En #MiPaseo de este domingo nos vamos de excursión. Hacía mucho que no salíamos de la ciudad. Aprovechemos que tenemos chófer, no nos alejamos, iremos a San Martín de Valdeiglesias, un pueblo que está a unos 80 Km del centro de Madrid.
Estamos llegando al pueblo, nos vamos a acercar a ver el Castillo de La Coracera, una fortaleza que data del siglo XV y que se puede visitar ya que lo acondicionó una Fundación. Vamos a conocer su historia.
El Castillo fue construido por D. Álvaro de Luna, condestable de Castilla y Valido del rey Juan II. (1434) Este rey fue el papá de Isabel la Católica, y de Alfonso y Enrique IV (papi de la Beltraneja), estos dos murieron muy pronto, ejem y gracias a eso fue reina Isabel…
D. Álvaro de Luna, como vemos fue un señor muy importante y con mucho poderío, compró a unos monjes cistercienses del pueblo cercano, Pelayos de la Presa, el Señorío de de San Martín de Valdeiglesias, por la cantidad de 30.000 maravedíes y en su territorio levantó este castillo.
Antes de seguir podemos hacer un perfil de este señor para hacernos una idea de su estatus. D. Álvaro de Luna, perteneció a una familia muy poderosa, entre su parentela encontramos a personajes como el Papa Luna. Llegó a la corte de manos de su tío que era el arzobispo de Toledo.
D. Álvaro está enterrado en la Catedral de Toledo junto a su mujer Juana Pimentel, o como ella , ya viuda firmaba,“la triste condesa”. El rey Juan II no sabía vivir sin él, ejem. Fue un auténtico trepa, cuando en una ocasión (y resumiendo mucho)
consiguió liberar del cautiverio que sufría el rey fue el tope para que le nombrara condestable de Castilla, un cargo con mucha riqueza y mucha influencia, mas tarde sería nombrado administrador perpetuo de la orden de Santiago, esto ya era la pera, era poder absoluto
El caso, y vuelvo a resumir que todo empezó a tambalearse cuando aparece en escena Isabel de Portugal, esposa del rey. Yo creo que le dijo, o Álvaro o yo…y Don Álvaro perdió la cabeza , literalmente tras una especie de juicio fue ajusticiado y decapitado.
Pero volvamos a nuestro paseo y al castillo.
Vemos que se conserva bastante del siglo XV y otra buena parte ha sido restaurada, quedando un lugar interesante para visitar. Además en sus instalaciones se pueden comprar vinos de Madrid.
Antes de que Don Álvaro plantara aquí su castillo parece que ya había otra fortaleza allá por los siglos XII y XIII, de la que apenas queda un torreón. El castillo ha vivido momentos cruciales para nuestra historia, por eso os recordaba un poco la parentela de los reyes.
Aquí vivió Isabel de Castilla cuando se firmó el tratado de Guisando. Mas tarde volveremos a tratar este acontecimiento.
Como buena fortaleza, se utilizó tanto en la guerra de la Independencia como mucho mas tarde, en la guerra civil.
Ha sido propiedad de varias familias, se ha utilizado como lugar de descanso en cacerías. Uno de sus propietarios fue el Barón de Sacro Lirio que hizo muchas reformas y que trajo piezas del Palacio de Villena. (Este tb perteneció a D Álvaro de Luna,está en Cadalso de los Vidrios)
Fue pasando por distintos propietarios hasta que en 2003 el ayuntamiento de San Martín y José Cornejo Pablos crean la Fundación y se reparten la propiedad al cincuenta por ciento.
El castillo es de planta cuadrada, destaca su torre del homenaje y su torre albarrana, si entramos recorreremos un gran espacio, donde podremos distinguir la capilla con su fachada renacentista, entre otras dependencias.
Una de las estancias mas interesantes puede ser la sala de armas, en la torre del homenaje, era el lugar donde se alojaba el señor y aunque está muy restaurada aún conserva las troneras originales
Curioso es lo que cuentan sobre su nombre. Parece ser que es causa de un error de imprenta. Uno de los dueños fue, Don Juan Antonio de Corcuera, quien mandó editar unos folletos publicitarios y por una errata ortográfica en lugar de escribir Corcuera, escribieron Coracera.
Aviso que las visitas se realizan los fines de semana.
Si os parece bien, después de dar una vuelta por el castillo, volvemos a subir al coche y nos acercamos a ver los Toros de Guisando. Aunque ya salimos de la Provincia de Madrid, están a cinco minutos.
Este lugar, emplazado desde muy antiguo en un camino de paso importante, llega convertirse en parte de la Cañada Real Leonesa Oriental en la Edad Media. Aquí se emplaza una Venta que será el lugar elegido para la jura de la reina Isabel
De aquella venta quedan los cimientos y parece que estuvo habitado hasta 1619 y que en siglo XVII ya no estaba en pie.
La historia cuenta que aquí fue donde, el 19 de septiembre de 1468, Enrique IV nombró heredera del trono a su hermana Isabel.
Las figuras de animales en piedra, son cerdos o toros y dicen que tienen un origen vetón, un pueblo anterior a los romanos que vivía por estas tierras, aunque se siguieron tallando al menos hasta el siglo II.
Serían símbolos protectores del gano, fuente de riqueza de vetones.
No se descarta que estén ligados a la tradición funeraria. No se sabe seguro si estos ejemplares, están en su lugar de origen, si se tallaron aquí, ni tampoco hay una fecha concreta de su realización o si se reutilizaron desde otro monumento. Sí parecen del mismo taller
Uno de ellos tiene una inscripción que dice: LONGINUS PRISCO-CALAET Q PATRI F.C. (Longino se encargó de hacer -este monumento- para su padre, Prisco de los Calaéticos)
Este paseo se termina aquí, la merienda nos espera. Podremos continuar la excursión porque quedan cositas por descubrir, pero lo dejamos para otro domingo, si os parece bien.
Ahora, como ha hecho una mañana calurosa, propongo merendar una refrescante sandía.
Muchas gracias por vuestra compañía, ya sabéis lo bonito que es compartir, no dejéis de hacerlo. Cuidaos mucho y pasad una buena semana ¡Salud!
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