Pensar en la Capilla Sixtina inevitablemente te lleva a Miguel Ángel, pero hay más, mucho más.
¿Te apetece conocer todos sus detalles y El Juicio Final?
Pero como ya sabéis necesitamos una pequeña introducción para situarnos.
La Sixtina nació sobre los vestigios de la medieval Capilla Magna.
¿Y por qué se llama Sixtina? Por el papa Sixto IV que fue quien ordenó su restauración.
Según Vasari, biógrafo del s.XVI, fue el arquitecto Baccio Pontelli quien llevó a cabo el proyecto, iniciado en 1473 y finalizado en 1481
El interior de la Capilla Sixtina tiene las mismas dimensiones que el Templo de Salomón, según el A.T; el primer templo de Jerusalén construido en el s.X a.C y destruido por los babilonios en el VI a.C.
Iluminada por seis ventanas en cada una de las paredes laterales y dos en la pared del altar donde Miguel Ángel pintaría El Juicio Final.
En el pavimento vemos incrustaciones de mármol según la clásica tradición romana de los 'Cosmati' subrayando el emplazamiento del trono papal y los sillones cardenalicios.
Seis círculos en una espiral continua que llevan al altar.
No sé si os ha llamado la atención el muro que separa la sala, es la 'transenna', un bajo muro adornado con lastras de mármol que separaba el prebisterio del lugar donde se colocaban los fieles.
En los paneles de mármol podemos ver además del escudo de Sixto IV, festones de frutas y amorcillos.
Encima hay un enrejado entre pilares de mármol y un arquitrabe con ocho candelabros, en su origen eran siete, haciendo referencia al candelabro de siete brazos.
Y el coro.
Las paredes laterales están divididas en tres franjas superpuestas:
1. La zona inferior decorada con falsas cortinas con los colores heráldicos de la familia de Sixto IV.
2. La faja intermedia presenta historias del A.T y el N.T; escenas de la vida de Moisés y de Cristo llevadas a cabo por artistas como Botticelli, Ghirlandaio, Rosselli, Perugino y Verrocchio.
Desde el punto de vista doctrinal el fresco más importante es el de Perugino 'Entrega de las llaves', cuando Cristo transmite el poder supremo sobre su Iglesia a Pedro, vicario y primer pontífice.
En la pared sur, mirando desde el altar, vemos la vida de Moisés.
Viaje de Moisés a Egipto, Perugino.
Siete episodios de la vida de Moisés, Botticelli.
El paso del Mar Rojo, Biagio D'Antonio.
Entrega de las tablas de la Ley, Cosimo Rosselli.
Castigo de Coré, Datán y Abirón, Botticelli.
Últimos hechos de la vida de Moisés, Luca Signorelli.
En la pared norte nos encontramos con los frescos relativos a la vida de Cristo.
Bautismo de Cristo, Perugino.
Tentaciones de Cristo, Botticelli.
Vocación de los Apóstoles, Ghirlandaio.
Sermón de la montaña, Rosselli.
Entrega de llaves, Perugino.
La Última Cena, Rosselli.
3. La faja superior alberga los retratos de veintiocho papas enmarcados en falsas hornacinas.
Antes de que Miguel Ángel pintase la bóveda como la conocemos era un cielo azul estrellado que en 1504 se abrió una profunda grieta.
En 1533 el papa Clemente VII encargó a Miguel Ángel volver a pintar en la Sixtina, esta vez en la pared de detrás del altar; tenía que pintar El Juicio Final.
Para ello fueron eliminadas las pinturas de Perugino y tapiadas las dos ventanas que había.
En un fondo lapislázuli, Miguel Ángel pintó al fresco varios bloques de figuras que correspondían a la salvación o condena con un dinamismo asombroso.
De entrada, si nos fijamos, parecen Las Tablas de la Ley.
Partiendo desde arriba, en las dos lunetas podemos ver algunos ángeles sin alas que sostienen los símbolos de la Pasión de Cristo y de la Redención de la humanidad; la cruz, la columna de la flagelación y la corona de espinas.
Abajo y en el centro vemos a Cristo Juez sentado en un trono de nubes y a la Virgen María, alrededor de ellos una corte celestial de Santos, beatos y mártires.
Fijaos en Cristo, tiene las señales de los clavos en manos y pies y la herida del costado.
Identificamos a San Pedro con las llaves y a su lado con barba gris a San Pablo.
Justo debajo de Cristo vemos a San Lorenzo con la parrilla del martirio.
Y junto a él a San Bartolomé con un cuchillo en la mano y su propia piel en la otra mano (fue despellejado); el rostro de esa piel es un autorretrato de Miguel Ángel.
Santa Catalina de Alejandría con la rueda dentada y San Sebastián sosteniendo las flechas de su martirio.
Detrás de ellos San Blas con los rastrillos de cardar.
Los ángeles trompeteros despiertan a los muertos mientras que dos arcángeles sostienen el libro con los nombres de los elegidos y otro el libro de los réprobos.
A la izquierda los elegidos suben al cielo.
A la derecha los ángeles arrojan con violencia a los condenados al infierno.
Un infierno dantesco con Caronte en su barca.
Según Vasari, la figura que aparece en el infierno representando a Minos, juez infernal, es Biagio da Cesana.
Él tildó su trabajo de indecoroso por mostrar los cuerpos desnudos y le mandó directamente al infierno con regalito de serpiente.
El 31 de octubre de 1541 el fresco estaba terminado y despertó muchas críticas de carácter moral.
El 21 de enero de 1564, al poco tiempo de morir Miguel Ángel, la Congregación del Concilio de Trento ordenó tapar todas las partes obscenas con una especie de velo.
Ese trabajo lo realizó Daniele da Volterra, lo que hizo que le llamasen "Braghettone" (Pintacalzones).
Y fue elegido Volterra por ser muy anigo de Miguel Àngel, le cuidó hasta en su lecho de muerte.
Nadie como él podía tapar esa desnudez con mayor respeto que Volterra.
Y aquí os hablo de la bóveda.
Espero que os haya gustado.
Share this Scrolly Tale with your friends.
A Scrolly Tale is a new way to read Twitter threads with a more visually immersive experience.
Discover more beautiful Scrolly Tales like this.