Felipe Mejías López Profile picture
Arqueólogo y padre, siempre. Busco respuesta a todas las preguntas. Leo, escucho, hablo. Serio a ratos, irónico de risa fácil. También hago cosas. @GIGEFRA

Feb 26, 2022, 17 tweets

Estos días andamos excavando enterramientos en una necrópolis bajomedieval en Aspe (Alicante). He tenido la suerte de trabajar en mi pueblo haciendo lo que más me gusta. Pero la arqueología urbana no es fácil. Seguidme y os cuento, os aseguro que será un hilo “mortal”⚰️💀👇

En cierto modo todo empieza con esta foto. Es el 6 de junio de 1952. Una cuadrilla de albañiles posa para el fotógrafo mientras colocan por primera vez los tubos del alcantarillado en las calles. El individuo en cuclillas con camisa blanca es mi abuelo. Fumaba mucho.

Parte de la culpa de que hoy sea arqueólogo la tiene él, en comandita con mi padre. Desde que tuve uso de razón me llenaron la cabeza de pájaros: castillos y poblados perdidos, tesoros escondidos... También me hablaban de muertos. Ellos los habían visto. Y me decían dónde.

70 años después de que mi abuelo instalase el alcantarillado se renueva la conducción en el casco antiguo. El seguimiento arqueológico de las obras es obligado. Zanjas y más zanjas, horas y horas junto a la máquina. Aunque no os lo parezca, esto que veis también es arqueología.

Sí, es una tibia . Humana. Mi abuelo y mi padre tenían razón. El ensanche de Aspe en el siglo XVIII se construyó sobre un gran cementerio mudéjar, ya abandonado en esos años. No le pidáis a un albañil de la posguerra que actúe como un arqueólogo: huesos a la zanja. Y a seguir.

La máquina abre el terreno ahora y encontramos esos huesos revueltos en los rellenos sobre los tubos. Pero también vemos fosas de enterramiento excavadas en el geológico anaranjado. El color y la textura de la tierra las delatan.

Mirad esta foto. La escala marca el lugar de una fosa, veréis que clarean los huesos de las piernas seccionados. Más que un muerto es un superviviente con mucha suerte: a la izquierda, zanja de la tubería del gas. A la derecha, la del saneamiento. Salvado por los pelos.

Las calles de nuestras ciudades son un dédalo de tuberías de agua, gas, desagües, alcantarillado, telefonía, electricidad... Excavar en estas condiciones no es fácil. Y adaptarse a la dinámica de las obras, menos. Los arqueólogos solucionamos problemas, os lo aseguro.

Tierra oscura y de repente ¡dientes! Un incisivo y un canino. Paramos la máquina. Limpieza, fotografía, delimitación de fosa. Hay que excavar. Así todos los días. No quiero hacer otra cosa el resto de mi vida. Pienso en mi abuelo y mi padre, en cuánto les debo.

Bajo los dientes, un cráneo. Luego, poco a poco, como si la destapáramos quitándole la sábana sin despertarla, va apareciendo el cuerpo de una mujer. La cabeza inclinada hacia el este podría indicar que es un enterramiento de cristiano nuevo, una morisca.

Muchos vecinos no entienden por qué excavamos muertos, les parece un sacrilegio. Intento hacer pedagogía arqueológica con ellos. Parece que me entienden. Hasta que un anciano con andador se para delante de la fosa y me dice: ¿tú eres el que mira los muertos, no?

A 1 metro bajo la calle,dos piernas. El destrozo que las ciudades han hecho sobre su pasado es brutal. Pero los arqueólogos somos muy pesados. Siempre queda algo, y a veces ese algo es mucho. También somos muy frikis, no dejo de pensarlo cuando excavo huesos metido en un agujero.

Excavar una tumba es un trabajo lento y minucioso. Nunca perdemos de vista que trabajamos con los restos de una persona. Alguien que vivió en este lugar hace 600 años y que todavía puede hablarnos sobre su trabajo, sus enfermedades y lesiones, su dieta, su edad, sus creencias...

Hay transeúntes que se paran y miran curiosos mientras excavamos, otros vuelven la cara y aceleran el paso. Miedo a la muerte, supongo. El tiempo que nos separa impone cierta distancia, pero a veces es difícil mantenerles la mirada.

La arqueología es trabajo en equipo, o no es arqueología. Hacemos un levantamiento fotogramétrico de cada fosa, y en eso, @EloyBiar es un puto máquina. En unas semanas lo podréis comprobar cuando subamos modelos 3D de algunos de los enterramientos a Sketchfab.

Ortofotos de las fosas. Imágenes con valor métrico que nos permiten representar con total fidelidad los enterramientos una vez excavados.

Caminamos a diario por encima de nuestro pasado. La próxima vez que veáis a un arqueólogo dentro de un agujero en alguna calle de vuestra ciudad, pensad que está haciendo algo útil. Buen sábado y mejores cervezas 😉

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