Hoy, 9 de diciembre, no podemos elegir mejor tema para nuestro Calendario de Adviento #caminoalacoronacion que hablar de dos objetos sacros: la cuchara y la ampolla de la coronación, estando la segunda basada en un águila de oro entregada por la Virgen a Santo Tomás Beckett.
Como ya vimos en post anteriores, la unción del rey con el óleo sagrado es una de las partes más importantes de la ceremonia de coronación. En teoría, significa que ese soberano es elegido por Dios, este le bendice y le protege.
También ejemplifica que dicho rey se convierte en una nueva persona a través de este ritual, una conexión entre el mundo terrenal, sus súbditos, y Dios, como su elegido. Así, este será uno de los momentos cumbre de la coronación y, como es comprensible, tiene sus propias joyas.
Pero, para empezar, ¿de qué está hecho el aceite con el que se unge a los monarcas británicos? Por muy sagrado que el ritual nos lo haga parecer, su origen tiene que ser bastante terrenal. El tipo de aceite que se utiliza en estas coronaciones se denomina "crisma" (chrism).
(Bueno, yo también estoy pensando en algún chiste relativo a "romperse la crisma". No os cortéis. Somos humanos después de todo).
El aceite tipo crisma está considerado como uno de los aceites santos, que todavía se utilizan también para la ordenación sacerdotal y en diversas ceremonias relacionadas con las iglesias cristianas (católica, ortodoxa, orientales...y como veis aquí, también la anglicana).
En términos generales, suele utilizarse en aquellas ceremonias que tienen un carácter sacramental, es decir, que imprimen una marca en esa persona que nunca se puede eliminar y que cambia su condición espiritual para siempre. Como, en su base, es la coronación para un rey.
La base fundamental del crisma es el aceite de oliva y el bálsamo. En teoría, pues, es algo bastante sencillo. El aceite de oliva representaba la fortaleza del cristiano, mientras que el bálsamo presentaba las dulzuras de la religión y del amor de Dios.
Peeeeeerrrrrrrrrrroooooooooo...no podía ser así de sencillo. Por supuesto que no. Deberíamos haber previsto este giro dramático de los acontecimientos.
Con el paso del tiempo, a esta base sagrada se le fueron añadiendo...cosiñas. Elementos varios que aportaban o bien valor simbólico, o eran elementos de lujo, o que simplemente mejoraban el olor o la sensación del aceite sobre la piel del monarca.
Esta receta ha sido tradicionalmente considerada como secreta. De hecho, la primera vez que vimos algunos de sus elementos de cerca fue en un reciente documental de la BBC sobre la coronación.
bbc.co.uk/programmes/b09…
Pero lo cierto es que se conocían algunos de sus componentes con anterioridad, y la lista de ingredientes del aceite utilizado para la coronación de Isabel II ya era algo sabido, aunque no muy publicitado (la fotografía procede de recipes.hypotheses.org/12351).
Con asiduidad, los reyes eran ungidos con los aceites de sus predecesores, que eran guardados. Pero eso no siempre era posible, ya fuese porque el óleo se acababa, por razones ideológicas (María I, por ejemplo, no quiso ser ungida con el óleo sin consagrar de su hermano
protestante Eduardo VI) o porque algo le había pasado al aceite y era necesario reemplazarlo (por ejemplo, Isabel II no fue consagrada con el aceite que se usó con su padre, Jorge VI, porque la botella donde se guardaba fue destruida durante los bombardeos de Londres.
La receta estaba basada en la que utilizó Carlos I para su coronación en 1626. En esa receta vemos elementos que pueden no ser demasiado raros. Por ejemplo, encontramos semillas de sésamo, jazmín, rosas, flores de naranjo y almizcle. De momento, todo bien.
Pero luego nos encontramos cosas...no tan normales. En particular dos: el llamado "ambergriss", el ámbar gris, que es un objeto de lujo con un olor muy agradable...y que procede de secreciones fecales de los cachalotes. Es tan preciado que en algunos sitios vale más que el oro.
Así, esta preciadísima "caca de cachalote" es parte del aceite de la coronación.
La segunda cosa no es tan agradable. Se trata de aceite de la glándula de una jineta. Este felino solía tener una importante relación simbólica con la monarquía (por ejemplo, las pieles de jineta siempre se han considerado como un elemento de lujo relacionado con la realeza y la
alta nobleza). Este "aceite" procede de las glándulas perineales de las jinetas y es un producto que ha sido tradicionalmente muy utilizado en el ámbito de la perfumería y la farmacología. Sin embargo, su extracción es considerada como muy traumática y dolorosa para el animal, y
su uso lleva años siendo visto como algo que promueve el tráfico de este animal y su contrabando. Por ello, muchos grupos en defensa de los animales han protestado ante la posibilidad de que se use este producto en el aceite de la coronación de Carlos III: dailymail.co.uk/news/article-1…
A día de hoy, no sabemos exactamente cuál será el aceite de coronación que utilizará Carlos III. Como una de las partes más sagradas de la coronación, la información respecto a la unción está muy guardada. Es posible que utilice el mismo que su madre, pues aún queda suficiente
para su unción y para la de la reina Camilla. Pero también dependerá de su estado de conservación, pues mucho de los ingredientes utilizados tienden a corromperse con el paso del tiempo, y han pasado 70 años desde su último uso.
