incluso ocultó que habían hecho un estudio en animales para ver los efectos del consumo de pescado d la bahía.

El problema médico y ambiental paso a ser social, los pescadores exigían a Chisso compensaciones, y que cesaran los vertidos. Manifestaciones, invasión de la fábrica, una comisión parlamentaria.

Chisso colocó una depuradora y compensó económicamente a los enfermos para dar por terminado el asunto, pero los investigadores no estaban conformes todavía.
Los casos no paraban, abortos, nacimientos prematuros, parálisis cerebral,…

Por fin, en 1967, se consiguió probar y demostrar la presencia de metil Mercurio y en 1968 el gobierno que el vertido de Chisso era el responsable de la enfermedad de Minamata.
Pero la justicia lleva su ritmo, y hasta 1971, Chisso no fue condenada.

Desde los años 50 hasta ahora, Minamata ha pasado de 29000 habitantes a 5000. Sigue habiendo sedimentos en el fondo con altas concentraciones de Mercurio y la pesca ha estado años prohibida.

Minamata abrió el camino a estudios sobre daños producidos por metales pesados.

Conocido es desde hace años, que pescados como el atún o el pez espada acumulan Mercurio, y son las autoridades las que controlan que los valores no superen ciertas cifras. Por ello es fundamental controlar estos vertidos, por Salud y por el medio ambiente.
FIN.

#hilojulsfm

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