#MiPaseo hoy exigen etiqueta, vamos a la ópera, al Teatro Real. Un lugar de lo mas interesante, no os perdáis nada que merece la pena la visita. Se encuentra entre la plaza de Isabel II y la Plaza de Oriente, justo frente al Palacio, donde vemos su fachada principal.
En este mismo lugar anteriormente se encontraba el Teatro de los Caños del Peral que Fernando VII mandará demoler para hacer un nuevo teatro, el arquitecto será Antonio López Aguado (no lo terminará él).
Hay un proyecto de reforma de la plaza de Oriente (1816) el encargado, Isidro González Velázquez que lo hará sin pensar en el teatro, por ello quedará la fachada pequeña, resultando un espacio irregular con forma de un ataúd, con la fachada estrecha y ensanchando hacia los lados.
La 1ª piedra se coloca el 23 de abril de 1818, y se termina en 1850. Con Isabel II y los años siguientes será uno de los principales teatros de ópera de Europa. Pero, en 1925 se produce un hundimiento y se tiene que cerrar, durante 41 años, ejem.
Se vuelve a abrir en 1966 aunque no como teatro sino como conservatorio de música. Para conseguir que volviera a ser Teatro, tiene que realizar unas largas obras (7 años) y al final, el 11 de octubre de 1997 se reabrirá como teatro real.
¡Entremos! Estamos en el vestíbulo o foyer, una sala espectacular con forma ovalada, rodeada de columnas de madera de cedro de Líbano y base y capiteles de bronce.
Subimos para ir viendo todas los salones. Hemos llegado a la entrada al café donde tienen colocada una maqueta del Teatro que da una idea de la envergadura del edificio. Si observamos, nos damos cuenta que buena parte de las plantas están bajo tierra.
Para hacernos una idea un dato: el patio de butacas “solo” mide 419 metros cuadrados de los 65.000 metros cuadrados que supone todo el edificio.
Entremos al café. Está decorado con obras de artistas españoles del S.XX. Muchas de estas obras del Museo Reina Sofía.
Hay obras de Rafael Canogar, Equipo Crónica, entre otros
Paseamos por los salones de este edificio, en estos momentos no hay público y podemos recrearnos con su decoración, sus alfombras, lámparas y obras de arte y sin duda, las vistas. Estos salones reciben el nombre de las calles a las que dan sus balcones.
El Salón Carlos III. Busto de Sarasate realizado por Mariano Benlliure.
Salón Vergara. Cuadros de Juan José Zapater, Palmeroli, Verger Fioretti y García Mencía,
(cedidos por Museo Prado)
Es interesante "Estudio del Natural" de: Luis Larmig. Seudónimo de Concepción Figuera Martínez y Güertero, este cuadro es la única obra de esta autora que el Prado conserva. 1887 fue 3ª medalla en expo nal de BB AA. No se sabrá que era una mujer hasta 10 años después, ejem, ejem
Entramos en el Salón de baile. Uno de los salones originales del teatro. En él, entre 1841 y 1850 se reunían las cortes españolas mientras se terminaba el edificio del Congreso. El techo estrellado representa el cielo de Madrid como estaba la noche de la reapertura en 1997
Salón Arrieta. La lámpara de este salón es de las originales. Hay un tapiz de Bruselas del siglo XVII y otro del XVIII de la Real Fábrica de Tapices. Salón Falla. Lo mejor, su terraza desde donde se ve todo el Palacio Real y la plaza de Oriente un auténtico espectáculo.
Vamos a ver la sala que cuenta con un aforo de 1836 butacas. Y tiene una acústica de las mejores del mundo. Toda decorada en rojo y dorado y una gran lámpara de cristal y bronce, de la Real Fábrica de la Granja. (300 bombillas)
La caja escénica mide 1472 mts2. El teatro Real se desarrolla sobretodo en altura, tiene 14 pisos, 8 están bajo tierra. Gracias a esta altura, desde los sótanos (80 metros) el teatro cuenta con una compleja maquinaria que mueve escenarios en vertical.
Tenemos que salir y pasear un poco por la Plaza de Oriente. Diseño de Narciso Pascual y Colomer, fue pensada en principio por José Bonaparte con su afán de abrir plazas en la ciudad para que “corriera el Aire”.
Preside la plaza la estatua de Felipe IV a caballo, hecha en el siglo XVII por Pietro Tacca. 1ª escultura con el caballo sostenido en sus patas traseras, para conseguir esta postura intervino el mismísimo Galileo Galilei.
En esta escultura trabajará también, Velázquez y Juan Martínez Montañés.
Felipe IV quería hacer una escultura especial en la que él saliera guapete y poderoso. Quiere que su caballo esté con las dos patas delanteras levantadas, cosa que no se había realizado hasta la fecha.
Pietro Tacca, florentino, no sabe muy bien como hacerlo y pide ayuda a Galileo Galilei. Este echa unas cuentas y da con la solución. Mira tienes que hacer la parte trasera maciza y dejar la delantera hueca, lo colocas así y se mantendrá en la postura que te ha pedido el rey.
El rey no se le ocurre mas que pedir que el modelo sea el retrato que le ha hecho Velázquez, ja, ponte a hacer eso en escultura de bronce. Se le piden bocetos a Velázquez para poder hacer la escultura y este los manda a Florencia, donde trabajaba Tacca.
Cuando lo tenía todo controlado, mandó a España un modelo para que lo viera el rey, este quedó encantado, pero…no le gustó su cara, su retrato, no estaba “guapo”, entonces Velázquez pensó en su amigo Sevillano juan Martínez Montañés para esculpir la cabeza.
Así, se consiguió realizar la escultura en Italia y fue traída a Madrid, se colocó en El Palacio del Buen Retiro, mas tarde se trasladó frente al Alcázar y desde allí pasó de nuevo a El Retiro y nuevamente cambió al lugar donde está ahora en 1843.
El pedestal es del siglo XIX
Terminamos nuestro paseo, antes de despedirnos iremos a merendar, no nos queda lejos el Mercado de San Miguel. De los pocos mercado hechos en hierro que quedan en Madrid y que está tan de moda para comer "de picoteo". No hay que preocuparse, hay de todo y muy rico. Elegid
Muchas gracias por acompañarme en esta tarde de ópera, espero que os haya gustado #MiPaseo de hoy y si es así no dejéis de compartirlo. Pasad una buena semana y cuidaos mucho. ¡Salud!
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