También es probable que se quiera guardar como memento, y se haga una nueva "hornada" para Carlos y Camilla. En todo caso, no sería un problema saltarse el aceite de jineta, si así se decidiese, pues la simbología sagrada de la receta depende del crisma, y no del resto de los
ingredientes, que son añadidos opcionales.
Volviendo a los objetos con los que empezábamos, el aceite sagrado de la unción se administra utilizando dos objetos: la Cuchara de la Coronación, y la Ampolla.
La Cuchara de la Coronación es una preciosa joya de oro y piedras semipreciosas. Tiene forma ovalada y si os fijáis cuidadosamente en las fotos, podréis ver cómo se divide en dos partes diferenciadas.
La teoría más extendida es que esto es así para que, en el momento de la bendición y de la unción, el arzobispo de Canterbury pueda mojar los dedos índice y corazón en el óleo sagrado. Recordemos que la bendición en el contexto de la cristiandad latina se hace habitualmente con
los dedos índice y corazón, representantes de la doble naturaleza sagrada y humana de Cristo.
La Cuchara de la Coronación es una de las joyas más antiguas de la regalia de la coronación, si no la que más. Fue una de las pocas que se salvaron de la destrucción durante la época de Cromwell y de la Commonwealth, tras la ejecución de Carlos I en 1649.
No por nada en particular, sino porque simplemente fue vendida tal cual estaba. Fue comprada por un "Yeoman" vinculado a la corte de Carlos I que, como muchas otras personas relacionadas con su corte y fieles a su persona, intentaba salvar algunos objetos relacionados con él.
Gracias a este Yeoman, la cuchara se conservó intacta. Este se la devolvió a Carlos II tras su restauración y ha sido utilizada en las coronaciones posteriores. Sus orígenes se retrotraen hasta la segunda mitad del siglo XII, y ya se conoce su vinculación a la ceremonia sagrada
de la coronación en el registro que se hizo de los tesoros de la Abadía de Westminster en 1349.
La Cuchara se usa junto con la Ampolla. La Ampolla sí que es uno de esos objetos que tuvo que ser reemplazado por Carlos II tras la Restauración, pues la anterior fue destruida tras la muerte de Carlos I. Como curiosidad, se ha conservado otra Ampolla, más antigua, utilizada para
la Coronación como rey de Escocia de Carlos I, algunos años después de su coronación inicial en Londres como rey de Inglaterra. Actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Escocia.
La preciosa Ampolla que se utiliza en las coronaciones está hecha de oro y representa la imagen de un águila con las alas extendidas. Aunque el aceite sagrado desciende por el pico hacia la Cuchara en el momento de la coronación, la cabeza se desenrosca para introducir el aceite.
El águila siempre ha sido un ave muy conectada con la realeza. Pero en este caso, está conectada con un episodio muy particular que supuestamente le ocurrió a Santo Tomás Beckett, una de las figuras religiosas más importantes conectadas con la realeza británica.
Lo es a pesar de que fue asesinado por orden o, al menos, por la "sugerencia" del rey Enrique II, con el que mantenía agrias disputas relativas a las posesiones, privilegios e intereses de la Iglesia frente a las incursiones del poder político.
Pero Santo Tomás Beckett también era arzobispo de Canterbury y, por lo tanto, también era la autoridad religiosa encargada de las coronaciones, como principal figura eclesiástica del reino. Por lo tanto, tenía la capacidad de legitimar y reforzar la posición de los monarcas.
En este sentido, existía la leyenda de que, un día, la Virgen María se le había aparecido a Santo Tomás Beckett y le habría entregado una águila de oro, con un vial de aceite sagrado para consagrar a los reyes durante la Coronación.
En recuerdo de esta leyenda, la Ampolla tiene la forma de un águila dorada, recordando de nuevo la conexión sacra entre Dios y el Monarca, que se consolida en el momento de la coronación. Cuando el arzobispo de Canterbury moja los dedos de la bendición en la Cuchara de Oro
de la Coronación y unge al rey en la cabeza, el pecho y las manos, se hace referencia no solo a Zadok y a Salomón, sino también a Santo Thomas Beckett y su conexión eterna con la monarquía británica.
¡Mañana más!
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