El otro día comentábamos uno de los múltiples canecillos de San Martín de #Frómista. Se trataba de este:
Para los ojos acostumbrados a fijarse en las tallas románicas enseguida salta la duda, algo raro tiene. Efectivamente, con toda probabilidad se trata de un canecillo realizado en la restauración de 1895-1904 de M. Aníbal Álvarez. ¿Vamos otra vez con la eterna polémica?
Naaah, no queremos aportar al tedio. Sin embargo, vamos a traeros algo de salseo. Aníbal Álvarez siguió unos criterios (del XIX, sí, poca alternativa había. Ay, Viollet). Y salvó el edificio. Atendiendo al tema que nos ocupa, los canecillos, podemos observar varias cosas.
La gran mayoría son originales. Contamos más de 300, que se dice pronto. Y dentro, 96 capiteles. Casi ná. Según la documentación de la restauración, se restauraron 11 capiteles, 12 cimacios y 86 canecillos (de 309)
En algunos, en aquellos susceptibles de poder hacerse, decidió realizar una restitución, recuperando volumetría pero diferenciando la piedra nueva (criterio este que aplicó para todo igualmente):
Ojo cuando nos fijemos en estos, pues puede que algunas sean reparaciones posteriores, recolocando un elemento desprendido. Que 120 años son unos cuantos.
Otros canecillos se hicieron ex novo, como el que ilustraba el inicio del hilo, o los del hastial occidental (lugar donde toma quizá la decisión más criticable):
En esta zona se topa con el mayor problema. Su afán era devolver el edificio a sus formas primigenias, pero aquí ha desaparecido, está el coro, la pila bautismal, no le cuadra con los modelos de época que toma como ejemplo, y que finalmente decide imitar. sketchfab.com/3d-models/san-…
En teoría, tal y como dejó escrito en sus diarios D. Manuel Aníbal, aparte de la diferenciación de la piedra a utilizar respecto de la original, las piezas nuevas debían marcarse. Encontramos así la mayoría del interior, como el famosísimo de la Orestíada:
Esas 'R'. Otro ejemplo en el cimacio de este no menos conocido con la escena de lucha. La marca en azul del propio capitel son las que utilizaron para desmontar y recomponer el puzle.
En el museo de Palencia @museoscastyleon se conservan varias piezas, además de vaciados de yeso de muchos originales. Por ejemplo este, que no está expuesto en el museo, decidió sustituirse al estar dañado: sketchfab.com/3d-models/capi…
En San Martín, con su debida 'R':
Volviendo al exterior, en Palencia también tenemos un canecillo, nuestro burrito arpista:
En Frómista:
Aquí fallamos, este no está marcado. En el exterior encontramos muy pocos marcados, desconocemos el por qué. ¿No se marcaron? ¿O la intemperie borró la posible marca? Aquí encontramos uno:
Siendo Aníbal un alumno violletiano, nos preguntamos, ¿se marca invents escultóricos como hacía su maestro?
Mmmm pues parece que no. Mirando y remirando, acabamos mirando viendo. Veamos nuestra mujer con niño:
La hemos visto en algún otro lado…
(Por cierto, si alguien se aventura con interpretación iconográfica de este canecillo, más que bienvenido 😉)
Pero diréis, a ver, se parece, pero no es igual. Ok. Mirad este. 122 años colgando, que lo dice bien clarito:
“-Pues ya verás cuando llegues a los 922”
"-Que me lo digan a mí"
Dientes, dientes. Este joven, a pesar de lo fiero, los tiene aún de leche:
Mientras, el abuelo aguanta con la dentadura original:
Y así unos cuantos más, cada oveja con su pareja. Obviamente, esto requiere un estudio pormenorizado, algo que nos gustaría abordar en un futuro, una debida catalogación que permita discernir bien todos los elementos, examinar la mano escultora, etc. Y estado de conservación.
Os iremos contando, es un tema con mucha miga. Las imágenes utilizadas son propias, de @FromistaTurismo y de aquí: arquivoltas.com/8-palencia/Fro…
Ya sabéis, mejor estar siempre atentos a los detalles😉
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